Y tú, ¿qué quieres ser de grande?
A todos nos hicieron esta pregunta cuando éramos pequeños e imaginábamos cómo sería nuestro trabajo perfecto, nuestra vida perfecta. Conforme pasan los años y poco a poco hemos ido tomando decisiones que nos acercan o nos alejan de ese sueño.
Eso también les ha pasado a algunas de las celebridades más conocidas en la actualidad. No todos los famosos han tenido una trayectoria exitosa desde el principio, pero todos ellos se han esforzado para conseguir llegar a ser lo que son hoy. Al igual que, varias personas en esta lista, no empezaron su vida de famosos desde pequeños y te sorprenderá esto.
A continuación, te presentamos 7 de algunas de estas celebridades que se hicieron famosas después de los 30:
Jessica Chastain (34 años)
Después de graduarse de Julliard, una de las universidades de artistas y músicos, más prestigiosas de Estados Unidos y del mundo, Jessica Chastain, batalló para poder hacerse de un nombre en Hollywood. En el 2011, cuando tenía 34 años, hizo seis películas y una de ellas fue The Help, la cual la catapultó a la fama. Así es, Murph de Interstellar, no siempre fue reconocida como se lo merecía.
Bryan Cranston (44 años)
Después de muchos años de múltiples papeles pequeños en televisión, a este actor se le presentó una oportunidad que cambiaría su vida por completo. El interpretar al entrañable Hal en la ya icónica, Malcolm el de en Medio. La serie se volvió un éxito instantáneo y sirvió de trampolín para que fuera el protagonista de la mejor serie de todos los tiempos: Breaking Bad, claro, interpretando al legando Walter White.
Monica Bellucci (31 años)
Monica Bellucci, era una modelo de Dolce & Gabbana, y trabajó con varias de las principales agencias. Pero no quiso detenerse allí y comenzó a trabajar en el cine, aunque no la tomaron muy en serio como actriz. Se hizo muy famosa a sus 31 años, gracias al papel en Drácula del gran Francis Ford Coppola. Después de la cinta, le llovieron las ofertas para varios papeles.
Sylvester Stallone (30 años)
Si hay una historia admirable y de superación en Hollywood, es esta. Sylvester Stallone, tenía claro que quería ser actor, pero no tenía recursos para pelear por ello. Mientras aceptaba miserables papeles en sus veintes, se vio obligado a vender muchas propiedades: desde las joyas de su esposa hasta su propio perro para poder comer, por el que le dieron 25 dólares. Se le ocurrió una historia y escribió el guión de Rocky. Él sólo aceptaría una oferta si él tenía el papel protagonista. Al final, el estudio cedió y le pagaron 35,000 dólares. Lo primero que hizo con el dinero fue comprar de vuelta a su mejor amigo. Stallone, tenía exactamente 30 años cuando rodó la película que lo convertiría en una estrella mundial.
Morgan Freeman (52 años)
Aunque usted no lo crea, Dios se tardó más de medio siglo en ser tan reconocido como lo es el día de hoy. La carrera de Morgan Freeman, no es para nada corta, al contrario, en sus años como actor, podemos contar décadas. Sin embargo, no fue hasta 1989 con Glory y Driving Miss Daisy, que se convirtió en una celebridad de primera clase. Morgan tenía 52 años, toda una lección de vida su historia.
Lupita Nyong’o (30 años)
Desde muy pequeña, supo que su pasión era el cine cuando vio. Tras su licenciatura en Cine y Teatro, comenzó su carrera como parte del equipo de producción en varias películas. Y en un set, donde conoció a Ralph Fiennes, el actor, la animó para seguir su sueño de convertirse en actriz. Tras hacer un máster en interpretación y hacer un par de cortos, Lupita se plantó en los 30 años y como era habitual, siguió acudiendo a todos los castings que podía. Uno de ellos fue el de una película llamada 12 Years a Slave, para el que fue seleccionada y el resto… es historia.
Harrison Ford (35 años)
El mismísimo Indiana Jones, sabe mejor que nadie lo que es tener múltiples empleos. Ford quería ser actor y por eso empezó con papeles pequeñitos con 24 años, pero el dinero que ganaba no era suficiente para cuidar de su familia así que, aburrido de papeles malos en la televisión, se hizo carpintero. La suerte le llegó a los 30, cuando lo contrataron para hacer unos closets en la casa de George Lucas, quien le dio su primer papel de importancia, un secundario en American Graffiti. Años después, Lucas se acordó de él para interpretar a Han Solo a sus 35 años, el resto es historia pura.