El nuevo material de RASE X, Ya no tengas miedo, Chupapi, no es simplemente un disco; es un manifiesto generacional envuelto en ruido de calle y sinceridad brutal. Disponible desde el 24 de octubre, este proyecto se presenta como un punto de quiebre en la música contemporánea mexicana, alejándose de la fastuosa fantasía del éxito rápido que domina hoy la escena.
El artista multidisciplinario Fernando Rasé, guionista con reconocimientos como el Premio Aura 2024 por la serie VGLY de HBO MAX, reafirma su voz creativa cruzando la música, la escritura y la vida urbana mexicana. Con Chupapi, RASE X lleva el pulso de la Ciudad de México a un territorio emocional donde la nostalgia se encuentra con la rabia y la ternura de quien se atreve a mirar hacia adentro.
El ruido de la verdad sin filtros
La obra es una sátira audaz contra el simulacro y el exceso. Para RASE X, el género urbano —hip hop, trap y regional— se ha convertido en la “pastilla azul de la Matrix”, un sedante para mantener a la audiencia dormida en la ilusión. Ya no tengas miedo, Chupapi es, por el contrario, la pastilla roja: el despertar incómodo.

La honestidad de esta propuesta se sostiene en un manifiesto de producción sin concesiones: no hay auto-tune, el humor es un filtro indispensable (“Si no nos da risa la barra, no la grabamos”) y la estética sucia de las grabaciones caseras se celebra como signo de autenticidad. Producido junto a Fermín Sánchez, el álbum valora el error como huella de vida.
“Aquí vale más un moretón que todas tus cadenas y tus likes. El moretón es real, duele, te recuerda que estuviste vivo,” sentencia RASE X, desmantelando la vacuidad de lo material frente a lo vivido.
Nostalgia, ansiedad y el último acto de amistad
El sonido es un crisol que mira con respeto al pasado, trayendo a la mente ecos de Zoé, The Verve, Molotov o The Smashing Pumpkins, pero lo tritura bajo una sensibilidad actual influenciada por proyectos como Rusowsky, Dillom o Kevis. El resultado es una mezcla orgánica que fusiona el desahogo emocional del indie con la crudeza poética del hip hop.
Los sencillos de adelanto ya habían marcado el tono de la herida central del disco: Vanilla Sky envolvió la atmósfera melancólica; Se me acaba el tiempo expuso la ansiedad ante la fama y el crecimiento; pero fue Te voy a extrañar, que aborda la pérdida de un amigo, la que abrió la puerta a ese despertar interior que define el álbum.
Ya no tengas miedo, Chupapi abraza la vulnerabilidad como único acto auténtico de resistencia en estos tiempos. La narrativa se enfoca en la cruda después de la fiesta: el momento en que el ruido se apaga y solo queda la ansiedad, las deudas y la necesidad de un amigo que se queda cuando la gloria se desvanece.
Un universo que rompe el molde
El disco no se conforma con ser solo música. Su lanzamiento marca el inicio de un universo transmedia que amplificará su mensaje. Ya se encuentra en desarrollo una serie de televisión, actualmente en conversaciones con plataformas, y un libro de relatos y confesiones inéditas, previsto para diciembre de 2025, que expandirá la narrativa emocional.
Este es el manifiesto de un creador que, a los 35 años, busca ser dueño de su arte y sus palabras. Fernando Rasé inaugura con RASE X una etapa más libre y cruda de su obra, que no busca ser de protesta, sino de reconciliación con la propia imperfección. Se acabó la fantasía. Lo único real es el moretón y el amigo que no se fue.








