Hay proyectos que nacen para romper fronteras. Y La Texana es prueba de ello. Entre la melancolía del post punk y el arraigo profundo de la música regional mexicana, esta banda ha sabido construir un sonido propio, inconfundible, que habla directamente a quienes encuentran belleza tanto en una tuba desgarradora como en una guitarra eléctrica llena de ecos.
Después de un largo trayecto de conciertos, estrenos y exploraciones sonoras, La Texana regresa a la Ciudad de México para protagonizar el que, hasta ahora, es el momento más importante de su carrera: su primera presentación en El Lunario. Una fecha que, incluso antes de llegar, ya ha dejado huella —los boletos se agotaron, dejando claro que la expectativa y el cariño del público están más vivos que nunca.
El concierto marcará también el inicio de un nuevo capítulo en su historia: el regreso al sonido melancólico que los vio nacer, pero ahora con una madurez artística que promete llevarnos a territorios emocionales más profundos. Canciones inéditas, que formarán parte de su próximo álbum La Casa que Cae, se presentarán por primera vez en vivo, prometiendo una noche de estreno, nostalgia y redescubrimiento.

Quienes asistan serán testigos no solo de un show, sino de un momento crucial en la evolución de La Texana. Un instante donde el dolor y la esperanza sonarán a través de un acordeón y una tuba que, como pocos, saben narrar historias de amor, pérdida y resistencia.
La Texana no solo ofrece música; ofrece identidad, pertenencia y emoción. Esta noche en El Lunario será mucho más que un concierto: será una celebración de lo que significa atreverse a mezclar raíces, emociones y géneros para construir algo profundamente auténtico.
Quienes lograron conseguir su boleto, saben que están a punto de vivir algo único.
Y quienes no, tendrán que esperar —y seguramente ansiar— el próximo capítulo de esta historia que apenas comienza a escribirse con letras doradas.








