Históricamente, la cultura brasileña se ha separado y destacado del resto de América Latina gracias a su historia, geografía e idioma, siendo uno de los pocos países que no fue conquistado por el imperio español. Además, su cruenta historia sociopolítica ha empujado a que el sincretismo entre festividad, tradición y vanguardia esté siempre presente en sus expresiones más profundas, siendo la música una de las más importantes. En este contexto, y provenientes de una de las revoluciones sonoras más destacadas de mediados de los sesenta es que se reconoce a Os Mutantes como uno de los referentes más trascendentes de su generación.
Cuenta la leyenda que durante la segunda mitad de los sesenta, específicamente en 1966, f tres jóvenes y revolucionarios músicos provenientes de São Paulo, los hermanos Arnaldo y Sergio Dias Baptista y la entonces novia del primero, Rita Lee, se juntaron para dar vida a Os Mutantes, banda que terminó participando fuertemente en el movimiento conocido como Tropicalia. En su libro Verdad Tropical, el cantautor Caetano Veloso afirmaba que ver en vivo a Os Mutantes “era como ver tres ángeles con un talento extraordinario”.
Pop anglosajón, inocencia brasileña y un imaginario de terror y ciencia ficción en plan lúdico, quizás influido por los filmes del gran Jose Mojica Marins, eran sólo algunos de los elementos primordiales para articular a Os Mutantes, hoy toda una institución del rock latinoamericano.
Si bien la banda fue sumamente popular y su periodo de vida más notable abarca poco más de una década (de 1966 a 1978), lo cierto es que Os Mutantes fue una agrupación poco conocida fuera de su país en su momento, suerte con la que también corrieron sendas bandas importantes de Argentina, Chile o incluso Perú. No obstante, estamos hablando de uno de los grupos más dinámicos, experimentales, talentosos y radicales de la época psicodélica. Innovadores en el empleo del acople, la distorsión y el uso del estudio como un elemento creativo importante (saludos al Sargento Pimienta incluído).
Hijos de padre poeta y madre concertista de piano, los hermanos Baptista sumaron en su momento un nutrido conocimiento musical, sensibilidad inusual para la época y una base literaria a un amor por grupos como The Beatles que los llevó a formar una banda. La compartieron como bien ya dijimos, con Rita Lee, hija rebelde de inmigrantes ítaloestadounidenses, quienes juntos interpretaban canciones de sus ídolos ingleses con una orquesta en la tv brasileña, plataforma en donde conocieron al maestro clásico Rogerio Duprat. Todo esto en una época de represión política y efervescencia cultural sin precedentes.
Tras seis sólidos trabajos de estudio y un álbum en vivo, siendo los tres primeros los más entrañables y destacados, Os Mutantes pasó un largo periodo de silencio e incubación que los llevó sólo a hacer más grande la leyenda psicodélica que los precede como leyenda.
El regreso de Os Mutantes
Sin embargo, a finales de los noventa, tras un recopilatorio, la banda brasileña comenzó a dar señales de vida con discos si bien tibios y demodé, buenos registros para demostrar que Os Mutantes tenían aún vigencia y sentidos. Lanzaron un disco de estudio en 2006, otro más en 2009 y su más reciente trabajo a la fecha en 2013, el divertido y dulce Fool Metal Jack, que los llevó a girar por todo el mundo, cosechando los éxitos que los vieron crecer.
En 2015 algunos tuvieron oportunidad de ver a Os Mutantes en el festival Marvin, con un resultado más bien variopinto dado el público y el relativo desconocimiento sobre la banda, en un entorno y producción más bien cuestionables, con pocas reseñas que hagan justicia a su presentación de aquel entonces.
El grupo brasileño actualmente integrado por Zélia Duncan (voz), Arnaldo Baptista (bajo, teclado, voz), Sérgio Dias (guitarra) y Ronaldo Leme (batería) vuelve a nuestro país para un concierto que promete ser histórico y atesorable para todos los enterados de la relevancia histórica de este combo. La cita es el próximo 4 de julio en El Plaza Condesa.