El sello discográfico Arts & Crafts México acaba de darle la bienvenida a Casablanca Drivers, una banda francesa que ha sabido recorrer un camino sonoro que va desde el garage rock hasta un vibrante pop sucio. Con tres EPs y un álbum de estudio en su haber, el celebrado Super Adventure Club (2020), este grupo ha evolucionado constantemente, y ahora se prepara para sorprendernos nuevamente con el lanzamiento de su segundo LP.
El primer adelanto de este próximo álbum es el sencillo “Aligator”, un track que navega entre lo imaginario y lo real, guiado por una línea de bajo que serpentea como una bailarina poseída. Las guitarras, crudas y desafiantes, parecen estar listas para iniciar una pelea. “Aligator” no es solo un tema que nos invita a movernos; también nos transporta a un espacio donde la pista de baile se convierte en un refugio surrealista ante los problemas cotidianos. En este espacio onírico, uno puede perderse y olvidar, aunque inevitablemente se topará con quienes se aferran a la realidad, sin intención de escapar de las crueles reglas de la vida diaria.
La historia de Casablanca Drivers comienza en Córcega, donde los músicos Alexandre Diani y Nicolas Paoletti decidieron en 2014 dejar su isla natal para trasladarse a París y expandir sus horizontes musicales. A lo largo de los años, han demostrado que su capacidad para componer canciones pegadizas no está reñida con mantener esa esencia ‘grasienta’ que los distingue. Temas como “Get Better” y “205 502”, este último producido por Max Baby y mezclado por James Ireland (de la banda australiana Pond), son ejemplos claros de cómo logran combinar lo accesible con lo irreverente.
Hoy, el sonido de Casablanca Drivers ha alcanzado un punto de madurez; dinámico pero siempre con un toque delicado, es un estilo que promete alcanzar su máximo esplendor con el lanzamiento de su segundo álbum. Y para aquellos que ya no pueden esperar, pronto podremos ver un video en vivo desde el estudio, donde “Aligator” será interpretado con toda su energía, permitiéndonos apreciar a detalle la instrumentación que da vida a su sonido único.
Casablanca Drivers no solo promete hacernos bailar, sino también cuestionarnos sobre los espacios de escapismo y las luchas cotidianas que intentamos dejar atrás, al menos durante el tiempo que dura una canción.