Hace unos cuantos días escuchaba un disco de The Rolling Stones y fue inevitable pensar de aquella vez que vinieron a México, por allá del lejano 2001, año en el que presentaron “A Bigger Band”, cuando era sólo un mocoso y que fue esa misma razón por la cual no pude ir a verlos, después de eso aún espero que se dé la oportunidad de ver a estos señores, que a pesar de que viajan con sus geriatras, pareciera que tienen la energía y vitalidad que ni en los setentas demostraban.
Entre el recuerdo de la dinamita pura de “sus satánicas majestades” me puse a pensar en lo saludable que resulta escuchar música en vivo, y que en estos días realizarlo es más complicado que antes, pero definitivamente, crea una satisfacción que muy pocas cosas del mundo se le compara.
Cuando vemos a Renton haciéndose preguntas de cómo funciona la vida moderna y las cosas que vienen por delante, surge en él una premisa de sobre las elecciones, hay que escoger una casa, una televisión y una forma de vida. Claro, esto se modifica con el paso del tiempo ya que “Todo cambia”, las drogas, las dinámicas sociales y por supuesto: la música.
Visto desde este punto nos damos cuenta que vivimos en una era tecnológica que nos vuelve impacientes e insensibles, lo cual nos hace revalorizar el trabajo y el proceso creativo, en ocasiones para mal, por lo que el juicio se vuelve más subjetivo. Ahora bien, esta misma tecnología nos pone al alcance un mar de información que a muchos les tomó años recabar, y por lo mismo ya nada asusta o impresiona como antes.
Esta afirmación viene al hecho de que hoy más que nunca, todo mundo es crítico, por lo cual se desvaloriza todo trabajo artístico, y de igual manera se sobrevalora, lamentablemente la música es el blanco en la mira, por lo cual existen mayores razones para no ir a un determinado concierto o presentación musical, “me gusta más como la tocó en esta sesión, “o la versión en vivo de 1994 es la que traigo en mi Ipod”, “para qué gasto en eso sí tengo el disco en vivo”.
Bueno tocando este último tema, otra de las razones por las cuales en vivo suena mejor, es por el hecho de que un artista que ofrece un espectáculo y un entretenimiento, siempre tratará de dar lo mejor de cada show, lo más conveniente posible, por lo cual hay una especie de garantía que promete un rato agradable proporcionado por el artista, como bien sabemos esto no siempre es posible o no ocurre, pero los números hablan y las experiencias musicales en vivo prometen, ya que ninguna tocada es igual a la anterior, eso lo vuelve un espectáculo único y una experiencia propia que a pesar de ser un mismo show, un contexto puede cambiar absolutamente todo.
Cada vez buscamos formatos más nítidos, aquellos que nos harán sentir esas “texturas” y demás palabras pretenciosas para definir un sintetizador o una guitarra, que sin importar lo nítido que nos resulte escucharlo en una tornamesa, cd, o mp3 nunca se comparará con la calidad de escuchar en vivo, porque no es lo mismo escuchar la grabación de la National con mucho fuzz que Jack White utiliza en una canción, que escucharlo y verlo mientras trata salvajemente su Airline de plástico. Yéndonos a un concepto más sencillo, el hecho de que disfrutes música en vivo es como ir al cine, podrás disfrutar estar en tu casa viendo un filme, pero no se compara a verla en el cine, implica otra sensación, un ambiente distinto, un contexto.
Artistas de la talla de Motörhead, AC/DC, Metallica, Neil Young, The Rolling Stones, Paul McCartney, etc., son tesoros vivos que su prioridad es entretener al público en directo, ¿crees acaso que no valga la pena sacrificar una noche de planeación por tener la oportunidad de escuchar éxitos que inmortalizaron a varias generaciones, en propia voz de sus creadores y frente a tus ojos? Tal vez no les pase a todos, pero inclusive hay grupos que suenan mejor en directo, que fue lo que le pasó a Kiss a principio de su carrera, eran una banda explosiva con un proyecto fresco y varios álbumes en su discografía, a pesar de esto no encontraban el impulso necesario para proyectar su música, todo esto terminó hasta que vieron su punto más fuerte en sus presentaciones en directo, por lo cual deciden lanzar su álbum en directo titulado simplemente “Alive!”, lo demás es historia.
Para finalizar, la música en vivo es un placer que muchas personas ya no se están dando, y que realmente vale la pena experimentar, ya sea un pequeño recital, el ensayo de una orquesta, una banda tocando covers en un bar, un trío de Jazz en la calle de Madero o un concierto de Café Tacvba, todos se convierten en instantes en donde te encuentras a flor de piel como un cómplice más de la música, y que puede cambiar tu perspectiva con respecto a muchas cosas, al fin y al cabo, la música ese fenómeno que modifica comportamientos y llega a los rincones más profundos del alma.