Desde los márgenes que dividen a México y Estados Unidos, una nueva generación encontró en la música regional una forma de contar su historia. A partir del año 2000, jóvenes nacidos en ambos lados de la frontera crecieron escuchando corridos clásicos que hablaban de poder, tragedias y política, crónicas populares marcadas por el acordeón, la guitarra y el bajo.
Pero con la llegada de las redes sociales y el auge del spanglish como idioma cotidiano, esa narrativa dio un giro. A finales de la década de 2010, irrumpieron los corridos tumbados, una mezcla entre el regional mexicano y géneros urbanos como el hip hop y el trap. La calle, el lujo, el desamor y las vivencias fronterizas se volvieron protagonistas, siempre al ritmo de las guitarras sierreñas.
Fuerza Regida: cómo una banda de covers terminó conquistando la escena del regional urbano
De YouTube a los escenarios
Fue en este contexto donde Fuerza Regida encontró su voz. Lo que comenzó en 2015 como una banda de jóvenes tocando covers de Pedro Infante, Chalino Sánchez y Vicente Fernández en YouTube, se transformó en una de las propuestas más importantes del regional contemporáneo. Su sonido, crudo pero refinado, encontró eco inmediato entre el público mexicoamericano y latino en general.
Conformada por Jesús Ortíz Paz (voz), Samuel Jáimez (requinto), Khrystian Ramos (armonía), José García (tuba) y Moisés López (tololoche), Fuerza Regida logró imprimirle a cada canción un sello propio, irreverente y urbano, que no se parece al de ninguna otra agrupación del género. Sus letras, que hablan de amor, migración, esfuerzo diario y también de temas controvertidos como el narcotráfico, conectaron con una generación que buscaba verse reflejada en la música.
Viralidad, moda y honestidad
La agrupación también supo cómo habitar el universo digital. En plena era de TikTok, sus canciones comenzaron a viralizarse, y su estética urbana —mezcla de sombreros vaqueros con ropa de calle, sneakers y joyería— marcó tendencia. No solo se trataba de hacer música, sino de crear una identidad visual y cultural que hoy define a una gran parte del regional urbano.
A través de plataformas digitales y con el respaldo de millones de reproducciones, Fuerza Regida no solo se mantuvo vigente, sino que evolucionó hasta convertirse en un fenómeno.
De ferias a estadios
El camino fue largo y lleno de escalas: ferias, palenques, eventos locales en ciudades como Houston, Chicago, Los Ángeles, Monterrey o Tijuana. Pero poco a poco, su nombre comenzó a aparecer en los grandes carteles.
En 2020, fueron nominados a los Billboard Latin Music Awards con el álbum Del Barrio Hasta Aquí, presentándose en la Allstate Arena de Illinois. Luego vinieron los Premios Juventud 2023 con el éxito Sabor Fresa y su participación en Premios Lo Nuestro junto a Grupo Frontera con Bebé Dame. Para 2024, Fuerza Regida finalmente obtuvo el galardón a Álbum Regional Mexicano del Año con Pa’ las Baby’s y Belikeada.
El Estadio GNP: una nueva cima
Ahora, el próximo 26 de julio, Fuerza Regida vivirá uno de los hitos más importantes de su carrera: un concierto en el Estadio GNP Seguros de la Ciudad de México. Con capacidad para más de 10,500 personas, este recinto ha visto pasar a las figuras más grandes de la música nacional e internacional. La presentación no solo simboliza un triunfo artístico, sino una validación del movimiento que representan.
No es solo una banda que canta corridos modernos. Es una banda que representa a toda una generación que creció entre dos culturas, que luchó por encontrar su lugar en un país y en un género, y que ahora lo celebra en uno de los escenarios más grandes de Latinoamérica.
El eco del barrio sigue sonando
El viaje de Fuerza Regida no termina aquí, pero el paso por el Estadio GNP será un momento decisivo. Para quienes han seguido su carrera desde los covers en YouTube hasta las giras internacionales, esta presentación será algo más que un concierto: será un homenaje a la perseverancia, a la identidad y al poder de contar tu historia sin filtros. Consigue tus boletos aquí
Y si el clima decide sorprender ese día, que la lluvia sea solo un pretexto más para cantar a todo pulmón y reafirmar que, cuando se tiene talento, carisma y verdad, el barrio sí llega al estadio.
