Lo siento, cariño es una de las historias sobre trauma más honestas y más crudas del año.

Por Vanessa Vera.

La ópera prima de Eva Victor no va por el camino fácil del morbo ni del “gran momento” dramático. Le interesa algo mucho más incómodo y real: lo que pasa después. Cómo sigues yendo a fiestas, en cómo vas y te desenvuelves en el trabajo, a ver a tus amigos, todo esto mientras cargas con enormes pedazos de dolor que aparecen cuando menos lo esperas.

Es, en ese sentido, una conmovedora muestra de las piezas de dolor que permanecen a la hora de reconstruir nuestra vida, de todo eso que no desaparece solo porque “ya pasó lo peor”, como dirían algunos. La película está contada en capítulos, casi como pequeñas estampas de la vida de Agnes (Eva Victor). En una escena te estás riendo con ella de algo absurdo y, a los dos minutos, el ambiente cambia y se te hace un nudo en la garganta.

Lo siento, cariño (Reseña) — Fotograma cortesía de: Cine Caníbal.

Ahí se nota que el ritmo en cada capítulo es adecuado: fluye, no se atora y pasa de la risa a la conmoción de una forma muy humana, muy reconocible para cualquiera que haya intentado seguir adelante después de un golpe fuerte. El humor no está puesto para aligerar el tema, sino para mostrar cómo, incluso en medio del desastre, seguimos intentando no caernos a pedazos, a pesar de todo y también como intentamos reconstruir nuestra vida.

Eva Victor dirige todo esto con una seguridad que sorprende para ser su ópera prima. Se nota que cuida las miradas, los silencios, lo que decide dejar fuera de cuadro; la violencia casi no se ve, pero se siente en cada gesto. Victor hace un gran debut como directora, construyendo un retrato fragmentado y contradictorio donde caben la ternura, la rabia, la culpa y la risa incómoda sin que nada se sienta falso. Lo siento, cariño parece una película pequeña, pero se queda dando vueltas en la cabeza mucho tiempo después.

Sin duda, su nombre tendría que sonar en las próximas premiaciones, porque este debut se siente más como la llegada de una voz importante y con mucho futuro en la industria que como un simple primer intento.