El sampling es un desarrollo musical a la altura del enchufe de la primera guitarra eléctrica. Sin embargo, después de los días sin ley de los 80, descubrimos cómo ha evolucionado el proceso para eliminarlos.
No se puede subestimar la influencia del sampling en la música moderna, pero el camino hacia la publicación de un disco que lo incluyera fue (y aún puede ser) pedregoso. En sus orígenes modernos, en los años 70, el sampling era un concepto abstracto para las grandes discográficas,discográficas, que lo interpretaban como un robo.
Muchos productores de hip-hop utilizaban samples en plan “úsalo primero, preocúpate después”, y esto no estaba exento de problemas y al margen de la bien documentada relación del hip-hop estadounidense con el sampling, al otro lado del Atlántico vimos a grupos británicos como Pop Will Eat Itself (PWEI), Cold Cut y The Art of Noise escalar las listas del Reino Unido a finales de los 80 con música rock, pop y dance basada en samples.
Evolución del Sampleo
A medida que la tecnología se desarrollaba y los equipos musicales se volvían más sofisticados, el sampling y la producción musical evolucionaban.
Esta evolución tecnológica continuó hasta lo que tenemos hoy, y las capacidades de muestreo mejoraron. La posibilidad de utilizar samples para casi cualquier sonido de una pista se hizo realidad, emulando baterías e instrumentos orquestales realistas, por ejemplo.
Tal vez fuera ésta la evolución definitiva de la forma de arte, hasta llegar a fundirse perfectamente con una pista, hasta el punto de la impercepción. Llegó un momento en que era imposible distinguir una muestra de una parte musical grabada para la canción.
Hoy en día, las posibilidades del sampling son realmente ilimitadas y cualquiera con un DAW puede editar, estirar y manipular samples en sus propias canciones. Sin embargo, la importancia que tuvo en sus inicios definió una cultura musical que a la fecha, todos amamos.