Recientemente, SKA-P fue parte de la vigésima edición del festival Vive Latino del año pasado y no esperábamos de nuevo su visita a tierras mexas para este veinte veinte y un sold out magistral en el Palacio de los Deportes.
Después de su disco 99% del 2013, los de Vallecas, España, volvieron al estudio y lograron producir nuevo material discográfico: Game Over, del cual tuvimos la oportunidad de escuchar algunos sencillos anoche y todo un recorrido musical con éxitos de todos sus discos entre mucho slam, performances contestatarios y protestas contra el sistema, una noche de revolución en la que no queríamos parar de bailar ska.
Originarios de Madrid, La Ganga Calé se encargó de abrir el escenario y para su show el ambiente ya estaba muy prendido bailando al ton y son de una fusión de ska y ritmos latinos. “Soy como se dice en España, la re ostia”, expresó el vocal quien muy animado y sorprendido por el sold out hizo bailar a la audiencia presente con rolas como “Elefantes Suicidas” y “Mañana Ya Veremos”.
Al finalizar La Ganga, comenzó el intermedio para dejar listo el escenario para la banda estelar, de manera que poco después subieron y comenzaron con “Poder pa’l Pueblo” a modo de intro y continuaron con “Estampida”, un single popular de su disco ¡¡Que Corra La Voz!! del 2002, en ese momento el público ya había entrado en una especie de euforia y el slam, los coros y la lluvia de chela no se hizo esperar.
Muchos recordamos nuestra época de secundaria con “El Gato López” y recordamos que no deberían existir las fronteras y el racismo con “Mestizaje” del Planeta Eskoria.
De repente, apareció en el escenario una persona muy parecida a un dictador, “el jefe del estado español por sus huevos morenos ha venido a México a pedir perdón, un aplauso al rey de España”, comentó Pulpul. Entre fanfarrias y una clara sátira al gobierno de protesta, interpretaron “Jaque Al Rey” con un performance muy bueno, seguido de “Niño Soldado” con visuales muy crudos sobre los niños del mundo que, en vez de vivir su niñez plena, viven con sus derechos humanos violados.
De pronto, un torero subió al escenario con toda su indumentaria a dar su discurso: “estoy aquí para defender una cultura que está en peligro de extinción, ¡Vivan los toros y la tauromaquia! expresó, y comenzaron los metales tocando “Vergüenza”, con otro performance donde el torero terminaba siendo el torturado, para seguir con “Cannabis” que también subió los ánimos.
“Crimen Sollicitationis” tuvo un performance peculiar. Alusiva a una capilla, ilustrando la situación actual que la iglesia está enfrentando con su doble moral y casos de pederastia que el vaticano ha ocultado por siglos. Un sumo pontífice o papa, “siervo de dios” con máscara de puerco daba la bendición a la audiencia escoltado por monjes, toda una buena sátira a la iglesia y el discurso que encubre violaciones, un show solo para mentes críticas.
Ante de comenzar con la siguiente rola, Pulpul dijo unas palabras, “Armando era un seguidor, iba a venir a este concierto, pero tuvo un accidente el pasado diciembre. ¡Armando estás aquí con nosotros! Jamás se abandona a un amigo, a un seguidor, esta canción está dedicada para él: “Mis Colegas”, para continuar y celebrar a México, “Mi México rebelde”, como lo concibió la banda, con “Seguimos en Pie”.
Luces de colores adornaron el escenario e interpretaron “Colores” por la libertad y la diversidad. De pronto un adivino subió al escenario asegurándonos que el señor estaba muy dentro de él y así, comenzó “Casposos” recordándonos a los videntes, el agua bendita y las “estampitas que te cuestan un cojón”, rola que nos hizo corear de principio a fin y bailar en nuestros lugares mirando el slam que se armaba en la zona general.
También cantaron “Intifada” por una Palestina libre ondeando su bandera y después una rola del nuevo disco: “No Lo Volveré a Hacer Más”, celebrando la fiesta y el desmadre continuaron con “Romero el Madero” y se despidieron, regresando minutos después para el encore con “Circo Ibérico” y dejando en claro que siempre serán antirracistas con “A La Mierda”.
Ya casi estaba por concluir este grandioso show y, con indumentaria característica de chalecos verdes y cascos, comenzó a sonar el clásico: “Vals Del Obrero” para la clase trabajadora del mundo, rola que reunió a muchos haciendo ruedas a modo de vals de fiesta judía, todo un éxito este sold out que quisiéramos repetir, ya que, las presentaciones de SKA-P siempre nos han dejado satisfechos y ojalá sigan teniendo la misma respuesta de la audiencia con Game Over.