Desde algún rincón oscuro y olvidado de Brixton, surge Shame como un torrente de rebeldía en el año 2014. Esta enérgica llamarada de revuelta, encabezada por Charlie Steen, irrumpe con una voz que destila rabia y pasión en cada oración-frase, trazando un camino hacia la autenticidad y la intensidad. Sean Coyle-Smith, Eddie Green, Josh Finerty y Charlie Forbes construyen un muro sonoro donde la rebeldía y la nostalgia se funden en un caos creativo singular.
Shame forjó su estilo a partir de un amalgama ardiente de post-punk y rock corrosivo –pero también poético-melódico–, un cóctel de intensidad que corta como fragmentos de vidrio. Su álbum debut Songs of Praise (2018), alabado por la crítica, detonó en la escena musical de manera inesperada, una proeza de crudeza primitiva y energía que mezcla ligeros matices de crítica social y experiencias personales.
Pero no fue hasta que lanzaron Drunk Tank Pink (2021) que la banda se atrevió a explorar estilos un poco más complejos y territorios-emociones más profundas, esto sin abandonar la pasión abrasadora que los había definido hasta ese momento. Ahora, a través de Food for Worms (2023), un álbum al parecer deliberadamente imperfecto, Shame excava en algunos de los temas de la era de la hiperconectividad, la amistad y las relaciones humanas, forjando diez canciones valientes y carismáticas que prometen ser un alarde de autenticidad y belleza que expanda aùn más lo que habían hecho en su álbum anterior.
La influencia de Shame se nutre de diversos lugares. Sus enérgicas-frenéticas actuaciones en vivo, así como su lirismo agudo, les han ganado comparaciones con Fugazi y Gang of Four, mientras que la repetición rítmica intensa y oscura evoca los primeros trabajos de The Fall. La voz intensa y áspera de Steen nos recuerda a Mark E. Smith. Sin embargo, Shame toma estas influencias y las amalgama en combinaciones de guitarras puntiagudas, tambores retumbantes y gritos llenos de frescura y vigencia.
Shame en México
Las entrañas de la SALA (A) en el Foro Indie Rocks! se convertirán en el epicentro de una tormenta musical electrizante cuando Shame descargue su cataclismo sonoro. La cita es el 26 de septiembre, donde el rugido sónico y caótico de Shame promete desencadenar una tempestad de emociones, una catarsis compartida entre la banda y su audiencia.
