Fotos: Óscar Villanueva Dorantes / Cortesía
Una noche templada de viernes acompañaba el fervor de disfrutar un buen concierto y así fue, un día antes de presentarse en Guadalajara para el Festival Coordenada, El Columpio Asesino ofreció un concierto en El Plaza Condesa digno de recordarse.
Sinceramente era la primera ocasión que visitaba este recinto que ha maravillo a más de uno por su diseño arquitectónico y por supuesto la calidad sonora que ofrece. El espectáculo tuvo un pequeño retraso, pero eso lo agradeció la audiencia que sufrieron retraso, porque transportarse en viernes por la noche en semana de quincena resulta más complicado que de costumbre.
“Babel” dio inicio al espectáculo, la gente recibió el levantamiento del telón con gran euforia, cantando o bailando, solo o con compañía, este arranque fue monstruoso. Siguió el espectáculo y lo que llamó poderosísimamente mi atención fue la manera en que los integrantes saben hacer lo que les corresponde, es como si cada quien tuviera su espacio sobre el escenario y no les interesa la actuación individual del compañero de banda. “Entre Cactus y Azulejos” sonó en la noche, la manera excelsa de interpretación realizada por Cristina enamora a más de uno –al menos a mí me cautivó-, es una artista que a pesar de su sensualidad tiene una voz que traspasa las sensaciones carnales de los escuchas. El show iba de forma ascendente a punto de reventar y “Ballenas muertas de San Sebastián” nos lo demostraba, la gente la coreaba, brincaba se desbordaba. “Edad Legal” continuó con el setlist de la velada donde el momento especial de esta rola fue cuando Iñigo –tecladista- dio un solo de trompeta que provocó la ovación de todos los espectadores.
Esta rola gestó el climas del concierto, pues la banda española interpretó “Diamantes” y todo el Plaza cayó rendido, todos cantábamos con euforia, cada palabra, cada estrofa retumbaba en las paredes del lugar lo que provocó que Cristina dijera “que el público mexicano es el mejor” –y la neta si-. Continuaron con “Perlas” y noquearon con “Toro”. Las luces se desvanecieron y desaparecieron del escenario, la gente no estaba conforme con esto, pedía más, les gritaban que volvieran, que querían más y los Pamploneses hicieron caso y subieron para ofrecer el desenlace del concierto donde no fue lo que se esperaba y no lo digo por la manera de tocar en este encore, sino porque la rola en turno presentó fallas de sonido, disminuyendo la emotividad del momento pero eso no impidió que el final fuera majestuoso “Vamos” el cover a Pixies derrumbó a todos haciendo una dignísima re interpretación que nos recordó la cita que tenemos con Pixies en el Corona.
Las luces del escenario se apagaron, ellos agradecieron, la gente después de una lluvia de piropos y aplausos despidió a los españoles y se dejó salir del lugar. El camino a casa fue feliz, donde concluí que El Columpio Asesino es de las bandas actuales que más me gustan.
¿A ustedes que les pareció este concierto?