Hace más de veinte años, un colectivo tijuanense irrumpió en la escena musical con una propuesta que parecía imposible: fusionar la electrónica con la tuba, la tarola, el acordeón y el espíritu festivo de la música de banda y norteña. Aquella osadía se llamó Nortec Collective, y con ella se inauguró una forma distinta de entender la identidad musical mexicana. Hoy, dos décadas después, Nortec: Bostich + Fussible siguen demostrando que la innovación no es un punto de llegada, sino un proceso continuo de reinvención.

Nortec Collective y la herencia de un movimiento fronterizo

Nacido en Tijuana, Nortec fue el resultado de un contexto urbano marcado por la vida en la frontera: un territorio de contrastes donde conviven lo tradicional y lo global. Ramón Amezcua (Bostich) y Pepe Mogt (Fussible) supieron transformar esa energía híbrida en un lenguaje universal. Su debut, The Tijuana Sessions, Vol. 1 (2001), se convirtió rápidamente en un clásico, abriendo la puerta a que lo regional mexicano pudiera sonar en clubes europeos y festivales de talla mundial como Coachella, Glastonbury o el Hollywood Bowl.

En un panorama musical que cambia a la velocidad de las redes sociales, mantenerse vigente es un reto incluso para los proyectos más icónicos. ¿Cómo lo han logrado Bostich + Fussible? La respuesta parece estar en tres pilares:

  1. Evolución sonora: aunque su esencia sigue siendo la fusión de lo norteño con la electrónica, el dúo no se ha quedado en la fórmula original. Nuevos sencillos como “TSM2024” muestran una actualización constante de texturas, producción y ritmos que dialogan con la actualidad sin perder su ADN.

  2. La experiencia en vivo: los shows de Nortec son más que conciertos; son celebraciones colectivas. Su presencia en festivales como el Vive Latino o en recintos como el Pepsi Center sigue convocando tanto a quienes vivieron el auge del colectivo como a nuevas generaciones curiosas por la propuesta.

  3. El poder de la identidad: en una industria globalizada, Nortec mantiene su valor diferencial: ser un proyecto profundamente ligado a la cultura de la frontera. Esa raíz les permite seguir siendo auténticos y reconocibles, incluso en medio de un mercado saturado de fusiones.

Entre la nostalgia y la innovación

Parte de su vigencia también radica en un delicado equilibrio: saber honrar el pasado mientras se camina hacia el futuro. Canciones como “Norteña del Sur” o “The Clap” se han convertido en himnos para varias generaciones, pero al mismo tiempo, la agrupación no se limita a vivir de la nostalgia. Cada gira, cada álbum, busca añadir un nuevo capítulo a su historia.

Un legado vivo

Nortec es hoy un referente cultural más allá de lo musical. Han demostrado que lo regional no tiene por qué ser estático, que la tradición puede transformarse sin perder su esencia y que la frontera es, más que un límite, un espacio de creación inagotable.

En tiempos en que la música busca constantemente reinventarse, Nortec sigue vigente porque nació como un proyecto de reinvención. Y quizá esa sea la clave de su permanencia: nunca fueron moda, sino un lenguaje propio que aún tiene mucho que decir.

Nortec Bostich + Fussible en CDMX

El dúo tijuanense que revolucionó la música electrónica con sabor norteño regresa a la Ciudad de México con un show íntimo que promete ser tanto una celebración como una experiencia colectiva. La cita es el 30 de agosto en el Pepsi Center, con boletos a través de Ticketmaster

Nortec hoy: la vigencia de un sonido que rompió fronteras

El regreso de Nortec a la capital no es casualidad. Tras su destacada presentación en el Vive Latino, donde junto al festival celebraron 25 años de trayectoria, Bostich + Fussible buscan ahora una conexión más cercana con su público.