Por: Raúl Salazar
La nueva película de Brandon Cronenberg, Infinity Pool, es un thriller psicológico con tintes de ciencia ficción que no dejará a nadie indiferente, ya sea por su contenido extremo de violencia y sexo o simplemente por tocar temas morales controvertidos. El director canadiense nos sumerge en una atmósfera enrarecida de sueño febril, donde la realidad se deforma de maneras inesperadas y violentas, llevándonos a los rincones más oscuros de la mente humana.
Infinity Pool: un viaje demencial a los rincones más oscuros de la mente humana
La trama de Infinity Pool desentraña el comportamiento abominable de los ricos y poderosos, exponiendo las transgresiones inconfesables a las que se someten para satisfacer sus impulsos más primarios. La película evoca los trabajos de autores como JG Ballard, Joan Didion y Denis Johnson, con una narrativa compleja que desafía las convenciones del género del thriller.
La película cuenta con una fotografía excepcional que no solo captura la belleza del lugar, sino que también nos muestra la oscuridad que se oculta detrás de su fachada perfecta. La combinación de imágenes impresionantes y una música inquietante crea una atmósfera de tensión constante que mantiene al espectador al borde del asiento.
El reparto de Infinity Pool es simplemente impresionante, con una interpretación valiente de Alexander Skarsgård que encaja a la perfección con la actuación alucinante y descomunal de Mia Goth. La química entre los dos actores es palpable y hace que la película sea aún más convincente.
En su esencia, Infinity Pool es una experiencia visceral y agotadora que, a pesar de su crudeza y brutalidad, nos conduce a una profunda reflexión sobre la naturaleza humana. La película es una crítica mordaz de la sociedad contemporánea, que pone al descubierto las desigualdades y las transgresiones morales de aquellos que se creen por encima del bien y del mal.
Infinity Pool es una obra atrevida, cautivadora y extremadamente violenta que reta los límites del género y nos obliga a cuestionar la sociedad en la que vivimos y las acciones de aquellos que se creen por encima del bien y del mal. En su esencia, es una experiencia visceral y agotadora-chocante que, a pesar de su crudeza y brutalidad, nos conduce a una profunda reflexión sobre la naturaleza humana.