Cada año deja una huella distinta en la música, pero 2025 destacó por algo en particular: la enorme diversidad de voces, riesgos y visiones que lograron abrirse paso en medio de un escenario saturado. Desde proyectos que redefinieron géneros, hasta regresos inesperados y debuts que marcan rumbo, este fue un ciclo que nos recordó por qué seguimos escuchando con tanta atención.
En Freim TV, nuestro equipo pasó meses entre discos. Tanto de los artistas que ya tienen un lugar en nuestro corazón, como los que significaron gratos descubrimientos y todo esto, para llegar a una selección que refleja no solo lo mejor del año, sino también aquello que nos movió, nos retó y nos acompañó. Estos son los álbumes que, para nosotros, definieron el 2025.
Los mejores discos del 2025 de acuerdo con el staff de Freim TV
LUX — Rosalía
Probablemente la propuesta más arriesgada del año en el mainstream. Lux se distancia del formato canción tradicional para abrazar una estructura casi operística, integrando múltiples idiomas y arreglos sinfónicos. La fusión de electrónica industrial con elementos clásicos en ‘Berghain’ demuestra una ambición técnica desmedida. Es un proyecto denso, difícil de catalogar y decididamente anti-comercial, que reafirma la negativa de Rosalía a estancarse creativamente, aunque eso implique desafiar a su propia audiencia.
DeBÍ TiRAR MáS FOToS – Bad Bunny
Bad Bunny deja de mirar hacia fuera para mirar hacia adentro. El disco funciona como una carta de amor a Puerto Rico, a la familia, al barrio, a las fiestas improvisadas, a la memoria que se esfuma si no la guardamos a tiempo. La influencia está lejos de ser sutil: arreglos de vientos, percusiones caribeñas, pianos montunos, líneas de bajo cargadas de tumbao y una producción que dialoga directamente con la tradición salsera sin caer en la imitación museográfica. Más que homenajear, Benito se apropia del género para filtrarlo por su propio lenguaje.
Aunque el disco navega la nostalgia, no lo hace desde el sentimentalismo fácil, sino desde la conciencia del paso del tiempo. De lo que ya no vuelve, de lo que debimos guardar mejor, de las fotografías que nunca tomamos. La melancolía convive con la celebración, como sucede en todas las fiestas caribeñas donde se baila aunque duela.
viagr aboys – Viagra Boys
Viagra Boys regresan con un disco que reafirma su identidad: provocadores, incómodos y completamente fieles a su propio caos. Sebastian Murphy convierte su visión del mundo, marcada por el humor digital y la irreverencia en un conjunto de letras que avanzan con una lógica interna propia, entre bromas negras y observaciones que de pronto revelan una sensibilidad inesperada. La banda mantiene su base de dance-punk ruidoso y contundente, pero esta vez más vertiginoso: no hay pausas, todo avanza como si cada canción empujara a la siguiente, con un único respiro que llega al final: una balada al piano que cambia por completo el tono y muestra un costado vulnerable que rara vez enseñan. Ese contraste resume todo el caos y claridad que convive sin explicación. Una banda que sabe exactamente cuándo desatarse y cuándo detenerse.
Cancionera – Natalia Lafourcade
Natalia vuelve a recordarnos que cuando ella abraza sus raíces, el resto del continente escucha. Este álbum es una clase magistral de composición sensible y producción orgánica. Relevante porque reafirma la vigencia de la canción latinoamericana como espacio de identidad, memoria y emoción pura, sin necesidad de tendencia. Íntimo, cálido y lleno de vida, reafirma su magia absoluta.
private music – Deftones
private music demuestra que la banda, tras décadas de carrera, sigue encontrando matices dentro de su propia fórmula. La producción de Nick Raskulinecz logra un equilibrio técnico notable: respeta la densidad de las guitarras de Carpenter pero otorga un espacio inédito a la voz de Moreno, que aquí suena más contenida y melódica. Si bien hay agresividad, el álbum se inclina hacia texturas shoegaze en cortes como ‘Infinite Source’, sugiriendo una evolución natural hacia una atmósfera más cerebral y menos urgente que en sus trabajos anteriores.
Luminicent Creatures – Ichiko Aoba
Luminescent Creatures es un mundo que respira distinto. Las canciones avanzan con una calma casi irreal: guitarras que se sienten como agua en movimiento, voces que apenas rozan el aire y arreglos que aparecen solo cuando realmente los necesita. Nada está de más, pero tampoco se siente minimalista por obligación; más bien, es un espacio donde todo ocurre a volumen bajo, donde Aoba juega con la delicadeza sin convertirla en adorno, y eso hace que el disco tenga momentos de una claridad emocional que sorprende por lo sencilla que parece.
Etéreo, sí, pero también firme en su identidad.
PAPOTA – CA7RIEL & Paco Amoroso
Una locura hermosa. Aquí todo es juego, irreverencia y genialidad disfrazada de chiste interno. Es relevante porque rompe la estructura del urbano: mezcla jazz, electrónica, pop y groove explosivo. Ca7riel y Paco se burlan del éxito, de ellos mismos y de todo lo demás. Suena a libertad creativa total: sudor, talento y una sátira deliciosa disfrazada de fiesta sonora.
Who Is The Sky – David Byrne
David Byrne vuelve a esa curiosidad casi infantil que siempre lo ha impulsado, pero que ahora canaliza hacia un disco más contemplativo que extravagante. Las canciones funcionan como pequeñas preguntas lanzadas al aire: melodías sencillas, arreglos que se mueven entre lo acústico y lo electrónico, y una voz que observa más de lo que afirma. Byrne sigue jugando con la idea de cómo nos relacionamos con el mundo, pero aquí lo hace desde un lugar más tranquilo, casi meditativo, pues el álbum tiene momentos luminosos y otros que se sienten más difusos, como si Byrne estuviera probando ideas sin preocuparse del todo por su destino final y abre ventana a la manera en que él interpreta el día a día. Puede que no sea su trabajo más contundente, pero sí uno que confirma su capacidad para seguir encontrando preguntas nuevas en gestos aparentemente simples
Tú – Tino El Pingüino
Tú suena como abrir un libro que Tino escribió sin querer, puro corazón en modo confesión. Las bases dejan respirar cada palabra mientras él convierte la nostalgia diaria en poesía fina. Es íntimo sin ser cursi, preciso sin ser frío. Un disco que parece hablarte bajito, pero te pega fuerte.
Lonely People With Power – Deafheaven
Deafheaven en otra de sus mutaciones: siguen siendo intensos, siguen siendo melódicos, pero ahora suena como si hubieran decidido enfrentar la oscuridad con una luz que no siempre están seguros de poder sostener. El disco mezcla estallidos abrasivos con pasajes casi etéreos, y esa tensión constante es lo que le da carácter. Hay momentos en los que la banda vuelve a su impulso más visceral, y otros en los que parece que están tratando de escapar de sí mismos y para nada es queja, más bien es un retrato de una banda en plena búsqueda, incómoda en el buen sentido.
LLAMAS LLAMAS LLAMAS – Belafonte Sensacional
Este álbum quema lento: mezcla cumbia rebajada, folk y psicodelia para explorar el duelo desde ángulos extraños y bellos. Belafonte Sensacional empuja su sonido a terrenos más audaces sin dejar de sonar a ciudad, sudor, memoria. Es su obra más grande hasta ahora: cruda, creativa y como el título sugiere, emocionalmente incendiaria.
La Vida Era Más Corta – Milo J
Un disco que redefine lo que significa mezclar raíz y futuro. Milo J agarra folklore, trap, tango, murga y sensibilidad adolescente, y los cocina como si nada. Es relevante porque marca un parteaguas generacional: demuestra que la música latina puede ser profunda, experimental y masiva al mismo tiempo sin perder honestidad.
For Melancholy Brunettes (& sad women) – Japanese Breakfast
Michelle Zauner entrega su obra más densa y literaria. Alejada del brillo pop de Jubilee, la producción aquí incorpora arreglos orquestales complejos que acompañan una exploración temática sobre la melancolía. No es un disco inmediato; tracks como ‘Honey Water’ revelan una estructura instrumental intrincada que respalda la narrativa. Se posiciona más como una pieza de cámara introspectiva que como un disco indie convencional, exigiendo una escucha atenta para apreciar sus matices.
More – Pulp
More marca el regreso de Pulp con un material que evita la nostalgia fácil y apuesta por una mirada adulta hacia su propio legado, recuperando la elegancia irónica que siempre los distinguió, canalizada hacia canciones donde la vulnerabilidad y el paso del tiempo se vuelven temas centrales. El álbum combina su clásico pulso britpop con arreglos más sobrios y espaciales, creando un sonido familiar pero claramente consciente de la década en la que aparece, mostrando a una banda que entiende que crecer no implica perder filo. Hay momentos de tensión, humor seco y melodías que se adhieren sin recurrir al exceso. El resultado es un trabajo que reafirma la vigencia su creativa y los coloca de nuevo en la conversación, no como un acto de nostalgia, sino como un grupo que todavía tiene algo que decir.
La Montaña Encendida – Meme del Real
El debut de larga duración que nadie pidió pero todos necesitábamos. Meme se sale de la sombra de una banda histórica y entrega un disco íntimo, extraño, cálido y ambicioso. Es relevante porque prueba que los músicos veteranos también pueden reinventarse sin caer en fórmulas, y que el pop mexicano aún tiene rincones inexplorados.
Latinaje – Cazzu
Un álbum que mezcla dolor, maternidad, barrio y poder femenino sin pedir permiso. Cazzu no solo experimenta con sonidos; se reinventa emocionalmente, redefiniendo el lugar de las mujeres en la música urbana, mostrando vulnerabilidad y fuerza con la misma intensidad.
Mayhem – Lady Gaga
Gaga realiza un ejercicio consciente de revisión estilística con Mayhem. El álbum retoma la estética industrial y caótica de sus inicios, pero filtrada por una producción más oscura y técnica, cortesía de su colaboración con Gesaffelstein. Aunque la segunda mitad del disco pierde un poco de tracción narrativa, la primera parte (especialmente en temas como ‘Disease’) funciona como una pieza de ingeniería pop sólida. No es un simple retorno a la nostalgia, sino una reinterpretación madura de su faceta más teatral y electrónica.
NEVER ENOUGH – Turnstile
Turnstile continúa desafiando los límites del hardcore al inyectarle una sensibilidad pop innegable. Never Enough mantiene la energía rítmica del género, pero suaviza los bordes con atmósferas envolventes y melodías accesibles. El acierto del disco radica en cómo logran que la agresividad instrumental conviva armónicamente con ganchos melódicos. Un claro ejemplo de esto, puede verse en temas como ‘Sole’, consolidando un sonido propio que es técnicamente robusto pero sorprendentemente digerible.
Si abro los ojos no es real – Amaia
Amaia canta como si flotara entre sueños y cocinas viejas. Su disco es íntimo, suave y sincero, lleno de recuerdos familiares y emociones que parecen susurradas. Sin exageraciones ni adornos, deja que las melodías respiren y te envuelvan. Es pop pequeño, frágil y precioso, como un secreto compartido.
Shy Girl – Hollie Cook
El regreso de Hollie Cook este 2025 se llevó a cabo con un disco donde la británica teje un equilibrio natural entre el lovers rock y el roots reggae, con arreglos cálidos donde cada instrumento ocupa su lugar sin buscar protagonismo. Shy Girl fluye con suavidad: inicia luminoso y vivaz, para descender hacia paisajes más introspectivos, hallando fuerza en la vulnerabilidad que Cook derrama sobre el álbum, convirtiéndolo en un recurso expresivo y que a lo largo del recorrido brilla por su cohesión. revelando a una artista que canta desde la honestidad y la experiencia.
Tropicoqueta – Karol G
Karol G se mete al pop tropical, al caribe profundo y al perreo con luz propia. Es un álbum cálido, festivo, pero con narrativa emocional detrás. lo que consolida la transición de la cantante más allá del reguetón, sin perder impacto global. Un puente entre lo comercial y lo identitario.
Nuevo Hotel Miranda! – Miranda!
Miranda! abre un nuevo hotel donde el pop brilla como bola disco nueva. Canciones chispeantes, colaboraciones jugosas y ese estilo dramático que solo ellos saben llevar. Es un álbum que baila, seduce y abraza lo cursi con orgullo. Clases magistrales de pop moderno disfrazadas de fiesta eterna.
Caught Stealing Sondtrack – IDLES y Rob Simonsen
Con Caught Stealing, Idles demuestran que su estatus dentro del post-hardcore contemporáneo no es casualidad, sino el resultado de una inquietud creativa que se rehúsa a estancarse. Al utilizar el universo cinematográfico de Darren Aronofsky como catalizador, el quinteto de Bristol se apropia del score de Rob Simonsen para reconstruirlo desde una óptica propia: minimalista, abrasiva y en constante fuga.
Lo más sorprendente llega en los tramos instrumentales: Idles navega entre ruido diluido en bruma shoegaze, tensiones acústicas de corte avant-garde y guiños inesperados al hip-hop abstracto.
Lucro Sucio; Los Ojos del Vacio – The Mars Volta
The Mars Volta retoma su inquietud por romper estructuras, pero esta vez desde un enfoque más directo y emocional. El álbum combina la experimentación que define a la banda con una escritura menos críptica, donde la tensión política y la introspección personal conviven sin que una opaque a la otra. Las canciones van deslizándose hacia las siguientes sin jerarquías marcadas: suenan emparentadas, pero (como ocurre en gran parte de su discografía) cada una aporta un matiz distinto dentro del mismo universo sonoro, en una atmósfera que se mueve entre lo espiritual y lo urgente, mientras la fusión latina pulsa a la par del synth, la electrónica y arreglos cercanos al piano-bar.
Cedric y Omar siguen encontrando nuevas formas de expandir su identidad sonora sin repetirse, reafirmando por qué TMV sigue siendo una de las propuestas más desafiantes del rock contemporáneo.
DÍA – Ela Minus
Ela Minus observa sus propias grietas y hace música desde ahí. DÍA es electro minimalista, atmosférico y emocional, como caminar por dentro de uno mismo al amanecer. Habla de sentirse perdida, romperse y empezar a subir otra vez. Un disco íntimo pero poderoso, nacido de dudas que se vuelven luz.
Trash Classic – Frankie and the Witch Fingers
Trash Classic es Frankie and the Witch Fingers haciendo lo que mejor saben: empujar todo hacia el límite sin pedir disculpas. Un torbellino de garage-rock hiperacelerado, riffs que parecen salidos de un laboratorio psicodélico y una energía que no baja ni por accidente. Suena a banda tocando como si tuviera el tiempo contado, y esa urgencia le da gran parte de su fuerza. Un desorden bien ejecutado que funciona mejor cuando se deja llevar sin pensar demasiado.
111XPANTIA – Fuerza Regida
Fuerza Regida se avienta un salto cuántico con un álbum que mezcla corridos, dembow, banjos y explosiones de metales. 111XPANTIA es feroz, teatral y ambicioso, lleno de poder e identidad. Suena a un manifiesto para romper reglas y conquistar charts sin perder raíces. Puro músculo emocional y creatividad desbordada.
The Art of Loving – Olivia Dean
Un ejercicio de sofisticación y economía de recursos. The Art of Loving evita los excesos de producción contemporáneos para centrarse en la narrativa y la interpretación vocal. Dean se inserta en la tradición del soul británico con un enfoque minimalista, donde la eficacia de temas como ‘Nice to Each Other’ radica en la sutileza de los arreglos y en una construcción lírica que explora el amor desde una perspectiva pragmática y madura, sin melodramas innecesarios.
Talking To The Trees – Neil young
Neil Young vuelve a un territorio que conoce bien: la reflexión íntima sostenida por arreglos austeros y una sensibilidad ecológica que ha marcado buena parte de su obra reciente. El disco se mueve con la calma de alguien que escucha antes de hablar; guitarras acústicas, pasajes casi susurrados y una producción que deja espacio al silencio construyen un trabajo que privilegia la conexión con la tierra y por muy sencillo que parezca, Young logra que cada canción funcione como una pieza de un paisaje mayor, en un flujo continuo donde la melancolía y la serenidad conviven. Un disco que se siente pequeño a propósito, pero que deja una resonancia profunda.
Alma Tadema – Niños del Cerro
Alma Tadema es un paisaje onírico donde el dream pop se mezcla con un indie suave y contemplativo. Niños del Cerro construye un viaje emocional lleno de texturas etéreas, guitarras atmosféricas y calma luminosa. Un disco pensado para escucharse completo, íntimo y elegante, que reafirma la madurez creativa de la banda chilena.
In Your Face – Pacifica
In Your Face es una sacudida directa: rock crudo, humor afilado y emociones sin filtro. Pacifica convierte el caos sentimental en canciones urgentes y honestas, entre el garage, el indie y el post-punk melódico. Un disco visceral que celebra la vulnerabilidad, cuestiona todo y confirma al dúo como una fuerza fresca del rock argentino.
LOVED – Parcels
Un material que combina precisión milimétrica y calidez emocional, avanzando entre funk pulido, pop elegante, líneas rítmicas que sostienen todo con discreción y arreglos vocales que funcionan como un engranaje perfecto, pero sin perder la naturalidad que caracteriza a la banda. Aquí no se trata solo de producir música impecable, sino de construir un espacio donde la luz y la vulnerabilidad pueden coexistir, dejando claro que su búsqueda está en el detalle sin depender del impacto inmediato; su fuerza está en cómo las canciones se van asentando con cada escucha.
Vendrán Suaves Lluvias – Silvana Estrada
El nuevo disco de Silvana Estrada nos transporta a ese sentimiento a flor de piel que deja un amor no correspondido. Con su voz única, nos deja a la vista, que toda pasión por más que duela puede convertirse en arte.
Se Amaba Así – Buscabulla
Buscabulla disecciona el amor con elegancia tropical y pop sedoso. Cada canción es una escena de telenovela moderna: dramatismo fino, synths brillantes y mucha vibra boricua. Es un viaje por relaciones que duelen, sanan y regresan. Saturado de atmósferas ricas y nostalgia luminosa, confirma su talento para contar historias sonoras.
Ego Death at a Bachelorette Party – Hayley Williams
Este es, quizás, su trabajo solista más cohesivo hasta la fecha. Williams se aleja de las expectativas comerciales para experimentar con una amalgama de géneros que van del rock alternativo de los 90 al trip-hop. Lo destacable es cómo logra unificar estos sonidos bajo una misma narrativa de liberación personal. La ejecución vocal es precisa y la lírica en temas como ‘Ice In My OJ’ aborda la autonomía con una franqueza cínica que eleva el material por encima del promedio del pop alternativo actual.
Taxes – Geese
Taxes encuentra a Geese en ese punto extraño donde la ansiedad moderna se mezcla con un impulso casi juguetón por desarmar el rock pieza por pieza. El disco avanza con riffs que parecen construidos en pleno ataque de energía y letras que se sienten escritas entre el hartazgo y la ironía. A veces suena como una banda tratando de arreglar un incendio con gasolina, y curiosamente, eso es parte del atractivo: el caos está controlado… más o menos, pues se siente como un experimento que entiende perfectamente el estado emocional de su generación y que, lejos de tomárselo demasiado en serio, aprovecha cada desbalance para recordarnos que el desorden también es creativo.
Lqtqhlmpe – Reina Alacrán
Este álbum es como prender fuego y bailar alrededor sin miedo. Reina Alacrán escupe barras feroces, metáforas brillantes y emociones crudas envueltas en caos hermoso. Cada track es un mini universo incendiado, entre poesía, rabia y magia rara. Es un diario escrito con uñas afiladas y una imaginación que no conoce freno.
Vándalos – Bandalos Chinos
Tras la rigidez conceptual de The Big Blue, Vándalos propone una expansión sonora hacia terrenos más nocturnos. La banda se permite capas de producción más densas y reverberadas, especialmente en ‘Revelación II’, que coquetea abiertamente con un synthpop elegante. Es un disco bien balanceado que gestiona sus tiempos con inteligencia; aunque exploran nuevas texturas, mantienen la sensibilidad melódica que los define, logrando un sonido sofisticado que no sacrifica su accesibilidad.
Portals // Polarities – Night tapes
El trío construye canciones que funcionan como pequeños espacios sensoriales: sintetizadores que flotan, guitarras tratadas con suavidad y voces que se integran más como textura que como protagonista absoluta. El resultado es un álbum que invita a la inmersión y que cuida cada detalle sin caer en el exceso. Más que buscar un hit evidente, Night Tapes perfilan un trabajo que se sostiene por su coherencia: las canciones dialogan entre sí, exploran contrastes emocionales y mantienen una estética luminosa incluso en los momentos más introspectivos.
mañana, temprano – RØZ
Suena como el soundtrack perfecto para empezar de cero. Íntimo, nostálgico y lleno de letras que te pegan justo donde duele pero te dejan con esperanza.
RØZ explora un sonido cálido y contemplativo que combina arreglos minimalistas con una narrativa profundamente personal. El disco se despliega a través de sintetizadores suaves, guitarras delicadas y una voz que se mueve con soltura entre la melancolía y la esperanza. Cada canción funciona como una escena íntima, marcada por la sensación de estar entre despedidas y nuevos comienzos.
Live Laugh Love – Earl Sweatshirt
Earl sigue prefiriendo el riesgo antes que acomodarse. Y esa terquedad creativa, para bien o para mal, sigue siendo su mayor sello. Este es un disco que suena como si lo hubiera decidido grabar directamente desde el rincón más desordenado de su cabeza, pues está lleno de ideas que entran y salen, beats que parecen desvanecerse a mitad de camino, líneas que suenan más a pensamientos murmurados que a versos tradicionales, y una producción que juega con la incomodidad como si fuera parte del encanto. Hay momentos en los que el álbum parece desafiar al oyente a seguirle el paso, y otros en los que se disfruta precisamente por dejarlo ir. Esa mezcla de lucidez y caos ha sido parte del ADN de Earl desde hace tiempo, y aquí vuelve a usarla como punto de partida más que como destino.
The End Of Genesys – Anyma
Con beats a reventar. Anyma nos regala un experiencia que pareciera un ritual llevado a la decadencia. Voces metálicas y fantasmales, atmósferas y texturas rítmicas que más que escucharse se sienten. Llevándote a un trance musical y emocional
The Clearing – Wolf Alice
The Clearing representa una transición evidente hacia la madurez compositiva. La banda sacrifica parte de su antigua crudeza grunge en favor de arreglos más pulidos y tintes psicodélicos. Aunque esta limpieza sonora en temas como ‘Play It Out’ podría alienar a sus seguidores más puristas, la profundidad lírica y la interpretación vocal de Rowsell justifican el cambio de dirección. Es un álbum reflexivo sobre el paso del tiempo, ejecutado con una meticulosidad técnica impecable.
Skeletá– Ghost
El disco mantiene la estética grandilocuente del proyecto, aunque esta vez la energía se concentra en estructuras más compactas y en una producción que acentúa el contraste entre melodía y contundencia. Las guitarras, los coros y la puesta en escena sonora funcionan como una extensión natural del imaginario que la banda ha construido a lo largo de los años. Lo interesante es cómo Skeletá equilibra el dramatismo habitual con un sentido más marcado de inmediatez. Las canciones avanzan con seguridad, sin perder el toque narrativo que distingue a Ghost, pero apostando por dinámicas que permiten que cada tema tenga vida propia.
Novela – Fito Páez
Fito se arma un delirio hermoso: una ópera rock llena de fantasía, magia y personajes imposibles. Novela se siente como leer un libro embrujado mientras suenan Beatles, Stravinsky y un circo entero de emociones. Es cine para los oídos, un viaje raro y precioso que exige entregarse sin reservas.
A Matter Of Time – Laufey
A Matter of Time se siente como tener un refugio a donde llegar, donde puedes volver a tu pasado para ver tu crecimiento, soltar lo que lastima y abrazarse sin miedo. El disco se sostiene en arreglos cuidados (cuerdas cálidas, piano claro y una voz que se mueve con naturalidad entre la nostalgia y la confesión), donde el paso del tiempo, el amor y la vulnerabilidad se plantean con una honestidad desarmante. Laufey apuesta por la contención y la claridad melódica, logrando un equilibrio que hace que el álbum fluya sin tropiezos.
la casa que cae – La Texana
Apostando por un sonido que combina vulnerabilidad y crudeza sin filtros. El disco se mueve entre guitarras de trazo sencillo, arreglos que rozan lo lo-fi y una interpretación que usa la imperfección como parte de su identidad. Esa estética directa le da al álbum una cercanía particular, como si cada canción fuera registrada en el momento exacto en que la emoción aparece. El proyecto destaca por la claridad con la que La Texana articula su mundo emocional: rencores suaves, cansancio, memoria y una cierta luz que aparece entre las grietas. La Casa Que Cae no busca ser un álbum pulido; busca ser honesto, y en ese gesto encuentra su punto más sólido.
Sacontrafa – Segundos Auxilios
Segundos Auxilios mezcla guitarras afiladas, ritmos que van entre la urgencia y el descontrol, y una voz que no teme mostrarse quebrada cuando hace falta. El disco vibra con esa energía de “resolver la vida a medias”, donde nada pretende ser perfecto, solo basta con ser real. Sacontrafa suena como un diario emocional escrito a toda prisa, pero con la intensidad suficiente para que cada línea deje marca, funcionando como un desahogo directo, sin adornos.
DAISY – rusowsky
DAISY es un rompecabezas emocional envuelto en pop alternativo suave, glitchy y rarito. Rusowsky juega con géneros como si fueran plastilina y construye un universo nostálgico dedicado a una figura misteriosa. Es dulce, extraño, electrónico y humano a la vez. Un debut que se siente como recordar algo que nunca pasó.
If Not Winter – Wisp
Wisp afianza su inclinación por un shoegaze de espíritu expansivo pero emocionalmente preciso. El disco combina guitarras cargadas de bruma, voces casi enterradas en la mezcla y un sentido melódico que emerge entre capas densas sin perder claridad. La banda logra un equilibrio interesante entre ruido y sensibilidad, construyendo canciones que avanzan más por sensación que por estructura tradicional. Cada tema aporta una variación sutil dentro del mismo clima invernal, manteniendo una tensión suave pero constante.
Letras, Música y Más – Alexander Angulo
Alexander convierte su diario en un álbum tierno y honesto, sin poses ni disfraces. Todo suena a primera vez y a emoción real: pop juvenil, melodías limpias y letras que se sienten vividas. Es un debut con corazón gigante, donde cada canción abre una ventana a un artista que apenas empieza a florecer.
Balloonerism – Mac Miller
Un retrato claro de la etapa en la que Mac Miller estaba explorando nuevas formas de expresión, moviéndose entre el rap introspectivo, la psicodelia suave, beats difusos, líneas melódicas que parecen pensadas desde la improvisación y una producción que apuntaba a territorios más experimentales. Sus letras transitan entre el humor, la duda y la búsqueda de equilibrio, mostrando a un Mac en plena evolución creativa, menos preocupado por encajar en un estilo y más interesado en descubrir hasta dónde podía llevar su sonido.
Aunque es un proyecto inacabado en su origen, su cohesión sorprende, siendo una ventana a un proceso artístico en curso: vulnerable, libre y profundamente humano.
Radio Kono – CLUBZ
CLUBZ regresó con vibra retro-futurista que te hace sentir en una estación de radio que no existe pero te encantaría que sí. Con un sonido que mezcla nostalgia y modernidad sin fricciones. El dúo trabaja con sintetizadores brillantes, guitarras limpias y una producción que apuesta por la ligereza, construyendo un álbum que fluye con naturalidad de principio a fin. Cada canción parece diseñada para capturar pequeños momentos de euforia cotidiana, con melodías pegajosas, sintes finísimos y cero skips.
Vanisher, Horizon Skyscraper – Quadeca
Quadeca continúa alejándose del rap tradicional para profundizar en un territorio más atmosférico y emocional. El disco se sostiene en una mezcla de electrónica tenue, arreglos vocales casi etéreos y una narrativa que aborda la ausencia, la identidad y la transformación personal. Cada pista parece construida como un espacio abierto, donde la voz y el diseño sonoro funcionan más como sensaciones que como estructuras rígidas, lo que confirma su transición hacia un proyecto más ambicioso, donde el foco está en crear mundos auditivos que acompañen sus reflexiones más íntimas. El resultado es un trabajo cohesivo y maduro que lo consolida como una de las voces jóvenes más inquietas y creativas del panorama alternativo.
RUiDO – Zizzy
RUiDO construye su identidad a partir de contrastes: atmosferas densas frente a melodías directas, producciones afiladas junto a momentos más introspectivos. Cada pista aporta un matiz distinto dentro de un paisaje sonoro que prioriza la honestidad emocional por encima de la perfección pulida, tratando de definir una voz personal dentro del panorama alternativo latino.
ASTROPICAL – Bomba Estéreo, Rawayana & ASTROPICAL
Este disco es como un viaje zodiacal con arena en los zapatos y estrellas en el pelo. Bomba Estéreo y Rawayana mezclan lo espiritual con lo tropical, creando paisajes sonoros cálidos, psicodélicos y luminosos. Es música que abraza, expande y recuerda que entre tanto caos, el universo igual sabe ser bonito.
I Barely Know Her– Sombr
El disco se mueve entre ambientes minimalistas y ritmos discretos que dejan espacio para que cada línea melódica respire. La propuesta no busca sobresaltar, sino captar emociones pequeñas y convertirlas en paisajes sonoros que se sienten cercanos y frágiles. I Barely Know Her presenta a Sombr como un proyecto que entiende cómo construir atmósferas sin renunciar a la narrativa emocional, la manera en la que vamos explorando la vida para poder llegar a crecer y madurar como personas de manera honesta y más expuesta, el experimentar, fracasar e incluso volver a sentir que vivimos experiencias similares a lo largo del tiempo.
Leyenda – DannyLux
Un trabajo sincero que muestra a DannyLux en una etapa de mayor ambición emocional y estilística, llevando el sonido sierreño hacia un terreno más íntimo y atmosférico. El álbum combina guitarras tradicionales con arreglos más amplios y una escritura centrada en el desamor, la nostalgia y las dudas que acompañan la juventud. Hay momentos en los que esa mezcla funciona muy bien, especialmente cuando DannyLux se inclina por interpretaciones más contenidas, sin embargo, el disco también presenta pasajes donde la fórmula parece depender demasiado de la emotividad. Aun así, Leyenda consolida el crecimiento del artista dentro de la nueva ola regional.
Ultra Sodade – Kevin Kaarl
Un diálogo entre el folk íntimo que lo dio a conocer y una serie de arreglos electrónicos suaves que buscan ampliar su paleta sonora. El álbum está atravesado por una nostalgia persistente: voces cansadas, guitarras que funcionan casi como un susurro y una producción que se mantiene contenida incluso en los momentos de mayor apertura. Esa decisión le da un carácter introspectivo claro, Ultra Sodade reafirma la forma particular en la que Kaarl aborda la vulnerabilidad, sin dramatismos ni ornamentos innecesarios. El resultado es un disco que sostiene su propuesta desde la honestidad y una sensibilidad que sigue siendo reconocible.








