Dentro de todo el revival, reapropiación, rescate y promoción de la música vernácula de México suele existir un doble reto, o doble trampa para los más desconfiados: por un lado están los verdaderos pioneros del barrio, los protagonistas de los pueblos y sus voces sonoras, quienes ante el interés joven tratan de implantarse como los verdaderos y únicos portavoces, ante el desface y huecos de una historia que no ha sido documentada de forma rigurosa y fiel desde sus inicios. Y por el otro se encuentran justo los productores globales o turistas del mexican curious, que en su afán de trancazos comerciales barren parejo, mezclando de forma arbitraria géneros, épocas, contextos y sensibilidades única y exclusivamente para su molino.
A la cumbia lleva años pasándole, y si aterrizamos en la cultura sonidera, podemos ver lacerado su legado desde distintos frentes, yendo de la desmemoria al desinterés de un público propio y extraño, pero también pasando por gobiernos que llegan a modernizar a los barrios, prodigios musicales del pop industrial en su afán de exportación, o incluso el canibalismo de los actores de la misma escena sonidera.
Es justo por eso que llama la atención la aparición de un libro como Ojos Suaves/Soft Eyes, el cual articula un retrato dislocado pero entendido y sensible sobre la cultura sonidera mexicana, sin mayor necesidad que la de compartir y documentar desde la palestra personal del autor, a través de imágenes. Imágenes que cuentan historias, que se leen como textos y se escuchan como disco peludo al dejarle caer la aguja.
Desde finales de 2017 y en lo que va de este año, Ojos Suaves ha podido girar por diversos puntos de la República Mexicana, sonando en presentaciones, en donde Mirjam Wirz, su autora, se hace acompañar muchas veces de Morelos, sonidero pionero de Peñón de los Baños, quien bien puede ser el protagonista y la piedra angular de un libro sin texto en su portada, producido de manera independiente y con mucho sabor para la pista.
Tuvimos oportunidad de charlar con Mirjam, fotógrafa, comunicadora visual y analista de la cultura, quien ha vivido entre Lituania, México y Zurich dando clases de arte en varias universidades.
Freim: ¿Cuándo surge tu pasión por los sonideros y en qué momento decidiste o tuviste la necesidad de darle forma a Ojos Suaves?
Mirjam Wirz: Primero que todo fue el gusto por la cumbia. La primera vez que escuché la cumbia fue en los noventas, en Bolivia y Perú. En un viaje a México en 2010 decidí investigar ese género músical y su ambiente en México. Sólo después supe de los sonideros. Así empezó y no hubiera pensado que, ocho años después, sigo en eso. Ojos Suaves es la nueva publicación acerca del ambiente sonidero en México.
Me llama mucho la atención que el libro es un retrato personal, no lineal y nada convencional de documentar un arraigo popular mexicano, que al mismo tiempo funciona como memoria/desmemoria, dados los huecos y las lagunas que existe en su documentación. ¿Por qué hacerlo de esta manera?
Hay varias razones. Lo pensaba cuidadosamente; cómo se podría hacer una edición dedicada al personaje principal, a Morelos, hacer un libro con él y sin ser un libro sólo sobre él. La solución fue que en el libro seguimos las huellas de sus viajes encontrándonos con sus conocidos en los lugares que vistaba él – sin hablar directamente de él. Eso es un aspecto. El otro es que el libro obvio es la mezcla de mi fondo suizo (como fotógrafa, de referencia a mis gustos de diseño gráfico, etc.) y del ambiente que investigo.
Buscaba una forma que igual pudiera funcionar tanto en el ambiente sonidero como en un contexto artístico/cultural en Suiza o Europa. Si hubiera sido un libro solamente para Europa o para una escena académica, hubiera representado una falla para mí, porque el material tiene que circular y funcionar sobre todo en donde uno lo encuentra. Y me parece que lo hicimos bien en el sentido que hay cosas del libro que a unas personas le parecen raras, pero que al final la gente de ambos lados lo acepta.
La razón de ser de un libro que funciona del mismo tiempo como memoria/desmemoria, como lo dices tú, tiene que ver con la polémica que hay en el ambiente sonidero de quién es el número uno: no estamos buscando la verdad sobre la historia en el ambiente, porque existen miles de pequeñas verdades y experiences. Es una historia oral que me parece es importante de contar, pero sin encasillarla en una verdad absoluta. Son experiencias de personas en el ambiente, es conocimiento relacionado con sus vidas dentro de ese ambiente.
En este libro, los viajes que subyacen están llenos de muchos caminos y bifurcaciones que, en retrospectiva, no se dejan reconstruir íntegramente. El resultado no es del todo completo ni universal; más bien reúne las historias de los viajes, que probablemente también cuentan algo del futuro de la cumbia, porque si en algo estuvimos todos de acuerdo fue en que los sonideros no van a desaparecer.
El título me fascina, ¿a qué hace referencia y cómo le da identidad al trabajo?
Es un título que tuve en mi cajón desde hace un tiempo y estuve esperando el momento en que lo pudiera utilizar. Viene de una serie estadounidense llamada “The Wire” sobre el narcotráfico en Baltimore. En cada temporada de la serie uno está enfrentando todo con otra perspectiva: una vez se cuenta desde la perspectiva de los vendedores de drogas en las esquinas de los barrios, otra desde la de la policía, otra tiene lugar en la escuela pública, una con las medidas y los periodistas y políticos. Hay una escena cuando Kima, la nueva detectiva en la policía judicial, llega a un patio en un barrio pesado con su compañero de trabajo y el explica cómo opera para buscar lo que había ocurrido en ese lugar la noche pasada. Y dice: “Si tienes que encontrar lo que pasó, necesitas mirar con ojos suaves. Porque si miras o buscas con ojos duros, solo vas a ver lo que ya sabes, lo que ya es parte de tu concepto del mundo. Pero para encontrar nuevas otras cosas y hacer nuevos vínculos y conexiones, necesitas ojos suaves”.
El título lo usé para este libro finalmente porque me parecía que se acopla con la manera de investigar y viajar de nosotros tres – de Morelos, Carlos Icaza y yo. Me parece que también podría ser un título para una cumbia – lo que no es, pero podría ser. Claro que la gente no entiende de dónde viene el título, pero lo aceptan y parece que da un cierto ambiente al proyecto que juega con lo que es el libro.
Tiene ya varios meses que el libro te ha llevado de alguna manera a estar mucho tiempo fuera de tu país y conocer cada vez más México. ¿Cómo ha sido esa experiencia?, ¿qué has visto en el camino y cómo se ha transformado (o no) tu perspectiva?
Pues ya vengo desde hace 2010 y hubo muchos cambios en el país, en mi investigación, en el ambiente sonidero y en mi vida. Tal vez es difícil separarlos uno del otro. Me gusta estar en mi país e igual me gusta estar afuera. Siempre me he sentido bien en México desde el primer momento, pero tampoco he buscado un departamento para quedarme acá. Tengo el alma aventurera, parecido a Morelos, soy una viajante, quiero conocer y aprender. Y esto influye en mirada hacia un lugar, porque es una mirada de una visitante pero con conocimiento más profundo, nada turístico.
Hablando de México me pasa algo raro, porque entre más conozco más complejo me parece. Así no es en todos los lugares. A veces me siento como en casa aquí, a veces me pregunto qué estoy haciendo acá. Hay de todos modos un espíritu en México que me gusta mucho, pero hay que decir que mayormente pasé tiempo en el ambiente sonidero, es justo esa gente la que me encanta y que no me deja no dejar de regresar aquí. Me gusta platicar con ellos, me interesan sus ideas y formas de pensar, y siempre hay pláticas que me enseñan mucho sobre su país y la vida en general. Con otros ambientes, sobre todo la clase alta, para mí es igual de aburrida como ajena.
Esta no es la primera vez que tienes un acercamiento sonoro-musical con México, ¿podrías hablarnos de tus proyectos pasados?
Ojos Suaves es el cuarto libro que publiqué sobre los sonidos y la cumbia. Los anteriores son: El primer libro, Sonidero City, que es un volumen fotográfico sobre los sonidos de la Ciudad de México, de Monterrey y Barranquilla/Colombia. Se publicó en 2013.
El segundo libro, casi es la copia pirata o económica de Sonidero City en blanco y negro, impresa en la Ciudad de México por Panther Publicidades. Ese libro se publicó en 2013.
El tercer libro, La Colección de Panther, muestra la colección de volantes del movimiento de sistemas de sonidos del disco desde sus comienzos en México en la década de 1980, coleccionado por José Luis Lugo Hernández, propietario de Panther Publicidades.
Mi objetivo se amplió con el tiempo, con el plan de crear una serie de publicaciones en varias partes y a gran escala. Cada tomo de la serie es distinto e independiente. Los tomos entre sí construyen un entramado de relatos interconectados acerca de personas, rutinas, música, mundo y conocimiento. El conjunto de las publicaciones se basa en la investigación fotográfica y la grabación de conversaciones. Geográficamente, el proyecto abarca Latinoamérica, el Caribe y África central, de acuerdo a los caminos que tomó la cumbia.
¿Qué planes tienes en mente próximamente?, ¿hasta cuándo seguirás girando el libro?, ¿hay más proyectos en puerta?
Hay unas presentaciones en puerta el DF. Luego vuelvo a Suiza y espero regresar a México pronto para otra gira más con Ojos Suaves. Falta Guadalajara, Querétaro, Puebla… faltan muchos lugares. Me gusta mucho estar en gira y mi sueño sería andar de girar por toda Latinoamérica varios meses. Pero tengo otro proyecto en preparación, para un siguiente libro. Ese plan se realizaría en Colombia.
Si el lector está interesado, ¿en dónde puede adquirir Ojos Suaves?
En la Ciudad de México está de venta en la tienda del Museo del Chopo, en la librería Exit, la librería Casa Bosques y la tienda de discos Discodelic; en Monterrey en el espacio cultural Gargantúa. También se puede conseguirlo conmigo directamente, conectándose por mi correo electrónico: [email protected]
*Fotos: Cortesía Mirjam Wirz