La gira Mundo Abisal de Jorge Drexler prometía ser una noche más íntima que su anterior parada en el Distrito Federal hace unos años. Y lo cumplió.
Durante su recital en el Teatro Metropolitan del pasado viernes, el uruguayo apareció en el escenario junto a su guitarra y un par de músicos en las percusiones y los sintetizadores. Atrás quedó la numerosa banda que lo acompañó en las presentaciones de Amar la Trama, su más reciente producción discográfica.
Es innegable que Drexler tiene una relación especial con sus fanáticos, quienes no paran de gritar, pedir canciones durante todo el concierto, regalarle flores o festejar cada una de sus bromas al micrófono. Ni un persistente dolor de garganta, contraído en Miami, pudo romper el encanto entre público y músico.
La noche comenzó con una vieja conocida, Hermana Duda, canción que Drexler debutó en nuestro país durante la gira de presentación de 12 segundos de oscuridad, el disco más “oscuro” de su carrera. Años después, la melodía sirvió como punto de partida para una velada memorable.
Mundo abisal, pieza que da nombre al tour, no demoró, aunque la llegada de sus primeras notas se dilató debido al entusiasmo de la audiencia. El cantautor busca explicar cómo llegó la inspiración para componerla, mientras una chica -perdida entre la multitud interrumpía una y otra vez, como buscando demostrar que estaba al día en la Drexler-trivia.
Eventualmente logró explicar los orígenes de ésa y otras composiciones, pero las interrupciones no se detuvieron. Los aplausos eran abrumadores, por momentos silenciaban la musica que emanaba de la tarima.
En la aplicación creada por Drexler, también hizo acto de aparición en el recinto. Creada como un experimento de improvisación musical para sus seguidores -y los amantes de la música en general-, la app se volvió por un momento el punto focal del concierto.
Cuatro chicas y un hombre subieron al escenario para manipular el software, al tiempo que el compositor entonaba las frases que aleatoriamente aparecían en pantalla. El experimento resultó un éxito y nació una nueva versión de Habitacion 316…
“Clavo mi remo en el agua / Llevo tu remo en el mío / Creo que he visto una luz al otro lado del río.” Ésas probablemente sean las líneas más famosas que haya escrito Jorge Drexler, pertenecen a Al otro lado del río y, después de obtener un Oscar con ella1, era inevitable que apareciera en el setlist de la presentación.
La sorpresa fue que el uruguayo la interpretó a capella secundado por el respetable, un momento vibrante que mandó a algún rincón del subconsciente la ocasión que Antonio Banderas y Carlos Santana la destrozaron sobre un escenario.
Fue un concierto de largo aliento. Más de dos horas y un par de encores después el público partió satisfecho, seguramente embelesado y con ganas de más. Conquistado por la música del uruguayo.
¿Cuántas parejas se habrán enamorado? ¿cuántas confirmaron su amor? ¿a cuántos tomó por sorpresa el soneto? ¿cuántas gargantas se desgañitaron pidiendo esa canción favorita que nunca llegó? Tal vez la vida sea más compleja de lo que parece y tres mil millones de latidos no sean suficientes para dejar de ser una madera a la deriva. Un noche inolvidable gracias a una guitarra y vos.
Quizá todo sea como lo puso Antonio Millán, declarado fan de Drexler y asistente a su presentación en el Metropolitan: “Lloré más que la primera vez que lo vi. No había sido consciente de lo trascendental que han sido sus canciones en mi vida. Un genio.”
Setlist:
Hermana Duda
Polvo de Estrellas
Mundo Abisal
Eco
Noctiluca
Zamba del Olvido
Tres Mil Millones de Latidos
Inoportuna
Fusión
Que el Soneto Nos Tome Por Sorpresa
Horas
Madera de Deriva
Soledad
Habitación 316
Guitarra y Vos
Aquellos Tiempos
Deseo
Disneylandia
Transporte
Al Otro Lado del Río
Sea
Encore:
Salvapantallas
La Vida Es Más Compleja de lo Que Parece
Todo Se Transforma
Encore 2:
La Trama y el Desenlace
Las Transeúntes
*Jorge Drexler obtuvo el Oscar a Mejor Canción Original en el 2004, Al otro lado del río formó parte de la banda sonora de Diarios de motocicleta de Walter Salles.
