Contrario a lo que dice el último sencillo que sacó Porter, los tapatíos nos devolvieron el brillo en los ojos y nos dejaron chillando el alma pero de felicidad, con un show único. Confirmando así la madurez del grupo.
Para empezar invitaron a Bandalos Chinos, argentinos que llevan varios meses de promoción en México, y aunque tenían solo un pequeño pasillo en el escenario, supieron emanar toda la energía que encierra su música, a propios y extraños presentaron Bach; material que salió en agosto y tiene una producción impecable, en vivo es una invitación a bailar y solo dejarse llevar.
Así calentaron motores para ver a Porter, que esta por mas decir, lleva varios años luchando por lo que logro el 28 de Noviembre. “Host of a Ghost” abriría el paso a una nostalgia por una época anterior, aquella adolescencia de los fans, pero no la del grupo, David se veía mas que cómodo con esta canción, con el recibimiento.
Uniformados, se veían felices de estar ahí, no había más, era ese momento y ya.
Entrados en calor se quitaron el poncho blanco con negro para dejarnos ver una combinación mas de estos colores, ahora muy elegantes en unos trajes. Lo prometido era deuda y David decidió presentar su nuevo EP con palabras exactas:
“Las batallas no son personales, todos estamos en la búsqueda”.
Mientras un Metropolitan lleno coreaba “Bandera”, lo que parecía un globo, terminó siendo una cabeza (un tanto extraña) que bajó para adornar un escenario hermoso tan solo con la portada de Batallas en el tiempo; perfecto, todo estaba ahí: la banda, la música, el concepto, la madurez y el amor de un publico enardecido.
Las canciones no paraban, los gritos tampoco, nadie podía dejar de moverse, “Moctezuma” y algunos éxitos como “Cuervos” y “Vaquero Galáctico”, viejos y nuevos fans, todos cantaron al unísono, la piel se erizaba y solo los asientos contenían esas ganas de correr a un lugar más cerca del escenario.
Al presentar “Himno Eterno”, pareciera que los nervios les ganaban, algunos segundos más, algunos menos, pero un coro impecable, la voz de los asistentes, en ese momento chilló el alma. Porter estaba logrando lo que muchos dijeron, habían perdido tras su separación años atrás.
El final o el principio de algo mejor
Las luces se apagaron, el globo extraño se levanto, “Oe Oe Oe Oe Porter Porter, Oe Oe Oe Oe Porter Porter”, una vez y otra más, las necesarias durante lo que fue unos segundos de encore, la banda regreso para cerrar con “Espiral” y “Huitzil”.
“Huitzil azul, dales mas fuerza”.
David no paraba de cantar a los fans, al terminar les pidió silencio: ahora dejen que les aplaudamos a ustedes; el gusto les duro poco, los gritos comenzaron otra vez, todos se veían satisfechos, algunas palabras más de agradecimiento, un nudo en la garganta de los músicos al frente del escenario.
Al fondo, el único que no se había acercado era Fernando, guitarrista de la banda, no podía creer tanto amor, su sonrisa era inmensa y las lagrimas en sus ojos intentaban esconderse, unos segundos más para admirar lo que habían logrado, caminaba con la mirada hacia el publico, sin ver mucho a sus compañeros.
Debimos correr y decirle: “gracias, esto es tuyo, no dejaste que nos quedáramos sin una de las agrupaciones mas importantes que ha tenido México, gracias por que a pesar de todo siguen aquí, regalando una noche que no se olvidará”.
Aquellos que dijeron que Porter no era lo mismo no saben lo que dicen, el escenario del Teatro Metropólitan pudo presenciar una banda que entregó todo, que habló de su futuro y de lo que debemos esperar, vio también a un grupo de fans que esperó 14 años por este momento, que se han mantenido fieles a pesar del cambio, solo nos queda esperar por el segundo EP que completa a Batallas del Tiempo, y por la próxima ocasión que podamos brincar a lado de Porter en un escenario.