Emma Bosworth 🇦🇺

Con “Nightstand”, Emma Bosworth despliega una estética sonora que dialoga entre lo introspectivo y lo indómito. Su voz —dirigida aquí a una polilla— sostiene una atmósfera melancólica que mezcla herencia punk, sensibilidad madura y una curiosidad creativa en permanente movimiento. Bosworth se ha forjado en escenarios tempranos y ruidosos, y hoy canaliza ese espíritu en un lenguaje más pulido pero igual de inquieto, capaz de ampliar los contornos del indie australiano.

Kingdom Flow Riders 🇺🇸

“Holler Jesus” se inscribe dentro de una tradición espiritual que fusiona raíces sureñas, energía comunitaria y una devoción expresiva que busca tanto elevar como conmover. Kingdom Flow Riders proponen una lectura contemporánea de los himnos religiosos estadounidenses, guiada por guitarras luminosas, coros potentes y un impulso rítmico que transforma la fe en movimiento. Su sonido se sostiene en la intención de conectar, de abrir un espacio donde lo emocional y lo ritual conviven sin fronteras.

Anja Churchill 🇸🇪

“La Bohème” revela el mundo íntimo y expansivo de Anja Churchill, una artista que entrelaza narrativas profundas con una voz etérea capaz de suspender el tiempo. Con un pie en la tradición del jazz de los años treinta y otro en las armonías folk de los sesenta, su sonido explora temas de pertenencia, memoria y las conexiones invisibles que sostienen la vida. Tras mudarse a la isla de Gotland, Churchill encontró un refugio creativo donde dio forma a su EP debut, Children of the North, una meditación luminosa sobre los ciclos vitales y la herencia emocional.