El 30 de enero de 1969, pasó a ser un día que marcó la historia en el mundo de la música. Con el concierto improvisado de The Beatles en la azotea de Apple Records, pero esto sólo surgió con el propósito de hacer algo distinto, novedoso, y claro, algo que rompiera la tensión que había dentro del grupo, durante la grabación del documental y álbum “Let it Be”, que en un principio se iba a titular “Get back”.
Este suceso puso fin a una década y el final del grupo que revolucionó no sólo la música, sino que creó nuevos elementos al sonido del Rock and Roll. Pero para llegar a esa fecha , recordemos que después de las agotadas giras que The Beatles, realizó en sus inicios, provocaron el deseo del cuarteto por ser un grupo de estudio, durante el periodo de 1966 hasta su separación en 1970.
Detrás de esta producción discográfica, existieron muchos obstáculos que casi provocaron que este disco nunca viera la luz. Pero para conocer todo nos remontamos al 2 de enero de 1969, cuando comenzaron las grabaciones del que se conocería como el último proyecto en conjunto del fab-four, en los estudios cinematográficos de ‘Twickenham’ de Londres. Michael Lindsay-Hogg se encargó de la dirección. Un cambio drástico para todos, ya que estaban acostumbrados a los estudios EMI y Abbey Road.
Esto añadiéndole la tensión de los cuatros integrantes, generaban un ambiente hostil y desagradable del que Paul McCartney era el único con el interés de sacar un buen álbum. Por su parte John Lennon, se encontraba en una profunda adicción a las drogas, y su compañía Yoko Ono, hacia que el ambiente fuera incomodo para el resto del grupo. George Harrison, sentía la necesidad de ser parte de las composiciones. Sin embargo, en un momento de desesperación y represión, amenazó con dejar la banda. Ringo Starr, se preocupaba por pasar más tiempo con su familia.
Las condiciones no eran del todo buenas, pero aún así, siguieron con las nuevas propuestas, y ensayos. El primer cambio que se realizó fue su traslado de estudio, a los de su empresa Apple Records. El segundo fue incluir músicos invitados a las sesiones de grabación, entre ellos estaba Billy Preston, en el piano.
El trabajo en el estudio fue más una labor individual que grupal, por lo que la mayoría de los temas, no requerían que toda la banda grabara al mismo tiempo o estuviera incluso en el mismo lugar, sino que cada uno fuera completándolas. La idea de cómo llevar a acabo una presentación sorpresiva era incierta, desde escoger el lugar, hasta la fecha.
Pero esa fría tarde de invierno, del 30 de enero de 1969, mientras se encontraban comiendo, decidieron salir con todo e instrumentos, dando así lo que sería el último concierto del mítico grupo. La sorpresiva aparición del cuarteto, impresionó a todos los vecinos y a los que se encontraban a los alrededores, fueron 42 minutos, en los que se interpretaron temas como ‘Get back’, ‘Don’t let me down’ ‘I’ve Got A Feeling’ ‘One After 909’ y ‘Dig A Pony’, y ‘I Want You (She’s So Heavy)’.
Sin embargo, aunque todo este evento fue un éxito, la policía hizo de las suyas, agentes de Scotland Yard irrumpieron, subieron a la azotea y ordenaron detener el concierto, mientras la emoción de las personas se apoderaba de la calle Saville Row.
Esta presentación culminó con el tema ‘Get Back’ al final se puede escuchar a Maureen Starkey gritar ‘yeahhh’ a lo que McCartney contesta ‘Thanks Mo’, sin olvidar la frase sarcástica de Lennon, “I’d like to say thank you on behalf of the group and ourselves and I hope we’ve passed the audition” (Me gustaría decir que en nombre del grupo, espero hayamos pasado la audición). Todo esto quedó plasmado en el documental ‘Let it be’. Sin saber que al terminar la década de los 60s, también The Beatles, llegaría a su fin en abril de 1970.