Lograr la adaptación de una novela a la gran pantalla, que cumpla con los requisitos de todos el público, es prácticamente imposible. Hay casos como The Godfather que la cinta supera al libro, pero también hay casos como el de Eragon, que la película no le llega ni a los pies a la novela.
Te presentamos este top con las peores adaptaciones cinematográficas de libros
Eragon
Se estrenaba un 15 de diciembre de 2006 de la mano del director Stefen Fangmeier como una de las películas más esperadas del año. Llegó para batir todos los récords de taquilla y se convirtió en uno de las peores películas de ese año. Una cinta que, según la crítica, quiso satisfacer a todos los públicos, obteniendo un efecto totalmente contrario, pues la trama era pésima y muy predecible. Lo que pudo haber dado lugar a una serie de cuatro películas, acabó afectando a la venta de ejemplares de uno de los libros más vendidos de aquel entonces.
The Golden Compass
Fue un éxito taquillero, y eso no significa una buena adaptación, llegó a los cines el 5 de diciembre de 2007, de la mano de su director Chris Weitz y con un elenco de primera. Sin embargo, ni el mismísimo Daniel Craig, ni la propia Nicole Kidman junto a Christopher Lee, pudieron sacar adelante esta película inspirada en la novela de Philip Pullman. La profundidad y complejidad de la historia original quedaron relegadas a un segundo plano en una cinta simple que se aproximaba a lo infantil.
The Mortal Instruments
Un mundo es lo que hay entre el libro y la película ya que más que un adaptación, agarra sólo los elementos centrales de las novelas y los lleva a la gran pantalla de una forma nada precisa y poco entretenida.Lo que dio como resultado una de las peores películas del 2013, muy mal editada, actuada y una de las tramas más absurdas posibles.
Percy Jackson
Estas novelas, especialmente dirigidas a un público juvenil, han sido traducidas en más de 30 idiomas. Quisieron ser el siguiente “Harry Potter” en libros, lo lograron por dos meses. Los libros son buenos, la adaptación, no mucho. Es algo triste porque es la cinta que nos introdujo a Logan Lerman y a Alexandra Daddario. Dirigida y producida por el conocido Chris Columbus (ven como querían ser el siguiente Harry Potter), el guion se aleja muchísimo de los libros , solo agarra su trama central y la expone de una forma muy diferente.
The Hobbit
Esta trilogía, que comenzó con The Hobbit: An unexpected journey, dirigida por el mismo Peter Jackson, y que llegó a la gran pantalla un 12 de diciembre de 2012, es el claro ejemplo de que las cosas no hay que forzarlas. La película en sí, no decepciona, especialmente la primera, el problema fue convertir un libro de menos de 300 páginas en tres películas de las largas. No es de extrañar que la industria cinematográfica quisiera sacar el máximo rendimiento a la trama tras el éxito de The Lord of the Rings, pero en este caso, menos hubiera sido más.
Twilight
Sabían que esta saga iba a estar aquí. Un 5 de diciembre de 2008 aterrizaba en los cines esta adaptación dirigida por Catherine Hardwicke basada en la novela (que de por sí como libro es pésimo también, perdón alguien tenía que decirlo) de Stephenie Meyer bajo el mismo título. Realmente nunca se ha llegado a hablar de un mala adaptación sino de una mala producción, llegando a catalogarse todas las cintas de la saga, entre las peores películas del cine. Un fenómeno adolescente que tuvo defensores y haters por igual. Algo bueno salió de esas cintas, y fue Robert Pattinson. Quien actualmente es uno de los mejores actores de la actualidad, y si no me creen, vean sus cintas post-Twilight como: The Lighthouse, Good Time, Cosmopolis, The Rover, The Lost City of Z. Sobre todo esas dos primeras.