Cada movimiento contracultural o moda es de ley que tenga un antro o cierto lugar clave para todo el tiempo en el que se desarrolla y finalmente desaparezca cuando este muera. Tal es el caso del Rock-Ola y su estrecha relación con la Movida Madrileña.
El epicentro de la Movida Madrileña
Esta discoteca se ubicaba en el número cinco de la calle Padre Xifré de Malasaña, una colonia de Madrid que actualmente se parece mucho a lo que ahora es la Roma o la Condesa en la Ciudad de México. El local donde estuvo esta discoteca ya había tenido dos negocios de la misma rama anteriormente, los cuales fueron El Jardín y Marquee, este último trataba de emular a la sala de conciertos londinense que se llamaba igual. El Rock-Ola se inauguró a finales de marzo de 1981 de la mano de la dirección de Lorenzo Rodríguez junto con Pepo Perandones y Mario Armero. Aunque formalmente los primeros conciertos que dieron el banderazo de salida fue la banda punk británica UK SUBS durante los días 3 y 4 de abril.
Cabe mencionar que en este antro era muy común encontrarse con personajes clave de la Movida Madrileña como la cantante Alaska, quien al lado de su proyecto Alaska y los Pegamoides actuó en diversas ocasiones. Otros estelares españoles del momento que ahí se presentaron fueron Nacha Pop, Radio Futura, Gabinete Caligari, Parálisis Permanente, Décima Víctima, Danza Invisible, Golpes Bajos, Siniestro Total, hasta músicos tan alejados de lo alternativo como Joaquín Sabina y Hombres G.
Dentro del panorama internacional, grandes agrupaciones provenientes del Reino Unido tocaron ahí cuando se encontraban en su máximo esplendor, tal es el caso de New Order, Siouxsie and the Banshees, Killing Joke, Depeche Mode, Simple Minds, The Damned, The Meteors, The Exploited, The Stranglers, The Psychedelic Furs, etc.
Pero no todo era fiesta, también el recinto fungió como centro cultural en el que se llevaban a cabo exposiciones fotográficas, proyecciones de películas obras teatrales, desfiles de moda y evento organizados por sellos discográficos o medios de comunicación. Cabe mencionar que ir al Rock-Ola para muchos era acudir para ser visto o encontrarse con gente como el cineasta Pedro Almódovar y el artista Fabio McNamara, con el que tenía un gracioso dúo. Otros visitaban el antro para informarse sobre las novedades musicales provenientes de Londres.
Claro, el lugar también tuvo sus detractores como los punks más radicales de Madrid e incluso personas de Barcelona, como Último Resorte, el combo punk de Barcelona al que vetaron después del único show que ofrecieron ahí y que al parecer fue porque la cantante Silvia Resorte acabó en topless gracias a que los asistentes le quitaron la ropa cuando bajó en búsqueda de su micrófono.
Para el año 1984 todo lo relacionado con la Movida comenzaba a verse pasado de moda o muy maniqueado, los músicos iban mutando de estilo y la droga predilecta que era la heroína comenzó a hacer de las suyas matando de sobredosis a un montón de jóvenes. Luego ocurrió el incendio de la discoteca Alcalá 20 y noviembre del mismo año una parte de la Rock-Ola tuvo también un pequeño siniestro, pero la gota que derramó el vaso ocurrió el 10 de marzo de 1985 cuando un rocker adolescente de nombre Demetrio Lefler perdió la vida en una pelea entre mods y rockers. Gracias a la cobertura mediática del hecho, tuvo que cerrar sus puertas para siempre.