Fotos y reseña por: Daniel Durán M. | @ReptarK
Son, baile y sudor, fueron los adjetivos de lo que se vivió en el Plaza Condesa tras el concierto de “La Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio” celebrando sus 30 años de carrera musical y dando inicio a su gira “XXX años de paz y baile”.
En el público se podían observar niños acompañados de sus padres, los cuales compartían la misma emoción de aquellos que vestían el traje de “pachuco” para corear a su banda favorita. En punto de las 9:10pm se apagaron las luces del lugar y salió la agrupación al escenario, los 4 residentes de la Maldita Vecindad estaban presentes: Roco, Aldo, Pato y Sax.
Comenzando el baile con su ya famoso “Solín”, continuando con clásicos como “Bailando” y “Pata de perro”. Roco, vocalista de la banda no se cansó de dar su mensaje de paz y de transmitir al público un golpe de energía con sus bailes, brincos y cantos, invitándolos a rechazar toda energía negativa y al mismo tiempo reflexionar sobre la política, crisis de el país, la naturaleza y el amor al prójimo.
La pantalla detrás mostraba vídeos musicales de la banda conforme sonaban los instrumentos, se pudieron apreciar fotografías de sus inicios, imágenes de el pachucho mayor Tin Tan, y sobre todo de una variada combinación de colores e imágenes políticamente izquierdistas que bailaban al ritmo de las percusiones.
Roco Pachukote, líder y voz principal de la banda, aprovechó para anunciar que en el mes de diciembre se estarán presentando en el Palacio de los Deportes, la respuesta del público fue una gran ovación acompañada de aplausos, demostrando que son fieles seguidores de la agrupación.
Continuaron con temas como “Los agachados”, “Mojado”, “Sur del sur” siempre dando un mensaje positivo a los acompañantes, entre cada una de sus canciones. El público coreó con gran ímpetu el conocido homenaje al “Príncipe de la canción” José José, “Lo pasado, pasado” y bailaron al unísono con gran adrenalina, el temas más conocido: “Pachuco” con el cual cerraron esta magna presentación.
El público no conforme comenzó a cansar su voz el famoso grito de “otra, otra, otra” el cuál animó a los Pachuchos a salir y rematar con “Lamento”, “Tatuaje” y su añorada “Kumbala”.
La Maldita Vecindad hizo bailar, gritar, sudar y retroceder un poco en el tiempo a todo la audiencia, el Plaza Condesa se convirtió por dos horas en el “Baile Kumbala Bar”, donde, el ambiente huele a mar y el sudor tiene sabor a sal.
