Existen músicos que hicieron cosas grandes e innovadoras, cuyas carreras musicales pudieron haber sido grandes pero se vieron truncadas por algún motivo y eso provocó que su legado cayera en el olvido. Ese es el caso de Klaus Nomi, un alemán que nació con una voz prodigiosa y con una personalidad que terminó influenciando al mismísimo David Bowie.
El cantante que marcó a David Bowie
Nació el 24 de enero de 1944 en Baviera, Alemania y su nombre real era Klaus Sperber, desde niño quedó fascinado con la ópera. Durante su infancia ahorraba dinero para comprar discos de este género musical y su cantante favorita siempre fue la soprano María Callas, a la cual tuvo oportunidad de conocer mientras trabajaba como acomodador en la Ópera Alemana de Berlín; lugar en el que deleitaba a sus compañeros interpretando canciones de Elvis Presley, aunque también llegó a laborar en un club gay cantando arias.
Para 1970 decide emigrar a Nueva York, en esta ciudad rápidamente se involucró en el ambiente underground del East Village, mientras tanto subsistía económicamente como repostero. A partir de ahí, el germano creó un personaje extraterrestre cuya estética era un peinado picudo, maquillaje blanco que iba vestido con un brilloso tuxedo triangular. Además, adoptó de manera artística el apellido Nomi gracias a su gusto por los ovnis pues se trataba de un juego de la palabra ovni en inglés.
Klaus realizaba obras de teatro operísticas pero fue hasta 1978 cuando su suerte cambió al actuar en la obra New Wave Vodevil, la cual se presentó cuatro noches y causó impactar a la audiencia presente con su look. Gracias a este inesperado éxito decide montar su propio show con bailarines, entre los que se encontraban futuras promesas como una entonces desconocida Madonna y el pintor Basquiat. Este espectáculo comenzó a ganar fama, al grado de que llegó a oídos del propio David Bowie, quien acudió con curiosidad a verlo y tanto le gustó el concepto de Klaus Nomi, que lo invitó para que le hiciera coros para su aparición en el programa Saturday Night Live del 15 de diciembre de 1979 y en la que no por nada lució un vestuario casi idéntico al del cantante alemán.
El tenor siempre fue abiertamente gay y en su canción más conocida Total Eclipse habla metafóricamente sobre la discriminación que reciben los gays por la gente, solo que en la letra los sustituye con Sansón como los homosexuales y los filisteos sería la sociedad.
Klaus Nomi lanzó apenas dos discos: uno homónimo en 1981 y Simple Man de 1982, aunque muchos años más tarde salió a la luz Za Bakdaz, un álbum que contiene temas inéditos inconclusos.
A principios de la década de los ochenta comenzaron sus problemas de salud, los médicos le dijeron que era un extraño cáncer de piel. Aquella desconocida enfermedad era SIDA y que años más tarde se sabría con exactitud todo sobre ella, pero en aquel 1983 apenas comenzaba a manifestarse. El cantante empeoró rápidamente y sus amigos le abandonaron al saber que era portador, la única que siguió brindándole su amistad y cuidados fue la drag queen Joey Arias. Por lo que tristemente acabó en completa soledad y el 6 de agosto del mismo año falleció, sus cenizas se esparcieron en La Gran Manzana, tal como él lo solicitó. Como dato extra, Klaus Nomi fue la primera celebridad en morir a causa del SIDA pero su muerte no fue muy publicitada como las de Freddie Mercury.