Arctic Monkeys, lejos de ser una de las bandas de rock más importantes de los últimos tiempos, también han sido una de las más cohesivas y más constantes. Son características admirables: en la actualidad nadie ha sido capaz de mantenerse a flote por tanto tiempo y con tanto éxito.
Han disfrutado de más de una década de ser los que llevan la rienda del indie rock moderno. ¿Qué más les podemos pedir? Su sonido tan particular, los riff de guitarra, el bajo incandescente y sobre todo la capacidad de composición y escritura de Alex Turner.
Cada uno de sus álbumes cuentan con un trabajo único y un concepto específico. Apenas se acaban de cumplir 9 años desde el lanzamiento de “Humbug“, considerado como uno de sus mejores álbumes y uno de los más minusvalorados.
¿Por qué Humbug es uno de los mejores álbumes de los Arctic?
El tercer álbum de los Monkeys, es reconocido como uno de los mejores de la banda inglesa y también rechazado por unos tantos; se dice que por la oscuridad que se plasmó en cada una de sus canciones, pero esto mismo lo hace un disco extraordinario y único.
Con O’Malley tomando el mando de los bajos y las perfectas percusiones de Helders; se crea un sonido que te hace retumbar y hace que tu piel se erice cada segundo de cada pista. Un disco sólido liricamente hablando, con cambios de voz de Turner que encajan perfecto con los riffs de Cook y con la melodía que los cuatro plasman en “Humbug“. Un disco que no sólo es ruido y energía juvenil, sino que viene acompañado con paz y tranquilidad que lo hace un gran trabajo para escuchar en cualquier momento del día.
Muchos fans consideran que “Humbug” es el mejor disco de los Arctic Monkeys, ya que es el que marca el inicio de la maduración de la banda, un cambio que no se ha vuelto a repetir. Una esencia nueva que viene acompañada de la cadencia oscura: la máxima representación de este álbum.