Jumbo es un clásico, todos por lo menos una vez hemos cantado pequeño gran rockstar. A pesar de esto, hace mucho que la banda se había estancado, no recibíamos música nueva y sus presentaciones nos presentaban más de lo mismo. Éxito asegurado a la nostalgia pero nada que nos volviera a capturar.
Cuando anunciaron “Manual de Viaje a un Lugar Lejano” nos pareció un disco recopilatorio más. La noche del 31 de octubre la cita era para escuchar la fórmula otra vez, aunque nos llevaríamos algunas sorpresas.
Jumbo cautivó a todo el mundo en el Metropólitan con su nostalgia
El venue parecía solitario, aunque el show se había anunciado como sold out. Al entrar la mitad del foro estaba ocupado, muchos amigos disfrazados, algunos más reencontrándose con la que parecía ser su banda favorita. En el escenario Vacación abría el show por el que muchos habían abandonado sus fiestas.
La propuesta de Caloncho y David Aguilar, es simple. Dos guitarras y canciones tranquilas. Al principio quizá no es lo más atractivo pero guarda cierto encanto, cómo estar de vacaciones en algún pueblo del país. Historias de amor simple, coqueteos en un kiosko, la voz característica de Caloncho y el ya conocido chiflido de David.
Estas vacaciones nos duraron un rato y al despertar a la realidad el Teatro Metropólitan se encontraba lleno. Todos sentados y el bullicio ya característico antes de cualquier show. El teatro metropolitan da oportunidad para estar muy cerca de los artistas pero también de saber qué pasa con los asistentes desde varios ángulos.
A las 9 en punto las luces se apagaron, un minuto antes de abrir el telón, los últimos detalles y todos estaban ahí, sentados en la portada del disco. Sillones rojos, mesas altas, lámparas y un candelabro colgando.
Los gritos de los asistentes eran altos pero la curiosidad no mato a los gatos. Cada quien permaneció en su lugar en cada instante, algunos agitaron las manos y algunos más intentaban bailar desde su asiento. Con más de 20 años de carrera nos queda claro que los fans ya no son jóvenes pero ¿a qué edad se comienzan a disfrutar los conciertos sentados?
En varias ocasiones Flip pidió que se pusieran de pie o lo acompañaran a bailar. Algunos valientes lo intentaron al escuchar Yo sin tu amor y al ver bailando a Vanessa Zamora una de las muchas invitadas de la noche.
Alberto Lugo de Okills los acompaño como en la grabación original con cada vez que me voy un clásico que todos corearon. Incluso aquellos niños que sus papás habían llevado más a la fuerza. Los hijos de los integrantes sentados en primera fila brincaban para alcanzar él escenario y se sentaban cuando los gritos eran muy fuertes.
Era una noche contrastante una banda con tantos años de carrera, recibía a la nueva generación de músicos, muchos de ellos declararon su amor en el escenario como Daniela Spalla. Un disco que recopilaba todos sus éxitos con nuevas versiones acompañados de violines trompetas y dos hermosas coristas.
Antes de que terminara la noche no se dejaron escuchar algo de lo nuevo que han estado preparando. Mil emociones podrá mostrarnos la madurez del proyecto pero también nos recuerda la raíz. Ritmos tranquilos y una letra que nos hace pensar a quién dedicársela.
El momento cursi llegaría con fotografía cuando Tamez pidió que se apagaran toda su las luces y los teléfonos alumbrarían cada espacio del Metropólitan mientras se coreaba quizás la mas conocida.
Una noche tranquila, clásica y llena de recuerdos nos regalón Jumbo aunque aguardamos a su promesa de recibir material nuevo y poder reafirmar que son de los ambientas nacionales.