Con el paso de los años, MUTEK se ha convertido en el festival favorito de quienes se encuentran atentos de lo que sucede en la música electrónica contemporánea, y uno de los más importantes para quienes buscan algo más que shows en vivo, rebasando con creces la simple celebración sonora, en donde el intercambio de ideas y los talleres son parte importante de su oferta artística y discursiva.
Crecimiento en locaciones, público, curaduría y producción, el equipo encabezado por Damián Romero ha logrado hacer sólida una propuesta vital para la vida cultural de país, que con sus linderos afortunados e imperfecciones ha logrado tener una personalidad genuina y propositiva tanto a nivel local como global.
La de 2018 la recordaremos por ser una de las más especiales y potentes en su historia, en tanto los siete días que duró el festival nos dejó algo digno de atesorar con cariño en la memoria. Estas son las 15 cosas que nos conmovieron y volaron la cabeza, dejándonos con ganas de más.
1. El crecimiento del público y su diversidad
No sólo fue el bass, el ambient y los entrecruzamientos del techno y sus derivados, también nos causó emoción ver a un público respetuoso, abierto, que lo mismo bailaba que escuchaba atento, paciente y siempre con la emoción de ver a sus artistas favoritos, así como descubrir cosas nuevas.
2. GAS en el Museo Anahuacalli
Uno de los shows más increíbles de los que hayamos presenciado en la historia de MUTEK. El alemán Wolfgang Voigt brindó una sesión hermosa y cálida, en contraste con las bajas temperaturas del sur de la ciudad. Ambient, techno soterrado y un bosque encantado que se escurría de a poco para llevarnos lejos y de vuelta. Impresionante.
3. Los lásers de Robin Fox
MUTEK sabe abrevar como pocos festivales el aspecto visual en mancuerna con la calidad sonora. Su electrónica experimental derritió cerebros y nos mantuvo atentos a los disparos lásers manipulados con inteligencia y soltura tanto en la noche A/Visions en General Prim con Atom ™ como en su presentación en solitario en la segunda noche del Nocturne.
4. La Sala C de Fábrica
Contrario a la edición pasada, el escenario oscuro y experimental de las noches de Fábrica, en el Estado de México, pasó de ser un frío bodegón a una cálida carpa con plantas y luces mínimas, que fueron la antesala precisa de algunos de los mejores actos de todo el festival, entre las que destacaron con creces Priurent, Croatian Amor, FLORA, Debit, Rainforest Spiritual Enslavement y Varg. Más eventos como estos, en donde los alias de los sellos más arriesgados del mundo como PAN o Posh Isolation tuvieron buena jugada dentro del festival. No obstante, quedan las ganas de que sea más cómodo y que se procure más el sonido (a ratos se mezclaba el sonido de la Sala A, al otro extremo de la Fábrica.
5. El descontón conceptual de Actress
En menos de una década, el británico Darren Jordan Cunningham ha logrado cuestionar los linderos que habitan dentro de las presentaciones en vivo de los artistas de la música electrónica, suprimiendo al creador arriba del escenario y soltando marejadas de dinámicas conceptuales, un maniquí estático en escena y un potente techno mínimo y abstracto. Brutal y desconcertante, difícil de digerir pero efectivo a final de cuentas.
6. La integración del talento local
Daniel Arp, Debit, Lao, Siete Catorce, AAA y Camille Mandoki se integraron a la curaduría de MUTEK con tino y estrategia, mostrando que su calidad y propuesta es mucho más que los nombres que sirven de telón de los grandes nombres internacionales. Presentaciones especiales, música de alto calibre y shows perfectamente armados fueron el deleite del público del festival, quienes atesoran a su talento local como nunca en la historia. Además, la cantera de talentos emergentes también tuvo su lugar en el camión de Alumnos 47. MUTEK funciona ya como una plataforma vital para todos los músicos, productores y artistas mexicanos.
7. Errorsmith
Si bien la noche del viernes 23 de noviembres fue una de las mejores, uno de los momentos más álgidos corrió a cargo del gran Errorsmith, quien puso a bailar ya entrada la madrugada del sábado, a punta de bases locas y un techno experimental atascado, multicolor y divertido, que no dejó quieto a ninguno. Impresionante.
8. Visible Cloaks
Postinternet, ambient mutante y new age de esta era. Lo que hicieron desde temprano los estadounidenses Spencer Doran y Ryan Carlile es brutal a distintos niveles, acaparando los linderos mentales de los algoritmos aleatorios y la calidez humana que de también dispara preguntas filosóficas puntuales. El de Visible Cloaks fue quizás el acto más distintivo y genuino de todo el festival. Intrigante.
9. FLORA
Los suecos encabezan una generación de músicos y productores multifórmicos y fascinantes. Compuesto por el célebre y oscurísimo Varg y la cantante AnnaMelina, FLORA es pop atmosférico performático de altísimos alcances. De las mejores presentaciones de todo el festival.
10. El cierre en la explanada del Museo Tamayo
Pese a lo bajo del volumen debido a las demandas que suele involucrar una orquesta filarmónica, el broche de oro del festival fue una tarde deliciosa de aterrizaje, afable y con un sentido de familia con una presentación finísima a cargo de Brandt Brauer Frick y La Orquesta Filarmónica Mexiquense, llevando los linderos habituales del MUTEK a otro sitio.
11. AAAA & Itaru Yasuda
Para el equipo de Freim, la presea de “mejor acto nacional” de la noche se la llevó Gabo Barranco, quien brindó una presentación única, profunda, potente y con una narrativa impecable que dejó un sabor de boca de primer orden. Su mancuerna con el artista visual Itaru Yasuda detonó un momento sólido e inolvidable, inteligente, experimental y sin descuidar la repercusión del cuerpo y el baile.
12. Myriam Bleau
La presentación de la quebequense Myriam Bleau nos recordó los inicios de MUTEK, en donde el arte digital y el performance sonoro generaban una amalgama y propuesta arriesgada de cuño experimental, intimista y genuino en mayor número. Poderoso.
13. Amnesia Scanner
El acto más arriesgado de la electrónica finlandesa lo encabeza el dueto Amnesia Scanner: violentos, bailables, tronados, minimales y dislocados. Tuvimos oportunidad de verlos el año pasado en el Sónar de Barcelona y lo que brindaron en MUTEK fue diametralmente más poderoso, supremo y shockeante.
14. Atom ™
Siempre es un gusto ver la reinvención y amplitud de un artista como el alemán Uwe Schmidt, quien articula múltiples alias, sonoridades y discursos. Su presentación fue arriesgada, dura, inteligente y política, poniendo a prueba los ánimos de los miles de asistentes.
15. Las ganas de más
Lo que sorprende de MUTEK, y más durante esta edición, fue que pese al cansancio, las distancias, los gastos, las altas horas de la noche y los sacrificios por cantidad, tiempo y logística, MUTEK nos dejó con ganas de una edición más, con más y mejores artistas, que lo mismo vaya del techno más bailable y masivo, a los linderos más agrestes, oscuros y experimentales del mundo. Que vengan quince más.
Por: Diego Pérez Obrero
Fotos: Diego Figueroa // cortesía MUTEK.