Por: @J_Ismael_ Canales
Una noche húmeda y fresca y un Plaza Condesa a tres cuartos de capacidad, fueron testigos de la segunda presentación de Sleigh Bells en México.
El reloj marcaba 9:20 pm cuando la guapísima Alexis Krauss, Derek Edward Miller y sus músicos de soporte, asaltaron el escenario del venue de la condesa, tomaron sus instrumentos y se presentaron con ‘Minnie’, tema fuerte que levantó el alarido de los fans y comenzó a convencer a los escépticos y curiosos.
Las guitarras no se detuvieron ni para dar espacio a un respiro, ‘Comeback Kid’ fue el primer tema que el público asistente se encargó de corear de inicio a fin, uno de los favoritos, que, junto con ‘Tiger Kit’ se enlazó al primer tema haciendo un medley energético y potente.
La música se detuvo, Alexis Krauss tomó el micrófono y comenzó a hablar en un español casi perfecto. “Buenas noches Plaza Condesa, ¿Cómo están? (…) Es nuestra segunda tocada aquí en México, la primera fue en el Corona Capital”
Después de un breve discurso donde se reflejaba una emoción incontenible, ‘Crown Of The Ground’ se escuchó resonar en el inmueble, mientras que unos fanáticos de primera fila se ponían eufóricos al ver a Alexis Krauss bajar del escenario, subirse en la valla y cantar a escasos centímetros de ellos, otro gran momento de esta presentación.
‘Bitter Rivals’, ‘Love Sick’, ‘Kids’ cada tema era un performance de Alexis y danza desenfrenada, tanto rudo al estilo hip hop como sensual y delicado, mientras que Derek nos mostraba que no son necesarios riffs elaborados y solos de gran dificultad o cuerdas tocadas a la mayor velocidad posible para poner a brincar, gritar y bailar al público.
Sobre el escenario todo era poder, algunos temas nos recordaban por momentos a algún tema genérico de metal, rasposo, potente, ruidoso, de gran interpretación vocal. ‘Demons’, ‘Born To Lose’, ‘You Don’t Get Me Twice’ y ‘Riot Rhythm’ dejaron en claro que ver a Sleigh Bells en vivo es una experiencia completamente distinta, llena de adrenalina y fuerza.
‘Infinity Guitars’ fue por mucho el tema más disfrutado por la audiencia y la pieza con la que los estadounidenses se despidieron y abandonaron el escenario.
El ya clásico y al parecer obligatorio “Olé, olé, olé, olé…” invitó a la banda a volver al escenario y después de un minuto, a lo mucho, Krauss, ahora ataviada con una sensual bata de boxeo, Miller y compañía volvieron a tomar sus instrumentos para interpretar ‘Young Legends’, ‘Sing Like A Wire’ y ‘AB Machines’, tema con el que Sleigh Bells se despidieron agradecidos con el público y con un gesto de satisfacción en el rostro, pasaron la prueba.
Alrededor de las 10:10 pm las luces se encendieron de nuevo y todo volvió a la normalidad, ese huracán de baile, guitarrazos, rimas y potentes golpes de batería había terminado, fue un show breve pero ameno, bueno, a secas, quizá porque una pequeña parte del público eran fans from hells de la banda y la mayoría eran curiosos que no esperaban nada y se vieron recompensados con un buen espectáculo y una guapísima Alexis Krauss.