En una época donde la velocidad, el ruido y la inmediatez saturan nuestros sentidos, pocas bandas logran detener el tiempo como lo hace Human Tetris. Desde la melancólica arquitectura de Moscú, esta agrupación rusa ha construido un universo sonoro donde cada riff, cada línea de bajo y cada verso parecen susurrarnos que no estamos solos en la tristeza. Su música no grita, no consuela abiertamente, pero en su gélida contención nos ofrece un espejo. Uno donde se refleja la ansiedad crónica de estos tiempos inciertos.

Nacidos en 2008, Human Tetris toma su nombre del célebre videojuego soviético, un guiño no solo a sus orígenes geográficos, sino también a la naturaleza mecánica y repetitiva de la existencia moderna. Con influencias claras del post-punk británico de los 80 —Joy Division, The Chameleons, The Cure—, su propuesta se ha convertido en un refugio emocional para quienes buscan algo más que entretenimiento: buscan sentir.

La belleza de lo minimalista

Lo que distingue a Human Tetris no es la complejidad técnica, sino la sencillez cargada de peso emocional. Algunos ejemplos de esto, podrias ser temas como “Things I Don’t Need” o “Long Flight” se construyen sobre líneas de bajo hipnóticas, guitarras atmosféricas y una voz casi monocorde que más que cantar, parece recitar un manifiesto del desencanto.

Sus letras rara vez son crípticas. No recurren a metáforas barrocas ni a narrativas complejas. En cambio, se valen de frases directas, contundentes y frías, que evocan el vacío, la pérdida y la rutina. Y, sin embargo, en esa frialdad hay belleza. Como si la banda nos recordara que no todo dolor necesita ser estridente para ser real.

Música para un mundo al borde

La resonancia de Human Tetris en la actualidad no es casualidad. Vivimos una época marcada por la incertidumbre —política, ambiental, emocional— y sus canciones funcionan como un lenguaje compartido de desesperanza. No por nada, en redes sociales abundan comentarios de fans que pudieron encontrar consuelo en la banda durante etapas de depresión, duelo o aislamiento.

Lo curioso es que esa desesperanza no paraliza. Hay algo catártico en sumergirse en sus atmósferas: la posibilidad de bailar con la tristeza, de moverse aunque sea dentro de una habitación emocionalmente cerrada. Sus shows en vivo suelen tener una energía contenida pero magnética, donde la audiencia no canta a todo pulmón, sino que se deja envolver como por una ola.

Sin adornos, sin falsas esperanzas

A diferencia de otras bandas contemporáneas que suavizan sus letras con optimismo impostado, Human Tetris elige no disfrazar nada. No ofrecen respuestas, ni promesas de que todo mejorará. Solo comparten la misma sensación de extravío. Y a veces, eso es suficiente. A veces, saber que alguien más siente lo mismo puede ser un ancla, pues, todos estamos juntos en esto y todos compartimos, en algún momento, esa necesidad de habitar la melancolía en un sentimiento común.

El regreso de Human Tetris a CDMX

Una vez más los de Human Tetris traerán su poderoso post-punk ruso a tierras aztecas. En esta ocasión será para ofrecer un concierto este 8 y 9 de agosto en Foro Indie Rocks!, en la Ciudad de México.

Los boletos para el 8 ya se encuentran agotados, sin embargo, aún estas a tiempo para conseguir para su segunda fecha, es decir, el 9 de agosto. Estos estan disponibles a través de Fever.

Esta visita inesperada es para celebrar el lanzamiento de su nuevo álbum, Common Feeling, que fue estrenado este 25 de junio. Con un material tan reciente es impresionante que la agrupación ya esté apuntando su camino a México.