El próximo 1 de abril se presentarán The Libertines en el festival Tecate Pa’l Norte que se realiza en Monterrey, uno de los eventos musicales más importantes de la escena musical de México.
Un recorrido por la trayectoria de The Libertines
Pero… ¿ Qué se puede decir de este cuarteto británico? Yo creo que muchísimas cosas, pues se trata de uno de los proyectos con mayor proyección y popularidad en la década de los dosmiles. Desgraciadamente también destacaron gracias a los escándalos y por su singular gusto a los narcóticos por parte de su líder Pete Doherty, al que la prensa británica solía comparar con Sid Vicious, aunque sólo tuvieran en común la adicción por la heroína o cuando a un presentador de MTV Alemania comenzó a atacarlo con una jeringa llena de sangre en plena entrevista.
Ahora sí, vamos a repasar un poco de su trayectoria. Todo inició a finales de la década de los años noventa cuando un jovencísimo Carl Barat era estudiante de arte dramático en la universidad y su roomie solía ser la hermana de Pete Doherty, el cual era un excelente estudiante también universitario. Resulta que ambos se conocen y deciden dejarlo todo para mudarse a Londres con la intención de hacer una banda, que tarde o temprano sería conocida como The Libertines, nombre que sacaron de la obra del Marqués de Sade.
Después de que diversos cambios de integrantes, el line up definitivo queda con Pete en la voz y guitarra, Carl Barat– guitarra, John Hassall– bajo y Gary Powell en la batería. El combo comenzó a tocar puertas, hecho que rindió frutos porque se ganaron gran reconocimiento gracias a ese estilo de indie rock que caracterizó a toda una generación de grupos como The Strokes, de los cuales llegaron a ser teloneros durante sus presentaciones en el Reino Unido. Gracias a esto, hicieron eco entre la prensa especializada.
Es así que en 2002 publican su debut Up the Bracket, material que contó con nada más y nada menos que el ex The Clash Mick Jones como productor. Cabe señalar que tuvo un recibimiento bastante bueno entre la crítica al grado de considerarlos the nex big thing de la escena británica gracias a su potente propuesta que derrochaba energía.
Pasaron dos años para que la agrupación de origen londinense liberara su segundo álbum, que se llamó al igual que ellos y tan sólo bastaba ver la portada para notar que los estragos de los excesos ya estaban haciendo daño en su carrera. No por nada ya se había destapado el problemón que Doherty hasta la actualidad mantiene con las drogas, pero esto tampoco fue impedimento para que siguieran triunfando. Pues el LP debutó en lo más alto de las listas de popularidad y las reseñas fueron excelentes, no por nada se encuentra incluido en el libro 1001 discos que hay que escuchar antes de morir.
A pesar de todo lo anterior, las diferencias entre los músicos se vuelven más fuertes gracias todos los pleitos del frontman. Además, de que cada integrante había empezado a crear proyectos alternos en los que parecían tener más entusiasmo, tales como los Babyshambles, Dirty Pretty Things o Yeti y a finales de 2005 se desintegran.
Sorpresivamente, en 2010 anuncian un regreso especial para actuar como plato fuerte del Reading & Leeds y también realizan un show casi improvisado en un pub. No fue hasta 2014 cuando volvieron a la andadas para encabezar el festival British Summer Time y a partir de ahí siguieron presentaciones en otros países como España y México, precisamente esta se trató de su primera visita a nuestro país para estar en el Corona Capital, en 2016 regresaron para un show en la Arena Ciudad de México. La cosa parece ir tan en serio al grado de meterse al estudio para grabar el disco Anthems for Doomed Youth, que es una pieza muy impecable aunque la crítica le dio un recibimiento tibio, pero en este se puede apreciar su madurez.