Hay una zona del techno que no pertenece al club ni al cuerpo, sino al espíritu. Un territorio donde el pulso no busca hacernos bailar, sino conectar con algo más antiguo, más esencial. Desde esa intuición nace Tomorrow Comes The Harvest, el proyecto colaborativo del legendario Jeff Mills junto al percusionista indio Prabhu Edouard y el tecladista Jean Phi-Dary, que llegará este año a MUTEK México 2025 para recordarnos que el ritmo también puede ser una forma de meditación.
Cuando el techno se vuelve ceremonia
En los albores del techno de Detroit, Jeff Mills ya hablaba de cosmos, de energía, de espiritualidad. Su música siempre estuvo más cerca del trance que de la pista de baile: una secuencia infinita de loops que parecen girar como planetas alrededor de un eje invisible.
Pero en Tomorrow Comes The Harvest, ese impulso alcanza una nueva dimensión. Aquí, el techno se desprende de la máquina para abrazar la improvisación; se abre a la respiración humana del tabla, a la vibración orgánica del piano, al diálogo libre entre tres fuerzas que parecen invocar algo que trasciende el sonido.
No hay estructura fija ni compás que dicte el camino. Solo la pulsación —repetitiva, hipnótica, profundamente espiritual— que construye un espacio ritual donde la música se convierte en lenguaje de conexión.
La cosecha después del silencio
El nombre del proyecto parece una metáfora sobre el tiempo: Tomorrow Comes The Harvest —el mañana llega para cosechar. En cada presentación, Mills, Edouard y Dary siembran el caos y la calma, la precisión del sintetizador con el temblor humano de la percusión.
La música avanza como un mantra electrónico que se expande y se contrae, recordándonos que todo pulso rítmico, en su esencia, es un latido.
No es casual que este diálogo surja entre artistas de distintas tradiciones. En un mundo que parece girar cada vez más rápido, su propuesta nos invita a detenernos, a escuchar el pulso interno que compartimos, y a reconocer que incluso la tecnología puede ser un puente hacia lo sagrado.
De la máquina al espíritu
Lo que Mills propone con este proyecto es una reconciliación: la del hombre con la máquina, la del ruido con el silencio, la del ritmo con la contemplación.
En MUTEK MX 2025, su presentación será más que un set: será una ceremonia contemporánea, una meditación colectiva hecha de frecuencias, tablas y sintetizadores que se entrelazan como si fuesen rezos digitales.
Porque el techno, cuando se libera de la noche, puede volverse amanecer. Y cuando el sonido deja de buscar el control del cuerpo para tocar el alma, entendemos que la verdadera revolución de la electrónica no está en el BPM, sino en la capacidad de hacernos sentir parte de algo infinito.
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