Por: J. Ismael Canales | @YoSoyIshael
Una calurosa ciudad de México recibió el tercer día de actividades del Festival Iberoamericano de cultura musical, Vive Latino en su edición 2014, celebrando sus quince años.
En punto de las 2:05 de la tarde, Coda se encargó de inaugurar el sábado del vive en el escenario Indio, donde un pequeño pero entregado grupo de fans coreó todos los éxitos de la banda de heavy metal noventera.
Mientras que a lo lejos se escuchaba ‘Aún te Amo‘ I Can Chase Dragons se encargaba de poner a bailar a los presentes en el escenario Unión Indio, al que comenzó a llegar más banda para ver a uno de los favoritos en la escena independiente nacional, Rey Pila, quien no decepcionó a sus seguidores brindando un show a la altura.
La lluvia refrescó brevemente el foro sol, el humo de peculiar aroma se sintió en el aire esperando la actuación de Los Caligaris. Los argentinos lograron el primer gran éxito del día, circo, maroma, teatro, irreverencia y mucho ska, bastaron para llenar 3/4 de la gran explanada del escenario principal, con un público multicolor y entregado a la fiesta que levantó sus playeras al aire mientras sonaba ‘Kilómetros‘.
Cinco intensos minutos de granizo retrasaron la presentación de Emir Kusturica, sin embargo el sol volvió para alumbrar los metales y guitarras de los serbio bosnios quienes, superando las expectativas, cautivaron a una divertida audiencia que no dejó de bailar al ritmo de rock gitano, como el balet improvisado de guapas chicas del público que Kusturica subió al escenario.
En la Carpa Rockcampeonato los lentes de pasta y las camisas de cuadros se manifiestaron, balanceándose tranquilamente al compás del indie de Little Jesús, que se presentó seguro sobre el escenario, como un profesional.
El escenario principal estaba casi lleno y la gente seguía llegando, nadie se quería perder a la pura sabrosura. El Gran Silencio apareció en escena causando el alarido del público y en un show que combinaba pequeños fragmentos de vídeos de iconos de nuestra cultura, como Chabela Vargas y Juan Gabriel, interpretaron sus grandes éxitos, para un público que llegó al éxtasis al corear ‘Duerme Soñando‘.
Los huecos que quedaban en el escenario principal, se fueron llenando hasta formar un mar de gente donde no cabía un alfiler. Un taxi antiguo, un cocodrilo, llegó, abrió la puerta y bajó Rocko pachucote junto con los hijos del 5to patio, haciendo su regreso triunfal en el Vive Latino con ‘Solin‘.
Un setlist asesino con ‘El circo‘, ‘Pata de Perro‘, ‘Morenaza‘, ‘Ya Lo Pasado, Pasado‘, ‘Quinto Patio‘, ‘Don Palabras‘, ‘Pachuco‘ y más, crearon un tsunami en esa marea, una ceremonia de paz y baile que llegó a su punto máximo con manos dibujando un triángulo y más de cincuenta mil voces hipnotizadas entonando ‘Kumbala‘.
Calle 13 se apoderó del escenario comenzando ‘Una Fiesta De Locos‘, chicas sin blusa, sensuales movimientos de cadera y parejas bailando muy junto fue como inició la participación de los puertorriqueños, quienes llevaron a la audiencia por un viaje que iba desde la danza desenfrenada de temas romanticones como ‘La Vuelta Al Mundo‘ y de reflexión social como ‘Karma Pueblo‘, un viaje que dejó más que complacidos a los presentes.
El cierre estaba cerca, el sonido local reproducía covers roqueros que les han hecho a la banda icónica del género norteño, un gruñido retumbó y un acordeón marcó la entrada del acto más ecléctico del Vive Latino. “Soy el jefe de jefes señores…” fue la carta de presentación de Los Tigres del Norte, el acto más esperado del día. La plancha del Foro Sol estaba llena de curiosos, de fans, de haters y norteños de closet. Con un repertorio de éxitos, los Tigres se consolidaban poco a poco en un territorio que no es el suyo, hasta que llegó el momento cuando convencieron a los escépticos, al invitar al escenario al mismísimo Andrés Calamaro para interpretar “La Mesa del Rincón”.
Los años han pasado, la voz ya no es la misma, pero los norteños ya son todas unas leyendas de la música popular mexicana, dominan el escenario e interactúan mucho con el público, por eso no fue raro ver que se hicieron acompañar de una pequeña orquesta sinfónica, ni que La Maldita Vecindad haya subido con ellos para interpretar ‘América’ y así cerrar con broche de oro el día más extravagante del Vive Latino, un día de rock, ska, indie y norteño.