El 2019 nos está regalado conciertos estupendos y es que desde que Chaz Bundick, la mente maestra detrás de Toro y Moi, comenzó a dar señales de que música nueva venía por su parte, los fanáticos comenzaron a enloquecerse y a imaginar que podría pisar tierras mexas en cuanto antes.
Así sucedió anoche, cuando una multitud se reunía en el Auditorio BlackBerry para disfrutar del show que Toro y Moi ofrecería en la Ciudad de México como parte del tour promocional de Outer Peace, su más reciente producción discográfica.
Fue en 2015 la última vez que Chaz y compañía habían visitado México para ofrecer un live act, aunque fue poco más reciente que ofreció un DJ set en compañía de Wet Baes. El público ansiaba escuchar en vivo temas ya consolidados entre sus gustos, pero también deseaban ser participes de la ejecución de este nuevo material.
El brillo de Clubz, un acto de apertura querido por el público mexicano
Los fans comenzaron a llegar desde temprano, no eran muchos pero comenzaban a formarse para acceder. En cuanto dieron las 9 de la noche, Clubz salía al escenario pues la dupla regiomontana se encargaría de inaugurar el espectáculo.
Coco Santos y Orlando Fernández, en compañía de otros músicos, soltaban los primeros acordes de “El Rollo” y de inmediato el público los acogió, además de que debemos mencionar que son uno de los proyectos mexicanos consentidos, se han dado a querer.
Siguieron temas como “Épocas”, “Palmeras”, “Cáile”, entre otros; además de que en este último tuvieron a una invitada especial con la que ya es muy común verles, Girl Ultra.
Con “Popscuro”, el dúo se despedía de la audiencia, misma que ya estaba eufórica pues el baile con Clubz había sido el calentamiento.
Con carisma y un chillwave potente con toques funk, Toro y Moi se apropió del BlackBerry
Después de unos minutos con música de fondo y un staff arreglando todo en el escenario, las luces se apagaron mientras los gritos retumbaban en el lugar. Cada músico en posición y “Mirage” comenzó a sonar. Absolutamente nadie tenía idea del setlist al que Toro y Moi se apegaría esa noche, por lo que este tema fue una grata sorpresa. La intensidad comenzaría a subir.
Pudimos escuchar temas como “No Show”, “Still Sound”, “High Living”, “Girl Like You”, “Say That”, “So Many Details”, que ya están consagrados y que son tan amados por los fans, pero “Ordinary Pleasure”, “Laws Of The Universe”, “Baby Drive it Down”, “50-50”, y “Freelance” se robaron el show, poniendo a todos a bailar.
Chaz estaba por completo en su elemento, lucía cómodo como si se tratara de un pez en el agua, cantando y bailando, resaltando la interacción con sus seguidores y músicos.
“¡Buenas noches, México! ¿Se están divirtiendo?”
Fueron 20 los tracks que hicieron acto de presencia, la multitud estaba animada, y la música parecía ser eterna, pero en un buen sentido. Era como si la audiencia estuviera en su hábitat natural, hipnotizados por ese chillwave, cautivados y llevados hasta el éxtasis.
Contrario a lo que parecía, el show fue un sold out absoluto y muchos quedaron sin boleto, pues ni los revendedores fueron suficientes. Y tampoco hubo encoré alguno que nos anticipara que el final estaba cerca.
Los ya clásicos “New Beat” y “Rose Quartz” fueron los temas con los que Toro y Moi se despedía de la Ciudad de México, agradeciendo infinitamente ese amor y el hecho de que sus fieles seguidores se permitieran sentir su música esa noche.
“Muchas gracias, México”.