Después del éxito rotundo de los conciertos que dieron el pasado mes de junio en el Auditorio Nacional, Zoé, considerada como una de las bandas de rock más reconocidas a nivel Latinoamérica se presentó la noche de ayer en el Palacio de los Deportes dejando un buen sabor de boca entre rolas de antaño y el actual Aztlán, discursos contestatarios y melancolía por los años transcurridos invadieron el venue.
Con aproximadamente dos décadas dedicadas al rock, Zoé volvió a complacer a sus seguidores, fue tanto el éxito de sus presentaciones anteriores y qué decir del día que decidieron presentarse en la glorieta de Insurgentes de la CDMX para presentar Aztlán, su sexto álbum que sigue cosechando frutos.
Como banda telonera, Salvador y el Unicornio nos puso a calentar motores con sus letras creativas y pegajosas y su ritmo tropicaloso, entre ellas “Agua de Coco”, rola muy coreada que dio paso a Zoé.
En punto de las nueve de la noche comenzaron a expandirse sobre el escenario algunas luces neón, uno a uno, los integrantes de la banda comenzaron a subir al escenario, los gritos no se hicieron esperar, incorporándose al final el vocalista León Larregui, envuelto con una vestimenta hippie, un sueter estilo poncho de colores sobrios, muy acorde a su estilo.
El escenario se cubrió por atractivos visuales geométricos y paisajes, entre luces tipo laser colores neón. La rola con la que abrieron fue “Venus” seguida de “Azul”, en particular esta rola tuvo mucha ovación, se reconoce como uno de los nuevos sencillos favoritos de la reciente discografía Aztlán.
León se dio un espacio breve para agradecer al público por haber asistido, así arrancaron los recuerdos con “Últimos Días” y “Nada” rolas del álbum Reptilectric que ya cumplió diez años.
El ambiente se puso muy emotivo y conmovedor en el momento de “Arrullo de Estrellas”, rola que hizo memorable el momento ya que los presentes prendieron las luces de sus celulares para corear al ritmo de la melancólica música.
“10 AM”, “Paula”, “Fin de semana”, la entrañable, ”Poly” hicieron que la audiencia abandonara sus lugares para bailar y corear felices, las ovaciones no pararon, fue un recorrido musical de éxitos que rememoran épocas pasadas, “Miel”, “Vía Lactea”, “Labios rotos”, conmovieron a teenagers y contemporáneos, reflejo de la expresión “Vaya que ha pasado el tiempo”.
Esta noche no sólo fue un concierto, significó algo para el vocalista Larregui, ya que demostró una postura política, un sentimiento de esperanza, pues comenzó un discurso alentando y exhortando a los presentes a construir un cambio y a ser críticos y no quedarnos con lo políticamente correcto.
Continuaron con “Hielo” y el escenario se apagó, comenzó un breve inter y de nuevo el techo del recinto se mostró verde generando una forma triangular, sonó “Reptilectric”, al finalizar León de nuevo expresó sus inquietudes:
“La canción que sigue es una canción bastante extraña en el universo, no es una canción, es una puerta llena de símbolos y mensajes, esa energía de Quetzalcóatl que regresaba a México para cambiar y creo que está más que claro que ha regresado, pero no solo es del presidente, somos todos los que queremos algo diferente, que queremos vivir en paz y pienso que AMLO es una oportunidad única de exigir y realizar, por que el señor está abierto a escuchar, bueno ya me callo la boca”.
Se refería a “Oropel” agradeciendo una vez más a sus seguidores, regresó la melancolía con “No Me Destruyas” otra antaña y muy coreada.
Ya casi acabando el show, Larreguí agradeció a los presentes por presenciar y compartir su espíritu, expresó que los quiere mucho y dejó un último mensaje:
“Acuérdense de lo que les dije, estamos en un momento muy importante de realizar y manifestar cosas y el México que queremos ahorita mismo en este momento”.
Este último discurso dio paso a “Soñé” y las luces se apagaron, pero en breve volvieron para agradecer por estos 21 años de amor, entendimiento, resonancia, conciencia, por crecer juntos, la verdad no sé si vaya a haber otro de estos, uno nunca sabe, a esta edad uno nunca sabe y en esta noche y en este momento Zoé los ama con todo el corazón, de esta manera “Love” prendió a bailar a todas las almas reunidas, fue un final hermoso.