En un panorama musical donde las etiquetas suelen limitar más que describir, A Place to Bury Strangers (APTBS) se ha consolidado como una banda que desafía cualquier clasificación rígida. Aunque muchos críticos los ubican dentro del shoegaze, lo cierto es que el proyecto liderado por Oliver Ackermann ha ido mucho más allá de las estructuras convencionales del género, construyendo un universo sonoro propio donde conviven el noise rock, el post-punk y la psicodelia más abrasiva.

Shoegaze como punto de partida, no de llegada

Desde sus primeros discos, APTBS fue catalogada como “la banda más ruidosa de Nueva York”. Con guitarras saturadas al extremo y atmósferas densas, se les comparó con referentes como My Bloody Valentine o The Jesus and Mary Chain. Sin embargo, esa comparación pronto se quedó corta. Lo que distingue a APTBS no es la nostalgia por los noventa, sino su voluntad de empujar los límites del ruido hacia terrenos menos explorados.

La herencia del noise rock

En canciones como “You Are the One” o “So Far Away”, la influencia del noise rock es innegable: riffs ásperos, texturas desgarradoras y un uso del feedback que no busca ornamento, sino impacto físico. El ruido, en APTBS, no es un accidente; es una herramienta expresiva que convierte cada tema en un choque sensorial.

Otro de los elementos que amplían su espectro sonoro es la influencia del post-punk. El bajo pulsante y los patrones rítmicos hipnóticos evocan la oscuridad de Joy Division o Bauhaus, mientras que los toques de psicodelia aportan un carácter expansivo, casi ritual, que hace de sus conciertos una experiencia inmersiva.

El laboratorio sonoro de Death by Audio

Un aspecto crucial en esta mutación sonora es el rol de Ackermann como creador de pedales y efectos bajo la marca Death by Audio. Este laboratorio de experimentación no solo alimenta el sonido de la banda, sino que le otorga un carácter artesanal y único. Cada distorsión y reverberación se siente como una huella digital, imposible de replicar en otro proyecto.

Una propuesta radical dentro de la escena alternativa

Lo que hace de A Place to Bury Strangers una banda esencial es su negativa a encasillarse. En lugar de abrazar la comodidad de una etiqueta como “shoegaze revival”, han optado por construir un lenguaje propio, radical y visceral. Su mutación sonora los coloca en un punto intermedio entre la tradición y la vanguardia, entre el homenaje y la ruptura.

APTBS ofrece una resistencia necesaria: la certeza de que el ruido, en todas sus formas, sigue siendo un terreno fértil para la exploración artística.

¡No te pierdas la visita de A Place To Bury Strangers al Foro Indie Rocks!

El próximo 6 de septiembre, la Sala B del Foro Indie Rocks! se convertirá en epicentro de una experiencia musical que escapa a las convenciones. A Place To Bury Strangers

Más allá del shoegaze: la mutación sonora de A Place to Bury Strangers

La velada se completará con dos proyectos que entienden la distorsión como un terreno fértil de exploración. Sexores, pioneros del shoegaze latinoamericano, aportarán su atmósfera densa y emocional, mientras que Trace Amount, proyecto industrial de Brooklyn, sumará la violencia maquinal de sus texturas electrónicas. Tres perspectivas distintas, unidas por la búsqueda de intensidad y el vértigo de empujar los límites sonoros.

Los boletos están disponibles a traves de Fever. Toma en cuenta que el acceso es exclusivo para mayores de 18 años con identificación oficial.