Stereolab nació en 1990 en Londres, de la colaboración entre Tim Gane (exintegrante de la banda McCarthy) y Lætitia Sadier, cantante y letrista francesa. Desde el inicio, su objetivo fue claro: crear algo más que una banda de pop o rock alternativo. Su propuesta combinó influencias del krautrock alemán, la chanson francesa, la bossa nova y la estética retrofuturista de los sesenta, dando como resultado un sonido sofisticado, minimalista y profundamente hipnótico. Desde los primeros EP hasta sus discos más celebrados, Stereolab se presentó como un verdadero laboratorio sonoro donde cada pieza era un experimento.

Stereolab

La esencia de Stereolab está en la mezcla. Sus canciones logran un equilibrio casi imposible entre lo accesible y lo intelectual. Construyen melodías dulces sobre bases rítmicas repetitivas, conocidas como motorik beat, inspiradas en bandas como Neu! o Can. A eso suman órganos analógicos, sintetizadores cálidos y una voz femenina que se mueve entre el inglés y el francés con una naturalidad envolvente.
Discos como Emperor Tomato Ketchup (1996) y Dots and Loops (1997) consolidaron su identidad: un pop cerebral pero elegante, bailable y filosófico a la vez. Stereolab no buscaba romper las reglas del pop, sino reinventarlas desde adentro, con una precisión casi científica.

A diferencia de muchas bandas de su generación, Stereolab no limitó su exploración a lo musical. Las letras de Lætitia Sadier suelen incluir referencias políticas, filosóficas y culturales. Inspirada por ideas marxistas y situacionistas, Sadier aborda temas como el capitalismo, el consumo, la alienación y el desencanto moderno, siempre con una voz tranquila y casi hipnótica. Esa dualidad —melodías suaves y mensajes profundos— es uno de los sellos más distintivos del grupo.
Lejos de ser una banda puramente conceptual, Stereolab logra que sus canciones sean también accesibles, llenas de groove y textura. Su elegancia no es pretensión, sino consecuencia de su compromiso con la precisión y el detalle.

Tras casi dos décadas de actividad, Stereolab anunció una pausa en 2009. Su ausencia fue sentida en toda la escena alternativa, donde su legado se mantuvo intacto. En 2019 regresaron a los escenarios con una serie de giras mundiales, y en 2025 sorprendieron al anunciar su primer álbum de estudio en quince años: Instant Holograms on Metal Film.
El disco conserva el espíritu retrofuturista que los caracteriza, con sintetizadores analógicos, loops hipnóticos y una producción que equilibra la nostalgia con la innovación. Lejos de sonar como una banda anclada en el pasado, Stereolab sigue explorando nuevos territorios, demostrando que su laboratorio continúa abierto y en constante evolución.

La genialidad de Stereolab reside en su método. La experimentación no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para encontrar belleza dentro del caos. Cada canción está construida con un rigor casi matemático: cada capa sonora, cada repetición y cada pausa cumplen una función específica.
Su música demuestra que lo experimental no tiene que ser difícil ni abstracto. Puede ser sofisticado, accesible y, sobre todo, elegante. Stereolab no busca el impacto inmediato, sino la fascinación progresiva; no quiere deslumbrar, sino envolver. Por eso, cada escucha revela algo nuevo.

Aunque nunca fueron una banda de masas, su influencia en la música contemporánea es enorme. Grupos como Broadcast, Tame Impala, Beach House o Melody’s Echo Chamber han reconocido su deuda con Stereolab. Su manera de mezclar electrónica, pop y filosofía abrió el camino para una generación de artistas que conciben el estudio como un laboratorio y la canción como una obra en construcción.
Hoy, más de tres décadas después, su propuesta sigue sonando fresca. Stereolab es la prueba de que la innovación no está reñida con la belleza.

La banda se presentará el miércoles 12 y 13 de noviembre de 2025, en la Sala A del Foro Indie Rocks! Cabe mencionar que los boletos para ambas fechas estan AGOTADOS

Stereolab