El nuevo álbum de los Pixies, Doggerel, tiene un sonido seductor, sostenido por una batería contundente, un bajo aterciopelado, unos tonos de guitarra conmovedores y unas letras irreverentes presentadas en un cóctel de temperamentos.
Las 12 canciones oscilan entre el rock y el folk de forma bastante drástica, y la nítida producción sirve perfectamente a esta dinámica. Desgraciadamente, el sonido, por brillante y enérgico que sea, es a menudo un vehículo para ideas confusas y caprichos fabricados.
Aquí tienes una reseña del más reciente álbum de Pixies, Doggerel.
El tema inaugural, “Nomatterday”, es un tema de varias secciones que suena a post-punk de una banda que llegó tarde al embarcadero de ese género. Sin embargo, aterriza en algunos pasajes convincentes y es una introducción prometedora a un álbum que regularmente se queda sin fuelle.
Mientras que sus primeros trabajos podían llevar al oyente a estados de ánimo reveladores, las canciones de Doggerel aplacan. No hay duda de que las canciones están bien ensambladas y son enérgicas, aunque, a pesar de lo extrañas que pueden llegar a ser temáticamente, se trata de un territorio relativamente seguro.
Eso no quiere decir que todo lo que hay aquí no sea impresionante. La dispersa “Dregs of the Wine” entretiene con su relato de un viaje trotamundos de ácido y su estribillo pegadizo. “Haunted House” es tan sensiblera como edificante y pegadiza. Si estás dispuesto a conformarte con la inutilidad, “The Lord Has Come Back Today” es una dulce e inocua propuesta de country-rock, y “Thunder and Lightning” es buena composición y poco más.
Sin embargo, escuchar Doggerel resulta frustrante. Black es amargo e irreverente en un momento y sincero y sabio en el siguiente. Estos estados de ánimo están secuenciados sin mucho hilo conductor, y es difícil saber en qué estado de ánimo hay que estar para conectar plenamente con este álbum.
Los 36 años de historia de la banda significan que compiten con veinteañeros con los dedos en el pulso de la cultura; artistas hambrientos en sentido figurado y cada vez más en sentido literal. Esta desventaja es evidente en Doggerel.
Aunque la sensación de esfuerzo concertado de Pixies rara vez decae, pocas de estas canciones causan una impresión duradera. Puede ser oscuro en algunos puntos, pero en general, Doggerel es una celebración de asentamiento y la producción más optimista de los Pixies.
La banda regresará a México para ofrecer una fecha única en el Teatro Metropólitan este 18 de mayo. Vendrán por supuesto con un set lleno de éxitos y algunas canciones del álbum comentado. Estamos seguros que lograrán un perfecto balance de ambas para ofrecer el show que sus fans esperan.
