Neo Justice 🇩🇪

“Die Rich” es más que una afirmación de éxito: es una promesa íntima, hecha en voz baja y con el corazón expuesto. Neo Justice escribe desde un lugar donde la vulnerabilidad no contradice la fuerza, sino que la revela. En una escena dominada por la inmediatez, su música se erige como refugio para quienes aún creen en la profundidad. Su lírica, cargada de imágenes y emociones contenidas, se mueve entre la poesía y la confesión, dejando una huella que vibra mucho después del último acorde.

Shaaz 🇺🇸

En el universo sonoro de Shaaz, la oscuridad es una forma de sanación. “Royalty”, grabada a lo largo de seis meses marcados por rupturas y pérdidas, conserva una sinceridad que se siente en cada nota. Su voz habita el filo entre la fragilidad y la catarsis, dibujando un espacio donde el dolor se transforma en poder. Hay en su música algo casi espiritual: una voluntad de sobrevivir al caos sin negarlo, de volver a creer en la belleza incluso cuando todo parece derrumbarse.

Alexis Lace 🇬🇧

En “Tequila Sunrise”, Alexis Lace explora el amanecer después de las sombras. Desde Londres, su sonido evoluciona entre el pop electrónico y la introspección más cruda, revelando una búsqueda constante por la autenticidad. Escritora, productora y arquitecta de su propio universo sonoro, Alexis encuentra en la soledad un punto de partida para reconstruirse. Su voz —entre el susurro y la determinación— acompaña ese tránsito: el de quien ha aprendido a quedarse consigo misma.