La Inteligencia Artificial es un tema que cada año se vuelve más presente en la vida cotidiana de los humanos. Aunque realmente pocos sabemos exactamente qué es, cómo funciona, o por qué nos es útil. Aquí encontrarás la información más relevante para entender este fenómeno.
Desde que se inventó la informática y comenzaron a desarrollarse distintos softwares para la aplicación y ayuda de los seres humanos, ya se presumía lo importante que sería la Inteligencia Artificial en el mundo, vendría a cambiar todo.
La idea de que las máquinas piensen o razonen por su cuenta, representa un arma de dos filos
Aunque ha sido muy benéfico para la humanidad también se prevé que sea un peligro, así como nos muestran en algunas películas apocalípticas. Los ordenadores de hoy en día controlan desde centrales nucleares, pasando por el suministro de luz hasta los misiles armados. El temor viene de una pregunta básica ¿Y si las computadoras deciden que los humanos ya no somos necesarios?
Para empezar podríamos intentar definir qué es la Inteligencia Artificial, para ello, deberíamos plantearnos qué es la inteligencia humana. Podríamos decir que son sistemas que imitan el pensamiento humano basados en redes neuronales artificiales. Pero la IA, no es algo nuevo, es algo que hace miles de años los humanos han venido esbozando, como Leonardo da Vinci que intentó construir máquinas que se comporten como humanos. Llevado a otro nivel más adelante en 1769 con la construcción de un autómata llamado “El turco” construido por el austriaco Wolfgang Von Kempelen.
Se trata de una exhibición de una figura con vestimenta turca, con turbante y ropajes sueltos que se sentaba ante una especie de aparador para disponerse a jugar ajedrez. Kempelen abría las puertas del aparador y mostraba debajo de las ropas turcas para mostrar los engranajes de su interior y para demostrar que no se trataba de ningún truco. El autómata tuvo como contrincantes a buenos jugadores de ajedrez a quienes venció una y otra vez, incluso a Napoleón. Al final de muchas partidas se descubrió que el secreto estaba en que una persona pequeña se escondía al interior de la caja y que evidentemente se trataba de un genio del ajedrez, aunque con el pasar de los años fueron muchos los que fueron parte del alma del autómata. En su tiempo significó ser un símbolo de la ilustración en su máximo esplendor y que se mostraba como una conquista humana por la naturaleza, y la transición del mundo natural al orden racional, del mundo físico y científico al orden racional.
“El turco” no fue inteligencia artificial pero sí es un antecedente importante para entender que el ser humano ha buscado avanzar en el plano en que una máquina pueda realizar acciones similares a las humanas por sí solas. El momento en el que la IA entró en el imaginario colectivo y la mayoría de la gente descubrió que era algo real y tangible, y no ciencia ficción, tuvo lugar en 1997. La Inteligencia Artificial se eleva en parangón a un programa informático, ya que quedaba corto en el entendido de una inteligencia que asemejara a la humana. En un programa informático se da a la entrada una lista de órdenes que le dice al ordenador que tiene que realizar. Es decir, realiza la operación matemática, escribe el resultado en pantalla y al final reproduce un sonido, por ejemplo. Luego viene una bifurcación, si pasa “A” entonces se hace “B” y si pasa “X” entonces responde con “Z”. Incluso pueden realizar acciones al azar usando números aleatorios, y claro, otro tipo de respuestas arrojará. Al final, un programa se trata de un conjunto de órdenes que cubren todas las posibles opciones a las que se enfrenta el ordenador. Incluso si hay un error, el ordenador manda un mensaje que lo marca. En un programa informático, la máquina no piensa, simplemente actúa como máquina haciendo lo que le programan.
La gran revolución de IA es que no recibe órdenes para obtener un resultado. Sí hay información de entrada, pero se las debe arreglar para dar los resultados de salida. Se trata de imitar el pensamiento humano parecido al proceso de nacimiento, cuando nuestro disco duro está vacío y mediante años de aprendizaje, aprende conceptos básicos como a caminar a hablar y cada vez procesos mucho más complejos. Se somete a prueba y error buscando cada vez mejorar, así irá descubriendo distintas salidas que lo lleven al acierto en temas de toda índole y aspectos de la vida.
Hoy en día, es más evidente el uso de lA Ia en nuestras vidas cotidianas, por ejemplo con el smartphones y otros dispositivos que manejamos diariamente. Pero también puede significar un gran avance en áreas específicas de desarrollo como: Industria, Medicina, Mundos virtuales, Procesamiento de lenguaje, Robótica, Sistemas de control, Videojuegos, Procesos informáticos, Análisis de sistemas,Sistemas Operativos, Automoción vehicular, por decir, solo algunas.
Una vez entendiendo lo anterior e introduciéndonos a los conceptos básicos de la IA, es fácil entender por qué supone una revolución que simula e imita el comportamiento humano, sus posibilidades son infinitas, es una evolución sin límites.
Las aplicaciones de IA pueden ir desde atender un servicio de atención al cliente, chatear en una red social, ayudar manejando un vehículo autónomo, reconocer fotos, interpretar imágenes y, dentro de muy poco, quizá realizar una entrevista de trabajo o una operación a corazón abierto.
Pero, no todo en el avance de la Inteligencia Artificial resulta en buenas noticias, al tener una infinidad de aplicaciones se encuentra la capacidad de hacer cosas poco éticas. Un ejemplo reciente es el llamado “Deepfake” donde la falsificación de videos en la que se puede cambiar rostros, se manipulan los labios de un hablante que puede ser un político o un líder de opinión para hacer cosas falsas . Y claro, es casi imposible distinguir su falsedad a simple vista.
La manipulación de la verdad será uno de los peligros de la IA. Pero lo que genios de nuestro tiempo o gurús de la tecnología como Stephen Hawking, Bill Gates o Elon Musk temen, no es el mal uso de la IA, sino que la IA se vuelva demasiado lista, y decida prescindir de nosotros porque razonen que somos un peligro para la vida en la Tierra, o innecesarios para su propia evolución.
La inteligencia artificial ética y segura es un debate candente, con gente como Mark Zuckerberg defendiendo que no hay que ser catastrofistas, y otros como Elon Musk o Jack Ma, el fundador de AliExpress, que está convencido de que “la IA desencadenará la Tercera Guerra Mundial”.
No hay que tomárselo a broma: tanto Musk como Jack Ma utilizan la IA más avanzada del mundo en los coches autónomos de Tesla, en Space X, o en el procesamiento de datos en AliExpress, y saben perfectamente de qué hablan, porque trabajan con la IA de última generación.
Finalmente, podemos decir que falta mucho por explorar en este tema, muchos temas que deben ser abordados. Nos queda confiar en que los expertos hagan lo correcto y desarrollen mecanismos para que IA no se vuelva en contra de la humanidad.
Los beneficios serán innumerables, en campos tan dispares como la detección de enfermedades, descubrimientos de curas para el cáncer, soluciones al cambio climático, nuevos descubrimientos en el espacio, flora, fauna y mucho más.
Lo que es un hecho es que la Inteligencia Artificial va a cambiar el mundo aún más profundamente que Internet o los teléfonos móviles. La pregunta es, ¿Estamos preparados para ello?
