Las cosas aún parecen raras para muchos: ir a un festival en jueves por la tarde saca de contexto a los asiduos, el calor azota rico, el tráfico despierta la ansiedad de todos los que queremos llegar a ver a las primeras bandas, aunque una cosa es cierta: se nota menos gente, todo luce tan muy tranquilo en el primer día del Vive Latino, que parece mentira que se estén conmemorando sus quince años.

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Vicente Gayo VL14. Foto: @al__e (twitter)

Hay bastantes mejoras en los servicios, cerveza helada de otra marca y eso se agradece también, la experiencia de festival está más planeada pero también uno ve marcas por todos lados, y de eso todos hablaban, de si necesitábamos ir por un tatuaje y un corte de cabello o sólo pasar entre un escenario.

Jota, Los Planetas, VL14 Foto: Fabián Zugaide
Jota, Los Planetas, VL14 Foto: Fabián Zugaide

El sol comenzaba a caer y vimos a las primeras leyendas del jueves. Los Planetas, quienes una vez más citaron a los fans más aguerridos al frente del escenario Unión, para continuar con el orbitar sonoro, melancólico y guitarrero. Jota y compañía ya lucen muy maduros, su set no estuvo atascado de hits ni de premuras por llevarse el público al bolsillo. Son grandes y lo saben, “segundo premio”, “Un buen día” o “Santos que yo te pinté” son prueba de agradecimiento. Un set memorable, que siempre deja con ganas de más a los fans pero que sirvió para abrir apetito con un clima total que se tornaba cada vez más agradable y que continuaba tranquilo.

Los Planetas, VL14. Foto: Fabián Zugaide
Los Planetas, VL14. Foto: Fabián Zugaide

Los Esquizitos, a estas alturas de la vida siguen poniendo el mal ejemplo y también se agradece. La mugre y el garage pueden seguir tranquilos. De pronto, todo se complica: quieres ver a un artista y tienes que correr, sacrificar horarios, atender indicaciones y seguir a tus camaradas de prensa para captar el mejor momento en un breve tiempo. Atto & The Majestics sigue teniendo la misma base de fans fiel a su sonido y técnicas, al parecer seguirán siendo esa banda de culto atípico, Odisseo también gana muchos adeptos entre el sector más joven de escuchas roqueros melódicos pero muchos extrañan a The Stupids, es la realidad.

Juan Soto, VL14. Foto: Fabián Zugaide
Juan Soto, VL14. Foto: Fabián Zugaide

La tarde transcurre entre caras conocidas, sonrisas por todos lados y un festival con una multitud tranquila, platicadora y chelera. Una buena tarde entre amigos que se conocen. Quien tuvo la oportunidad de ver a Simpson a Huevo sabe que aún falta mucho por recorrer para armar un set más interesante. El rapero de Sonora no lo hace nada mal y ya tiene perfeccionado el número, con más ritmo que rima aunque, eso sí, bien eficaz para hacer menear el cuerpo, pero lo cierto es que aún le falta, pese a la muy buena respuesta que tuvo por parte del público.

Simpson A Huevo, VL14. Foto: Fabián Zugaide
Simpson A Huevo, VL14. Foto: Fabián Zugaide

Hello Seahorse!, Of Montreal y Los Bunkers ya se sabe lo que hacen en vivo, son certezas, confirmaciones de un público devoto y numeroso. Punto.

Hello Seahorse! VL14. Foto: Fabián Zugaide
Hello Seahorse! VL14. Foto: Fabián Zugaide

Bonnz Hello Seahorse! VL14. Foto: Fabián Zugaide
Bonnz Hello Seahorse! VL14. Foto: Fabián Zugaide

El momento adecuado en el lugar correcto: en la carpa literaria, Enrique Blanc presentaba su excelente texto Flashback y Gerardo Enciso se aventaba unos covers bárbaros a Jaime López, José Manuel Aguilera y a Dylan. Luchaba y se le veía incómodo por el estruendo de fondo: era AFI, quien a golpe de drama y rock furioso tenía a medio Vive Latino en su bolsillo. Los fans de Zurdok llegaban a esperar con el ceño fruncido, pero con paciencia y tolerancia. ¿En serio estábamos en “el Vive”?

AFI VL14. Foto: Fabián Zugaide
AFI VL14. Foto: Fabián Zugaide

AFI VL14. Foto: Fabián Zugaide
AFI VL14. Foto: Fabián Zugaide

La hora de la verdad: cual reloj inglés, Chetes, Catsup, Maurizio y David Izquierdo regresaron tras más de diez años de no hacerlo así, con baterista bárbaro, un sonido impecable y un colmillo y experiencia de años que devino en uno de los mejores shows del grupo.

Zurdok VL14. Foto: Fabián Zugaide
Zurdok VL14. Foto: Fabián Zugaide

Fue “El Concierto” que una banda así de importante para el rock nacional se merecía, con un set equilibrado, no escatimaron en hits: todos cantando las de Antena, Hombre Sintetizador y Maquillaje. Son pop, son roquerísimos, tocan enorme. Todos felices, puras estrellas; el traje de ¿Prince, Meteoro, Babasónicos, Los Askis? de Chetes contrastaba simpáticamente con la emotividad y dulzura de su voz; lo bárbaro de los arreglos discretos de Izquierdo y Catsup dieron al clavo todo el tiempo, se nota que la experiencia White Ninja y Happy- Fi los robusteció como músicos; Maurizio es un crack en el bajo, aquí sí podría aplicar el vilipendiado y sobadísimo verbo “ponchar” las rolas. Se escuchaban gordas, robustas, como el bajo roquero manda, sobre todo en “Platique con mi pistola”, momento de invitado adecuado (Pato Machete). Jay de la Cueva también se subió y lo hizo a la altura, pero la recepción fue de tibia a indiferente, con rechifla incluída (¿?). El payaso Krusty lo dijo alguna vez: no volveremos a ver algo así, al menos dentro de un millón de años. Seguro exagero y habrá Zurdok para rato, pero lo de anoche fue especial.

Chetes, Zurdok VL14. Foto: Fabián Zugaide

Chetes, Zurdok VL14. Foto: Fabián Zugaide

Zurdok VL14. Foto: Fabián Zugaide
Zurdok VL14. Foto: Fabián Zugaide

Zurdok dejó caliente el ambiente para el plato fuerte de la noche: Trent Reznor y compañía vineron a despedazar el resto de energía del día. La chela voló por los aires, el slam reventó y todos coreamos las 21 canciones que casi no dieron tregua al descanso. Un set memorable, sin tantas obviedades ni éxitos, porque los fans lo ameritan y saben diferenciar los temas importantes, de los exitosos: “Letting you”, “Terrible Lie”, “March of the pigs”. Y el cierre fue predecible, sí, pero no menos espectacular con los himnos “Head like a hole” y “Hurt”. Nine Inch Nails son poderosos, precisos, profesionales, y a años de distancia siguen sonando energéticos. Lo mejor de la noche se había dicho.

NIN VL14. Foto: @al__e (twitter)
NIN VL14. Foto: @al__e (twitter)

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NIN VL14. Foto: @al__e (twitter)

Los dispersos y específicos también tuvieron su dosis; los clásicos tomaron clase con Liquits y La Casta. Los tropicales tuvieron su “estate quieto” con Sonido San Francisco y el poder juvenil del momento: Pablito Mix. Los más aguerridos llegaron a la misa del cierre, el jueves de confirmaciones amarró con Diplo y su set falto de sorpresas pero lleno de sensualidad, beats y sabor. Definitivamente la media noche de un jueves seguirá siendo de los mejores momentos para montar una fiesta que parezca interminable.

El balance del primero de cuatro días fue arriba de positivo, con más energía gastada de la que debería para un festival al que se irán cuatro días. Pero de eso se trata, de seguir y disfrutar. Cada vez más, cada vez mejor.