En realidad no debería contar como uno, en palabras de sus integrantes, nunca se separaron, solo fue una pausa para pensar todas las sorpresas que nos tenían preparadas. El Sala vibró con ellas pero más allá del venue, nuestros corazones de adolescente gritaron hasta dejarnos afónicos.
No era una fecha fácil, habían tenido dos sold outs en Caradura, ¿serian suficientes para llenar el Sala? Aún más grande, ¿era suficiente para una generación completa que creció con la música de Insite? La respuesta sin dudar es SI.
Al llegar al venue parecía no tener mucha gente pero la sorpresa estaba adentro, todos habían llegado temprano, algunos por el meet & grey, unos más por el ansia de ver el, mal llamado, regreso que todos necesitábamos.
Quizás somos exagerados, no pasó un año siquiera de la ruptura con Konrado pero la espera por música nueva ha parecido eterna.
Enorme detalle regalar a cada asistente su EP en físico: solo son 4 canciones; pero es la cantidad justa para saber que la banda aún tiene mucho que ofrecer y que las promesas de un nuevo LP podrían volverse realidad pronto.
Adentro los murmullos sonaban, las teorías, la explicación de quien es Aurum y porque su vocal ahora esta con Insite. Sobre todo había una emoción particular y como maquina del tiempo el Sala nos había vuelto adolescentes una vez mas. La noche avanzaba y aunque Sierra Leon tuvo un buen recibimiento, su presentación pareció fugaz.
Esperábamos confirmar algo importante: una de nuestras bandas favoritas seguía activa y mejor que en varios años.
Los chicos del staff, que les debemos tanto, se movían en el escenario, conectaban y probaban los instrumentos, botellas de agua, el setlist. ¿Qué canciones esperan todos? Ya no teníamos tiempo de pensar; las luces se habían apagado.
La banda comenzó a subir al escenario y la respiración se había ido unos segundos, los primeros acordes y luego gritos ensordecedores. Aquél que diga que no gritó el 28 de febrero en Sala seguro miente, era inevitable.
Los nervios en Tano se notaban, no eran sus canciones, no originalmente, pero las sentía como todos los presentes.
La diferencia de vocalista no existe, es como si conociéramos su voz de siempre, aunque en las canciones nuevas es donde más cómodo se notaba, entre el público se escuchaban varias veces las peticiones de algunas canciones de Aurum, su sonrisa era la respuesta correcta.
19 canciones fueron las que hicieron feliz a un Sala que si no fue sold out estuvo cerca, se mantuvo la energía de un Palacio de los Deportes, pero que sobre todo nos transportó por unos instantes a un 2007.
Ese set nos confirma que no importa lo que pase, tenemos Insite para rato, ojala ese rato hubieran sido otras dos horas de show, nos hubiera encantado.
Quizás el emo murió (o no), lo que si esta intacto es la madurez de la banda, la amistad que se siguen demostrando arriba y abajo del escenario y el eterno amor hacia los fans. Aquellos que han resistido mas de una vez que les rompan el corazón porque están seguros que Insite volverá las veces que sean necesarias.