La espera terminó. La banda sueca GHOST, una de las agrupaciones más enigmáticas y espectaculares de la escena del rock y el metal, regresa a la Ciudad de México como parte de su esperado World Tour 2025. La cita será en el Palacio de los Deportes los días 23, 24 y 25 de septiembre, con la última fecha ya agotada y las demás encaminadas a convertirse en llenos totales.

Liderados por el enigmático Papa Emeritus y acompañados por sus Nameless Ghouls, GHOST ha trascendido la música para ofrecer auténticas experiencias teatrales. Su propuesta combina heavy metal, rock clásico y dramatismo escénico, en un espectáculo que evoca ceremonias oscuras y convierte cada show en un ritual supremo.
Sobre el escenario, el público puede esperar coros grandilocuentes, riffs demoledores y atmósferas cargadas de simbolismo, elementos que transforman cada concierto en una misa profana donde lo sobrenatural y lo musical conviven. Himnos como Cirice y Square Hammer se alzan como parte obligada de un repertorio que rinde tributo a una trayectoria que ya forma parte de la historia contemporánea del metal.
La devoción de una comunidad global
El fenómeno GHOST no solo reside en su música, sino en la comunidad que han construido a lo largo de los años. Con discos que han escalado listas internacionales y un estilo inconfundible que mezcla lo teatral con lo espiritual, la banda ha conseguido que sus presentaciones sean consideradas experiencias de culto. En México, donde cuentan con una base de fans apasionada, su regreso genera una expectativa que va mucho más allá de lo musical: es una cita con lo místico y lo irrepetible.
Boletos y localidades
Los boletos están disponibles a través de Ticketmaster, con los siguientes precios:
General A: $2,415.50 MXN
Nivel B: $3,269.60 MXN
Nivel C: $1,927.50 MXN
Nivel D: $1,610.50 MXN
Nivel E: $1,195.50 MXN
Tres noches para la historia
El Palacio de los Deportes se convertirá en un templo donde la música y la teatralidad se funden en un mismo ritual. La presencia de Ghost en la CDMX es una invitación a quienes entienden que el rock puede ser más que sonido: puede ser una experiencia sensorial total, un rito compartido que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes.
El 23, 24 y 25 de septiembre, la ciudad se rendirá a la oscuridad luminosa de una de las bandas más influyentes de nuestro tiempo.








