Con ya 55 años del festival de Woodstock, evento que se consagró como el concierto que sobrepasó las expectativas tanto de los organizadores, como de los músicos invitados y el mismo público que excedió la capacidad del concierto. Woodstock buscó reunir a las propuestas de rock más significativas y talentosas del momento. Hoy particularmente mencionar este concierto es jugar con la nostalgia de muchos, y es ahí donde la leyenda del rock, Carlos Santana tiene un papel principal.
Carlos Santana es oriundo de Jalisco, México, y aunque no vivió mucho años en nuestro país, el destino lo llevó a convertirse en uno de los guitarristas mas representativos del rock.
Hijo de un mariachi, Santana ya tenía un camino trazado en la música. En 1955 su familia se mudó a Tijuana, Baja California. Carlos se dedicó a estudiar la guitarra emulando los sonidos de B. B. King, T-Bone Walker y John Lee Hooker bajo la tutela de Javier Bátiz.
La suerte llevó a Santana al sitio y época correcta, colocándole en medio de la floreciente y enorme escena musical que era el área de la Bahía de San Francisco, la cuna del movimiento hippie, en una de las constantes mudanzas que vivió con su familia.
Fue justo ahí donde comenzó a forjar su leyenda, mezclando ritmos latinos con el rock and roll, para muchos algo que no tenía valor, pero para él resultó una de las fórmulas que lo llevarían a un éxito incomparable.
En 1966 formó la Santana Blues Band con otros músicos de la calle como David Brown (bajo), Marcus Malone (percusión) y Gregg Rolie (voz principal, órgano), más tarde firmó un contrato discográfico con Columbia Records, y su banda pasó de llamarse Santana Blues Band a simplemente Santana.
Bill Graham, un aficionado de la música latina, había sido un fanático de la banda desde sus inicios, y aseguró la participación de la banda el en Festival de Arte y Música de Woodstock antes de que su álbum debut fuera publicado.
Fue un impacto increíble el que causó el mexicano en Woodstock, pues se sabe que su presentación estaba programada para la noche, pero el problema de logística y la desorganización del evento obligó a Santana a salir al escenario en plena tarde, justo en el momento en el que la mezcalina de algunos peyotes y alucinógenos estaban en su punto climático. Era tocar en ese estado, o estaban fuera del concierto, así que Santana y compañía deleitaron a los miles de espectadores sin siquiera haber lanzado su primer álbum, sin embargo el recibimiento que tuvo fue inexplicable.
La exposición de su canción instrumental de once minutos Soul Sacrifice en la película de Woodstock y el álbum de la banda sonora aumentó enormemente su popularidad.
Woodstock represento un antes y un después en la historia de la música, y fue con él después que llegaron 26 discos de Santana, y el pretexto que nos hará vivir al legendario guitarrista tocar sus canciones mas representativas.