La noche del 6 de marzo fue la elegida para una fiesta previa a la llegada de la primavera. El patio de una construcción con aires coloniales, alumbrado con velas y luces rojas, fue el escenario ideal para cambiar un poco de aires y dejarnos llevar por una cosa que todos los asistentes tenían en común: el gusto por la música.
La noche era prometedora y es que Papooz y Stavroz figuraban como los actos estelares que el programa ofrecería. Los asistentes esperaban con coctelería y cigarrillos en mano, y de repente todo combinaba a la perfección.
La noche en la que Papooz y Stavroz nos trasladaron a otra dimensión con sus vibes
En punto de las 10 de la noche, Samba de la Muerte se apropió del stage para comenzar a amenizar musicalmente la atmósfera. No se dejen guíar por el nombre: la banda es más que samba y ya, es puro fuego.
Adrien Leprêtre y compañía tocaron su material A Life with Large Opening durante aproximadamente 40 minutos.
Al público no le costó trabajo corresponder a la entrega de los franceses en su primera visita a México, bailando y gritando con entusiasmo.
Poco despues de las 11, Papooz salió al escenario y la audiencia enloqueció de euforia.
Ulysse Cottin y Armand Penicaut fueron acompañados por algunos músicos talentosos para tocar temas como “Downtown Babylon”, “Ann Wants to Dance”, Theatrical State of Mind”, “Simply Are (cover que le hicieron a Arto Lindsay) y “Ulysses and the Sea” por solo enunciar algunos de los que compusieron el setlist de la noche.
En ningun momento dejaron de agradecer a su público por el amor y al cierre de su show, incluso el bajista que les acompañaba dio una quick lesson de como tocar el instrumento a una de sus amigas coristas y bailarinas, para que lo cubriera mientras este bajaba del escenario y perdía el control con sus mejores dance moves.
La noche fue culminada con la tambien primera visita del cuarteto belga Stavroz y la dupla Shakes and TV, ambos actos ofrecieron lo mejor de una electrónica bastante bien curada, misma que no permitió en ningún momento que los asistentes dejaran de bailar, prolongando la fiesta hasta altas horas de la madrugada.
Sin duda, la magia del viernes fue fabulosa, con exponentes musicales de gran calidad y un ambiente impregnado de pura buena onda, algo que solo fue posible gracias a Archipiélago y ECO Live.
Fotos: Mariana Mondragón