Cada color, textura, cualquier fragmento de vida o bien distintas propagaciones que evocan a un estímulo perceptual adquieren múltiples valoraciones significativas que dependen de una época, comunidad o circunstancia individual.
Gorillaz es un proyecto que empleó toda herramienta tecnológica para tener presencia en un universo ficticio. Basta solo una propagación de ondas electromagnéticas que se emiten a través de la luz de una pantalla para visualizar imágenes que se conforman a partir de la unión de píxeles.
Desde 1998 la agrupación digital tuvo lugar en el mundo virtual a partir de una animación aliada a una armonía sonora con tendencia hacia el electro-pop, hip hop y rock alternativo por Damon Albarn y Jamie Hewlett.
Con lo anterior dicho, queremos proporcionarte un par de herramientas que consoliden una aproximación a la intención simbólica-significativa que guarda entre líneas Dirty Harry, el sencillo de una de las bandas más icónicas de inicios del milenio hasta nuestros tiempos.
Dirty Harry y el mensaje que guarda entre líneas
Si bien es cierto, que desde un primer momento tras el lanzamiento de su debut homónimo (2001) fueron el foco de atención, pudimos encontrar temas bien armados, con vídeos tan jocosos como extraños, cargados de ironía y carisma.
Aparentemente estábamos ante un trabajo que buscaba impactar y entretener de la manera más bizarra posible, pero es cuatro años más tarde, en el 2005 cuando el cuarteto animado lanza “Demon Days” un material fenomenal que no se limitó a seguir haciendo gala de su vanguardismo estético y rompe paradigmas, sino que su base narrativa fue y sigue siendo bastante compleja y puntual respecto a la situación social que también evolucionaba o ¿Convulsionaba?
En Demon Days se abordan temas como la guerra, conflicto y violencia en el que uno de los cuatro elementos naturales (fuego) se intensifica; incluso se presencia un rumbo hacia la adoración de una deidad. Donde la animación que lo constituye involucra una creatividad amplia para entablar aquella particularidad temática.
Dirty Harry es el tercer sencillo de ese álbum, fue nominado a los Premios Grammy y además tiene una película dirigida por Don Siegel.
Lo acompañó un vídeo que tuvo gran auge promocional. Consta de un escenario real, conformado por dunas desérticas, un vehículo de guerra, una víbora y la aparición del rapero Bootie Brown con un traje de la Segunda Guerra Mundial. También se observa en versión animada, un grupo de niños y bajos recursos que expresan la necesidad de un arma. Ya que las circunstancias sociales los han orillado a eso para mantenerse a salvo. En cambio Boddie enuncia “El fin de la guerra” y con ello, salta la única necesidad nostálgica que debe existir entre los niños como lo es bailar.
La canción concluye con el mismo coro de niños cantando las palabras “Necesito un arma, para cuidarme de cualquier daño” y aquí, de manera poética, deliberada o como quieran pensarlo, se revela el concepto del tema en sí mismo: Es una caricatura, mostrando el terror y lo despiadado de la acción militar. En este sentido resulta bastante duro como la inocencia y el verdadero sentido de la vida para un niño es arrebatado por los conflictos políticos y sociales que resalta la desigualdad y las violencias sistemáticas que se viven día a día en muchos rincones del mundo.
Aunque en primer instancia el tema hace clara alusion al conflicto bélico o mejor dicho, invasión norteamericana perpetrada al territorio iraquí post 9/11 y como la nación enviaba a su gente a territorio extranjero a morir en medio de intereses petroleros, reflejado en las líneas: “Soy un señuelo amante de la paz listo para las represalias”, plasmando el punto de vista de un soldado enviado a combatir o “La guerra acabó, o así lo dice el altavoz con el traje de aviación”, aludiendo al discurso televisado de “Misión Cumplida” de George W. Bush. Realmente no hace falta hacer un análisis denso para darse cuenta que en este álbum las referencias a las infancias perdidas abundan y en consecuencia, el detrimento de nuestra propia humanidad, véase el ejemplo más evidente en “Kids with guns” (canción supuestamente basada en la historia de un compañero de clase de la hija de Albarn, que llevó un cuchillo a su escuela)
De una manera u otra, Demon Days sirvió para una banda de integrantes animados a ser el medio para hablarnos en cada uno de estos tracks sobre el ambiente de inicio del milenio, mismo que olía a sangre, tierra, saqueo, combustible, muerte, aniquilación ambiental, destrucción de inocencias y violencia, algo que tan lamentable como posible, seguirá ocurriendo bajo diferentes contextos, pero manteniendo las mismas (o peores) repercusiones.