La aparición de Pantera Negra (Black Panther, 2018) se ha convertido en el suceso cinematográfico más interesante de la primera parte del año. Después de años de indecisión, Marvel por fin apoyó (seguramente basados en excelentes proyecciones financieras) la adaptación a la pantalla de uno de los superhéroes afroamericanos más queridos de su panteón de personajes.
Su éxito económico es el pretexto ideal para revisar algunos de los grandes momentos del cine negro en Estados Unidos. T’Challa tal vez sea la cara más nueva (y millonaria) de la rica historia de dicha cinematografía, pero no es el único personaje que merece ser visto. Por eso hemos armado una pequeña lista con algunas de nuestras cintas favoritas llenas de poder negro.
Shaft (1971)
Hubo un tiempo en que las grandes figuras de la música negra colaboraban de manera cercana con los cineastas que daban voz a la comunidad en las pantallas del ghetto. Así, lo de Kendrick Lamar como curador del soundtrack de Pantera Negra no es nada nuevo, sino la continuación de una larga tradición.
Uno de los ejemplos más adecuados es el trabajo de Isaac Hayes en Shaft, una cinta sobre un detective privado que debe pelear primero contra la mafia negra de Harlem para después unir fuerzas con ellos para vencer a la mafia blanca que busca apoderarse de todo. El protagonista en un hombre que parece poderlo todo, encarnado por el inolvidable Richard Roundtree, que tendría la mitad del swag con el que camina sin la música de Hayes. Una verdadera colaboración de titanes.
Foxy Brown (1974)
Una de las razones del éxito de Black Panther con el público son las figuras femeninas que presenta la película. Mujeres fuertes, independientes y resueltas ante los problemas que se les ponen en el camino, T’Challa no terminaría como rey sin su ayuda.
Por eso es adecuado revisar a una de las grandes actrices del cine negro de los 70: Pam Grier. Es probable que ubiquen su rostro gracias a Jackie Brown, ese homenaje al blaxplotation firmado por Quentin Tarantino, o por la serie The L World. Sin embargo, las habilidades para patear traseros de Grier se hicieron legendarias unos años antes.
Aquí es una mujer que toma un trabajo como escort de lujo para poder vengar el asesinato de su novio y, créanme, no descansará hasta lograrlo. Mucha acción y piel en este cóctel explosivo de revancha afroamericana.
Boss Nigger (1975)
Hablando de hombres de color que deben hacerse cargo de la seguridad de la gente. Boss Nigger es uno de los pocos westerns en la historia del cine con protagonistas afroamericanos (los ejemplos son contados), por tradición el género está dedicado a las grandes hazañas que forjaron Estados Unidos y, siendo un país de gran raigambre racista, los rostros de color no tenían lugar.
Uno de los mejores ejemplos de ruptura es Boss Nigger (de la que Tarantino, otra vez, sacó más de un par de ideas para su Django sin cadenas). En la cinta, dos vaqueros de color deben tomar el puesto del sherif de un pequeño pueblo, mientras buscan a un forajido que se les ha escapado. Basta decir que la vieja y confiable gente blanca no estará muy de acuerdo.
Blade 2 (2002)
La popularidad de Black Panther ha llevado a una gran parte del público la reciente historia del blockbuster norteamericano. No han faltado los artículistas y reseñistas nombrando al éxito más nuevo de Marvel como el primer blockbuster afroamericano, la primera película de superhéroes negros o el inicio de la primera franquicia afroamericana en látex.
A principios de los dos miles Blade se convirtió en uno de los personajes más populares del mundo cinematográfico, a pesar de que las tres películas tienen altas y bajas. La magnética presencia de Wesley Snipes en el papel principal y su dedicación a las artes marciales dotan a la película de una textura peculiar. Si a eso agregamos que la segunda parte fue dirigida por el cineasta del momento, Guillermo del Toro, se están tardando en arrancar el maratón.
https://www.youtube.com/watch?v=mi86OxZqYfQ
Blacula (1972)
Existen príncipes africanos que salen de su país no para combatir el crimen al lado de los Vengadores, no, viajan para ser mordidos por el mismísimo Drácula y terminan en suelo norteamericano, donde siglos después encuentran a la reencarnación de su esposa. Una ración de horror y romance que no puede faltar en su dieta.
Space Jam (1996)
Los noventa le pertenecieron a Michael Jordan, el guardia de los Bulls de Chicago ayudó a la NBA a convertirse en un negocio global, robó cámara durante las Olimpiadas de Barcelona, se convirtió en meme y venció a un grupo de alienígenas que buscaba secuestrar a los Looney Toons.
Space Jam es uno de los largometrajes animados mejor recordados por aquellos que crecieron en la década de los noventa, aun cuando el recuerdo de la nostalgia se interponga frente a la realidad. La cinta sigue siendo una curiosidad y un comercial gigantesco para el legendario número 23.
https://www.youtube.com/watch?v=INszXa6nfyI
Un príncipe en Nueva York (1988)
Este maratón no podía cerrar de otra manera. Si el príncipe de Wakanda pudo conquistar al mundo con su rasposo acento y una sonrisa, es gracias a que un par de décadas antes otro monarca africano (éste de Zamunda) pisó suelo americano para encontrar a su mujer ideal.
Eddy Murphy tenía una sonrisa encantadora y estaba en el pico de su poder artístico cuando filmó esta comedia sobre un rey muy mimado. Verlo de nuevo ocupar la pantalla es un recordatorio del espacio dejado por su figura, imagínenlo como el villano de Black Panther 3.
Zamunda Forever