Seré totalmente honesto, la primera vez que escuché a DRIMS no les tenía mucha fé.

Sí claro, tienen ritmos frescos y nostálgicos a la vez, la voz es tan soñadora como sus letras, y se nota, por la manera en que tocan, que existe una muy buena química entre sus integrantes, pero algo me hacía falta. Quería saber por qué si su música habría de ser realmente disfrutable, no la estaba disfrutando tanto.

Así que hice un poco de investigación y más allá de escuchar sus rolas, me adentré en su historia. Lo que descubrí no lo podía creer, ¡los integrantes de la banda son unos chavitos!

Tuve que fijarme mejor en las fotos que encontré de ellos en Spotify para cerciorarme de esto. A este descubrimiento vino un cuestionamiento aún más grande: ¿Por qué suenan como una banda madura?

Quiero aclarar que por “madura” no me refiero a que se encuentren consolidados o que tengan un fanbase impresionante, pero sí al hecho de que para ser tan chavillos y pese a su breve carrera ya suenan como a esas bandas que van amarrando un estilo propio, algo diferente.

Este tipo de experimentación y propuesta es normal verlo en bandas con años y años de trabajo que al final resultan en la clásica opinión dividida y terminan convirtiéndose en héroes o villanos.

¿De cero a héroe?

A lo largo de mi vida he conocido varias bandas amateur, de esas que se arman en secundaria o en la prepa y que tocan en garages, azoteas, o en el patio de la casa de cualquier amigo en común.

Siempre se nota en sus integrantes este deseo de poder crecer, de pulir su sonido, presentar nuevas propuestas y el sueño de, quizá, algún día poder tocar en grandes escenarios.

Para ser sinceros, muy pocas de estas bandas siguen unidas, una que otra rareza logró llegar a los servicios de streaming. ¿Lograron sonar con el paso del tiempo tan maduros como DRIMS?, probablemente no, pero habría que darles el beneficio de la duda.

DRIMS

DRIMS ya es una de esas bandas que no son sólo conocidos en la escena under, rápidamente se han estado haciendo notorios en la escena nacional, algo raro para una banda tan joven.

Por ello hay que seguirlos de cerca. Su debut ha causado gran expectativa y la verdad se nota que tienen mucho más que dar para lograr demostrar que más allá de ser unos morros que estuvieron en el lugar y momento indicado, son verdaderamente un grupo talentoso que podría traernos muchos más éxitos.

Después de conocer un poco más de ellos tuve este sentimiento esperanzador; les tuve fé.

Son el ejemplo de lo que quise ver lograr a esas bandas que disfrutaba en fiestas de la prepa, me quedó claro que no solo transmiten esta nostalgia, sino que también son parte de ella.

DRIMS podría ser parte de la ola de grandes talentos que viene de Monterrey y seguramente estaremos escuchando mucho de ellos durante los próximos años.

Mientras tanto, no se queden con las ganas de conocerlos, la banda tendrá un show en el Caradura el próximo 2 de Diciembre, un evento para revivir junto con ellos las memorias más añoradas de nuestra juventud, entre amores platónicos y borracheras.