¿Qué tan probable es que es vayas a un festival o más de uno? ¿Tienes poco dinero, pero quieres pasártela bien con tus amigos y con el ingrediente especial de las fiestas “el alcohol” ?
Seamos honestos, todos nos hemos quejado alguna vez de los precios que las bebidas tienen dentro de un evento como estos, pero si eres de los que dicen “lo pago”, de todos modos no está de más alguna ayudadita.
¿Quieres aprender a colar tu alcohol? ¡Aquí te damos algunos hacks!
La cerveza que te ponen en los festivales suele ser cara y un poco mala, siempre te hace preguntarte si no la rebajan con agua para hacerte orinar aún más o simplemente esté adulterada. Es mejor que tu lleves tu propio alcohol y que en verdad lo disfrutes al igual que el festival.
Hazla pasar como un refresco
Vas a necesitar una lata de refresco, un cuchillo y, por supuesto, una lata de cerveza. Corta la parte inferior de la lata de refresco (lo ideal es que primero te tomes el refresco) y mete la lata de cerveza en su interior. La idea es pasar junto a los de seguridad con una lata de refresco.
Esconde una botella dentro de tu cola de caballo
Para esas chicas de cabello largo y abundante lo pueden hacer, esconderse una botella de tamaño favorable y hacerse una cola y amarrarse ambos lados para que quede por dentro, como la foto.
Inyectado en tu fruta favorita, ¿a quién no le viene bien de vez en cuando comer fruta?
Esta traviesa técnica aúna la frescura de la uva o fresas y la dulzura de tu licor favorito, que previamente habrás inyectado en la fruta. El único momento en el que esto es difícil de controlar es cuando te das cuenta de que te estás volviendo un adicto.
El camello artesanal
Hecho con una bolsa de agua caliente y un tubo de plástico; y un frasco pegado al tobillo con cinta adhesiva para burlar el inevitable cacheo en las puertas del festival.
¿Hay algo más inocente que una bolsita de zumo de frutas?
Son los recuerdos de un momento mágico, cuando tenías seis años y no tenías que beber alcohol para sentirte bien. Estas pequeñas bombas de glucosa no llamarán la atención del grandullón cuya única misión es revisar tus pertenencias, porque lo que él quiere es confiscar tu marihuana. Eso las convierte en el escondite perfecto; aunque también es un truco relativamente conocido por los de seguridad, así que ten cuidado.