Fotos Cortesía: OCESA
Por fin, y luego de una gran expectativa, este fin de semana se llevó a cabo uno de los festivales de música electrónica más grandes de nuestro país, el Electric Daisy Carnival (EDC México 2015), que por segunda ocasión se preparó para hacer vibrar a un todos los aficionados de la música electrónica, en sus diferentes variantes, gracias a los cuatro escenarios que se instalaron para poder disfrutar de un carnaval lleno de fiesta y colorido de neón.
El acceso desde el sábado mostraba un público emocionado, uniformados en ropa ligera, bronceados fuertes y atuendos estrafalarios, los cuales se emocionaban y empezaban a bailar desde la dos de la tarde, hora en a que se empezó a girar la tornamesa y se dejaban escuchar los nada tímidos beats que auguraban un buen día, desde ese momento se podía apreciar que las variantes de este género convivían de buena forma, ya que sus escenarios permitían la diversidad y satisfacción a todos los gustos, Neon Garden, tenía un espacio pequeño en la sombra, que permitía dar un aire más íntimo y daba pie a escuchar variantes como house y techno, Mayan Warrior es un carrito alegórico lleno de luces, fuego y bocinas, que daba espacio a artistas emergentes nacionales, Circuit Grounds era una jungla de luces y pantallas en donde se podía apreciar a artistas como Fallen, Noisa o Excision y más representantes del trance, pero sin lugar a dudas el plato más fuerte, Kinetic Field, la famosa catedral electrónica es todo un deleite desde que se le puede apreciar, sus pantallas led que asemejan vitrales de una iglesia, sus enormes búhos con ojos cambiantes, fuentes de agua, lanzallamas, y fuegos pirotécnicos, son el porqué la mayor cantidad de gente se quedó en sus “verdes praderas”.
En un momento del día, y para buena suerte de los asistentes, el sol se ocultó y esto permitió que la gente bailara y disfrutara del show de mejor forma, que para más adelante ayudaría a que el baile no cesara, cuando Henry Fong subió al escenario, en punto de las cinco de la tarde, aquello se había convertido en una fiesta genial, dejando un gran ambiente hasta que GTA terminó su set, lo cual dio pie a que se realizara un performance, mismo que se llevó a cabo durante ambos días y consistía en pequeñas cortinillas de música y visuales que contaban una historia que progresaba entre lapsos de los DJ.
Todo iniciaba con un sombrerero que entraba al escenario y pronunciaba un discurso sobre la celebración de la noche y la tecnología, luego se veía como lentamente un búho se apoderaba de la parte más alta de los vitrales de la catedral, lo que desencadenó a una enorme explosión de fuegos artificiales, al término del set correspondiente, se podía apreciar una explosión de fuego y humo, que asimilaban una avería en la estructura, por lo cual un viejo de barba larga salía a la mesa de DJ´s y nos lleva a emprender un viaje digital en donde visitamos la guarida de un conejo, que resulta ser un enorme espacio sideral, y sin un motivo más que el de celebrar la vida en general, todo regresa a la normalidad y permite que los headliners realicen sus actos.
Durante el primer día se pueden recordar actos espectaculares como, un ejemplo claro, The Cahinsmokers, que desde el principio deshacían a su público a base de beats desenfrenados, poco a poco los visuales impresionaban más, mucho de ello gracias a los juegos de luces, que demostraban que de noche los escenarios lucían mejor, la gran particularidad, para los no familiarizados, fue el movimiento de los DJ, quienes se preparaban para subir al escenario de forma continua, por lo cual el baile nunca paró y la música no se detuvo hasta altas horas de la madrugada, así se fue lentamente la primera noche con la siempre satisfactoria presentación de Diplo y Skrillex con Jack Ü, culminando un día lleno de fiesta, baile y desenfrene, simplemente, sensacional.
El domingo las cosas cambiaron un poco, los dispositivos de seguridad se desplegaron más cuidadosamente, lo que auguraba un número mayor de persona, lo cual sucedió, se podía apreciar como poco a poco llegaba más gente, hasta que a lo largo de la noche se notaba un lleno total en diferentes escenarios. Las secuencias se empezaron a soltar a partir de las dos de la tarde y se notaba gente con toda la actitud de bailar y enfiestar a gusto, otros más, se veían con cara de redención y bebidas energéticas, pero todos sabían que los mejores actos ocurrirían este día, por ende, el ánimo no ceso, aunque a diferencia del primer día, el sol dio mucha batalla y mermó al los asistentes , la vibra se soltó un poco cuando el atardecer pintaba el cielo del ocaso y New World Sound se apoderaba del espacio sonoro, con una mezcla explosiva que prendió a la concurrencia, dejándolos fresquecitos para que 3lau balanceara el asunto con sus sonidos, rematando su set con dinamita pura, en ese momento el sol bajó lo suficiente para poder acercarse al escenario y dejar que la música se apoderara del cuerpo, con ritmos más relajados y muy house, cortesía de Oliver Heldens, tantos conceptos musicales brindaban un contraste disfrutable que permitía continuar bailando hasta llegar al final del show .
Durante la presentación de Arty, se empezó a notar un mayor nivel de desenfreno entre asistentes, y como no hacerlo, con su mezcla de éxitos fenomenal que se apagaba al color de la noche, cediendo el paso a Tommy Trash, al cual le debemos hacer una mención honorífica por llenar el Kinect Field durante su presentación, así como poner a bailar con sus sonidos espesos y beats agresivos, que pareció encantar al público.
Pero la noche perteneció a tres personas en específico, el primero inició con visuales diferentes a los que habíamos apreciado antes, personalizados, con gran energía deleitó a los fans que corearon, portaron banderas y se deshacían con su nombre, R3hab, quien se dedicó de buena forma a lo suyo. El segundo, un viejo conocido, al cual se le notaba bastante emocionado, con mucha energía y tintes nuevos animó a la gente, pero sin olvidar su pasado recordó los éxitos que le dieron popularidad y el renombre que tiene ahora, Tiesto, terminó su show entre coros, explosiones de fuegos artificiales e iluminación sin igual. Finalmente subió a cerrar labores musicales un francés que a pesar de sus éxitos radiales y estatus de mainstream, demostró con creces que sus mezclas y espectáculos en vivo se mueven en sonidos más fuertes y combina su lado comercial con la electrónica más explosiva, haciendo un show que sacó las últimas gotas de energía entre los asistentes, a los cuales les volaron la tapa de los sesos con los espectaculares efectos visuales de David Guetta, dando por concluido un fin de semana que muchos recordaran por un largo tiempo y que seguramente hoy, no podrán ni aguantar, pero lo bailado, como bien dice, nadie te lo quita.
La idea de nombrar a sus asistentes como Headliners, habla de una ideología que repercute directamente en su organización, por la cual mucho del éxito del EDC se pudo lograr, alrededor de todo el festival te encontrabas con personas vestidas de morado, que se hacían llamar Ground Control, te daban mapas y te ofrecían ayuda en caso de cualquier duda, sus zonas de mayores de edad y distribución del espacio de ventas, así como los baños, ayudaron a exprimir el jugo del lugar, además de esto entre los escenarios se podía apreciar a su famosos personajes, quienes jugaban con el público y no dudaban en tomarse fotos con los asistentes.
Las otras áreas que ofrecía el lugar ayudaron a que la gente se relaja, pudiera descansar de tanta fiesta, comiera algo con comodidad o se distrajera con los juegos mecánicos y curiosidades que rondaban por el Autódromo Hermanos Rodríguez. Brindando la mejor experiencia y haciendo nostálgica la despedida de los hermosos campos de neón que durante dos día fueron un espacio de recreación como pocos se han visto.