Más de una vez platicando con los contactos sobre rap, ha surgido el debate de si se necesita ser un personaje marcado por las vivencias callejeras para soltar un buen tema chingón, de esos que se vuelven hasta estandarte para pequeños y grandes sectores o si también se puede “ser real” de una manera menos apegada al estereotipo, de que si el rap malandro tiene otro fin aparte de prender adolescentes con la misma eficacia que lo hace la película Sangre por Sangre, en fin, sin dejar de lado el enfoque del marketing que siempre influye y determina.
Pues C-Kan trae un feeling bien particular y aunque si encaja dentro de los adjetivos antes mencionados, este loco abre cancha en la actualidad a muchos otros que necesitan ese empuje de quienes los preceden para ampliar el panorama de quien echa un vistazo por previas recomendaciones al rap mexicano y, que con suerte, se encontrará con una baraja mucho más rica en propuestas.
Nacido en Guadalajara, México, José Maldonado mejor conocido como C-Kan ha venido ensanchando la escena rapera nacional gracias a sus múltiples trabajos, videos, colaboraciones y en parte porque se ha logrado hacer de un público muy vasto y distinto entre sí. Para C-Kan, al igual que varios artistas, la piratería de su trabajo fue el marketing más rentable, el alcance que tiene hoy su música traspasa fronteras pero no siempre estuvo situado en los primeros puestos, sobre todo antes de la era digital.
Este carnal se aferró machín a lo de grabar rap, como lo ha dicho en entrevistas, sólo buscaba la forma de estar haciendo música, creando constantemente, y a pesar de tener también un importante número de detractores dentro del movimiento ha logrado estar en activo por más de una década.
Dentro de la escena pegó macizo desde sus comienzos, y ahora después de 15 años de trayectoria es un referente del rap mexicano, claro no es el único y ni por asomo el mejor, pero lo que ha obtenido no es poca cosa y es que dentro de la proyección de rimas nacionales, es C-kan quizá el que más notoriedad tiene, tan es así que fue parte del cartel de uno de los festivales de más popularidad en California, el “Made in America“, compartiendo escenario con artistas de más renombre como Lil Wayne, 2 Chainz, Rihanna, A$ap Ferg o Chance the Rapper. No es de ocultar que el mensaje o la lírica, a pesar de resultar a veces monótona tiene el power y ese “presskit” para encender masas y llegar a rincones inpensados.
Es curioso observar como ciertos artistas marcados por la “etiqueta” del barrio, suelen apegarse a estos estereotipos para parecer incluso más malandros o, “reales”. Es cierto que no se puede hablar de C-Kan sin siquiera mencionar el famoso barrio de “La Cancha” en Guadalajara, pero aquí hay un factor bien particular, Maldonado, aún haciendo apología de sus raíces lleva esta empatía a las cabezas de distintos estratos y genera una especie de tregua entre el escucha promedio y el avezado.
Además no podemos dejar de lado que lo que ha hecho, lo ha hecho apegado a si mismo, hay muchos artistas allí afuera que lo podrán hacer diez veces mejor, sí, pero este wey tiene un arrastre enorme, y son sus temas, su trabajo, el que habla por él. Con la etiqueta de VEVO en sus videos nos recuerda que estamos ante la primera generación de rapers mexas que está pagando sus facturas con los cheques de una disquera grande. Hace unos meses se estrenó su reciente compilado “Antes de todo vol 1 y vol 2“, el cual agarra un tono de nostalgia para el vato y entrega masters de una muy buena calidad auditiva que les vuelve a dar un desempolve a los viejos tracks, esos que lo han clavado en los oídos de un chingo de raza que si lo mama cabrón.